Señor Dios, Padre Celestial: la mies es mucha y los obretos pocos. Envía obreros para tu mies. Envíanos muchos y santos evangelizadores que anuncien tus mensajes a todas las gentes. Recibe nuestro agradecimiento por las Vocaciones que por medio de tu Espíritu Santo regalas continuamente a tu Iglesia. Te suplicamos que llenes de santidad a los sacerdotes y misioneros, a las personas consagradas en la vida religiosa y a los apóstoles laicos. Concede fortaleza y perseverancia en su vocacione a quienes se preparan al sacerdocio o a la vida religiosa. Vuelve también hoy a seguirte, y concédele prontitud y generosidad para escucharte. Y la fuerza de dejarlo todo para seguir tu llamada.
Perdona la no correspondencia y las infidelidades de aquellos que has escogido.
Te lo suplicamos en el nombre de Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
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