Escribe la palabra o frase que desees buscar en Santos Y Santas.

Santísima Trinidad

Gloria al Padre, gloria al Hijo y gloria al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Sagrada Familia

Jesús, José y María os doy el corazón y el alma mía.

Sagrado Corazón De Jesús

Sagrado Corazón De Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón De María

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación del alma mía.

Espíritu Santo

Espíritu Santo, ilumíname y santifícame.

jueves, 22 de octubre de 2020

Novena A San Juan Pablo II

 Novena A San Juan Pablo II

San Juan Pablo II

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
...

Oración De San Juan Pablo II Por La Familia 

(Oración para todos los días)


Oh Dios, de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra, Padre, que eres Amor y  Vida, haz que en cada familia humana sobre la tierra se convierta, por medio de tu Hijo, Jesucristo, "nacido de Mujer", y del Espíritu Santo, fuente de caridad divina, en verdadero santuario de la vida y del amor para las generaciones porque siempre se renuevan.

Haz que tu gracia guíe a  los pensamientos y las obras de los esposos hacia el bien de sus  familias y de todas las familias del mundo.

Haz que las jóvenes generaciones encuentren en la familia un fuerte apoyo para su  humanidad y su crecimiento en la verdad y en el amor.

Haz que el amor, corroborado por la gracia del sacramento del matrimonio, se demuestre  más fuerte que cualquier debilidad y cualquier crisis, por las que a veces pasan nuestras familias.

Haz finalmente, te lo pedimos por intercesión de la Sagrada Familia de Nazaret, que la Iglesia en todas las naciones de la tierra pueda cumplir fructíferamente su misión en la familia y por medio de la familia. Tú, que eres la Vida, la Verdad y El Amor, en la unidad del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Primer Día: Luces Y Sombras De La Familia En La Actualidad (Familiaris Consortio 9)


A la injusticia originada por el pecado —que ha penetrado profundamente también en las estructuras del mundo de hoy— y que con frecuencia pone obstáculos a la familia en la  plena realización de sí misma y de sus derechos fundamentales, debemos oponernos todos  con una conversión de la mente y del corazón, siguiendo a Cristo Crucificado en la renuncia  al propio egoísmo: semejante conversión no podrá dejar de ejercer una influencia  beneficiosa y renovadora incluso en las estructuras de la sociedad.

Se pide una conversión continua, permanente, que, aunque exija el alejamiento interior de todo mal y la adhesión al bien en su plenitud, se actúa sin embargo concretamente con  pasos que conducen cada vez más lejos. Se desarrolla así un proceso dinámico, que avanza gradualmente con la progresiva integración de los dones de Dios y de las exigencias de su  amor definitivo y absoluto en toda la vida personal y social del hombre. Por esto es necesario un camino pedagógico de crecimiento con el fin de que los fieles, las familias y los pueblos,  es más, la misma civilización, partiendo de lo que han recibido ya del misterio de Cristo,  sean conducidos pacientemente más allá hasta llegar a un conocimiento más rico y a una  integración más plena de este misterio en su vida.

Oración A San Juan Pablo II 

(Oración para todos los días)


¡Oh San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo dónanos tu bendición!

Bendice a la Iglesia, que tú has amado, servido, y guiado, animándola a caminar con coraje  por los senderos del mundo para llevar a Jesús a todos y a todos a Jesús.

Bendice a los jóvenes, que han sido tu gran pasión. Concédeles volver a soñar, volver a  mirar hacia lo alto para encontrar la luz, que ilumina los caminos de la vida en la tierra.

Bendice las familias, ¡bendice cada familia! Tú advertiste el asalto de Satanás contra esta  preciosa e indispensable chispita de Cielo, que Dios encendió sobre la tierra. San Juan Pablo, con tu oración protege las familias y cada vida que brota en la familia.

Ruega por el mundo entero, todavía marcado por tensiones, guerras e injusticias. Tú te  opusiste a la guerra invocando el diálogo y sembrando el amor: ruega por nosotros, para que seamos incansables sembradores de paz.

Oh San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo, donde te vemos junto a María, haz  descender sobre todos nosotros la bendición de Dios. Amén.

Oración De San Juan Pablo II A La Virgen María 

(Oración para todos los días)


Oh María, aurora del mundo nuevo, Madre de los vivientes, a ti confiamos la causa de la vida: mira, Madre, el número inmenso de niños a quienes se impide nacer, de pobres a quienes  se hace difícil vivir, de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana, de ancianos y  enfermos muertos a causa de la indiferencia o de una presunta piedad.

Haz que quienes creen en tu Hijo sepan anunciar con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la vida.

Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo, la alegría de celebrarlo con  gratitud durante toda su existencia y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia,  para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad, la civilización de la verdad y del  amor, para alabanza y gloria de Dios Creador y amante de la vida. Amén.

(Se mencionan las intenciones de la Novena y luego se rezan tres Padrenuestros, Avemarías y Glorias)

Segundo Día: Matrimonio Y Comunión Entre Dios Y Los Hombres (Familiaris Consortio 12)


La comunión de amor entre Dios y los hombres, contenido fundamental de la Revelación y  de la experiencia de fe de Israel, encuentra una significativa expresión en la alianza esponsal que se establece entre el hombre y la mujer.

Por esta razón, la palabra central de la Revelación, «Dios ama a su pueblo», es pronunciada a través de las palabras vivas y concretas con que el hombre y la mujer se declaran su amor conyugal.

“Su vínculo de amor se convierte en imagen y símbolo de la Alianza que une a Dios con su pueblo. El mismo pecado que puede atentar contra el pacto conyugal se convierte en imagen de la infidelidad del pueblo a su Dios: la idolatría es prostitución, la infidelidad es adulterio, la desobediencia a la ley es abandono del amor esponsal del Señor. Pero la infidelidad de Israel no destruye la fidelidad eterna del Señor y por tanto el amor siempre fiel de Dios se pone  como ejemplo de las relaciones de amor fiel que deben existir entre los esposos.

(Todo lo demás como el Primer Día)

Tercer Día: Los Hijos, Don Preciosísimo Del Matrimonio (Familiaris Consortio 14)


Según el designio de Dios, el matrimonio es el fundamento de la comunidad más amplia de  la familia, ya que la institución misma del matrimonio y el amor conyugal están ordenados   a  la procreación y educación de la prole, en la que encuentran su coronación.

En su realidad más profunda, el amor es esencialmente don y el amor conyugal, a la vez  que conduce a los esposos al recíproco «conocimiento» que les hace «una sola carne», no se  agota dentro de la pareja, ya que los hace capaces de la máxima donación posible, por la  cual se convierten en cooperadores de Dios en el don de la vida a una nueva persona  humana. De este modo los cónyuges, a la vez que se dan entre sí, dan más allá de sí mismos la realidad del hijo, reflejo viviente de su amor, signo permanente de la unidad conyugal y síntesis viva e inseparable del padre y de la madre.

Al hacerse padres, los esposos reciben de Dios el don de una nueva responsabilidad. Su  amor paterno está llamado a ser para los hijos el signo visible del mismo amor de Dios, «del  que proviene toda paternidad en el cielo y en la tierra».

Sin embargo, no se debe olvidar que incluso cuando la procreación no es posible, no por  esto pierde su valor la vida conyugal. La esterilidad física, en efecto, puede dar ocasión a los esposos para otros servicios importantes a la vida de la persona humana, como por ejemplo  la adopción, la diversas formas de obras educativas, la ayuda a otras familias, a los niños  pobres o minusválidos.

(Todo lo demás como el Primer Día)

Cuarto Día: ¡Familia, Sé Lo Que Eres! (Familiaris Consortio 17)


En el designio de Dios Creador y Redentor la familia descubre no sólo su «identidad», lo que «es», sino también su «misión», lo que puede y debe «hacer». El cometido, que ella por vocación de Dios está llamada a desempeñar en la historia, brota de su mismo ser y representa su desarrollo dinámico y existencial. Toda familia descubre y encuentra en sí  misma la llamada imborrable, que define a la vez su dignidad y su responsabilidad: familia,  ¡«sé» lo que «eres»!

Remontarse al «principio»  del gesto creador de Dios es una necesidad para la familia, si quiere conocerse y realizarse según la verdad interior no sólo de su ser, sino también de su  actuación histórica. Y dado que, según el designio divino, está constituida como «íntima  comunidad de vida y de amor», la familia tiene la misión de ser cada vez más lo que es, es decir, comunidad de vida y amor, en una tensión que, al igual que para toda realidad creada y redimida, hallará su cumplimiento en el Reino de Dios. En una perspectiva que además  llega a las raíces mismas de la realidad, hay que decir que la esencia y el cometido de la familia  son definidos en última instancia por el amor. Por esto la familia recibe la misión de  custodiar, revelar y comunicar el amor, como reflejo vivo y participación real del amor de Dios por la humanidad y del amor de Cristo Señor por la Iglesia su esposa.

Todo cometido particular de la familia es la expresión y la actuación concreta de tal misión  fundamental. Es necesario por tanto penetrar más a fondo en la singular riqueza de la misión de la familia y sondear sus múltiples y unitarios contenidos.

(Todo lo demás como el Primer Día)

Quinto Día: La Familia, Célula Primera Y Vital De La Sociedad (Familiaris Consortio 42)


«El Creador del mundo estableció la sociedad conyugal como origen y fundamento de la  sociedad humana»; la familia es por ello la «célula primera y vital de la sociedad».

La familia posee vínculos vitales y orgánicos con la sociedad, porque constituye su fundamento y alimento continuo mediante su función de servicio a la vida. En efecto, de la familia nacen los ciudadanos, y éstos encuentran en ella la primera escuela de esas virtudes sociales, que son el alma de la vida y del desarrollo de la sociedad misma. Así la familia, en virtud de su naturaleza y vocación, lejos de encerrarse en sí misma, se abre a las demás familias y a la sociedad, asumiendo su función social.

(Todo lo demás como el Primer Día)

Sexto Día: Matrimonio Y Eucaristía (Familiaris Consortio 57)


El deber de santificación de la familia cristiana tiene su primera raíz en el bautismo y su  expresión máxima en la Eucaristía, a la que está íntimamente unido el matrimonio cristiano.  El Concilio Vaticano II ha querido poner de relieve la especial relación existente entre la Eucaristía y el matrimonio, pidiendo que habitualmente éste se celebre «dentro de la Misa» [144]. Volver a encontrar y profundizar tal relación es del todo necesario, si se quiere comprender y vivir con mayor intensidad la gracia y las responsabilidades del matrimonio y de la familia cristiana.

La Eucaristía es la fuente misma del matrimonio cristiano. En efecto, el sacrificio eucarístico  representa la alianza de amor de Cristo con la Iglesia, en cuanto sellada con la sangre de la cruz [145]. Y en este sacrificio de la Nueva y Eterna Alianza los cónyuges cristianos encuentran la raíz de la que brota, que configura interiormente y vivifica desde dentro, su alianza conyugal. En cuanto representación del  sacrificio de amor de Cristo por su Iglesia, la Eucaristía es manantial de caridad. Y en el don eucarístico de la caridad la familia cristiana halla el fundamento y el alma de su «comunión» y de su «misión», ya que el Pan eucarístico hace de los diversos miembros de la comunidad familiar un único cuerpo, revelación y participación de la más amplia unidad de la Iglesia; además, la participación en el Cuerpo «entregado» y en la Sangre «derramada» de Cristo se hace fuente inagotable del dinamismo  misionero y apostólico de la familia cristiana.

(Todo lo demás como el Primer Día)

Séptimo Día: El Sacramento De La Conversión Y Reconciliación (Familiaris Consortio 58)


Parte esencial y permanente del cometido de santificación de la familia cristiana es la  acogida de la llamada evangélica a la conversión, dirigida a todos los cristianos que no  siempre permanecen fieles a la «novedad» del bautismo que los ha hecho «santos».  Tampoco la familia es siempre coherente con la ley de la gracia y de la santidad bautismal, proclamada nuevamente en el sacramento del matrimonio.

El arrepentimiento y perdón mutuo dentro de la familia cristiana que tanta parte tienen en la  vida cotidiana, hallan su momento sacramental específico en la Penitencia cristiana. Respecto de los cónyuges cristianos, así escribía Pablo VI en la encíclica Humanae vitae:  «Y si el pecado les sorprendiese todavía, no se desanimen, sino que recurran con humilde perseverancia a la misericordia de Dios, que se concede en el Sacramento de la Penitencia».

La celebración de este sacramento adquiere un significado particular para la vida familiar. En efecto, mientras mediante la fe descubren cómo el pecado contradice no sólo la alianza con Dios, sino también la alianza de los cónyuges y la comunión de la familia, los esposos y todos los miembros de la familia son alentados al encuentro con Dios «rico en misericordia», el cual, infundiendo su amor más fuerte que el pecado, reconstruye y perfecciona la alianza conyugal y la comunión familiar.

(Todo lo demás como el Primer Día)

Octavo día: Plegaria y vida (Familiaris Consortio 62)


No hay que olvidar nunca que la oración es parte constitutiva y esencial de la vida cristiana considerada en su integridad y profundidad. Más aún, pertenece a nuestra misma «humanidad» y es «la primera expresión de la verdad interior del hombre, la primera condición de la auténtica libertad del espíritu» [156].

Por ello la plegaria no es una evasión que desvía del compromiso cotidiano, sino que  constituye el empuje más fuerte para que la familia cristiana asuma y ponga en práctica plenamente sus responsabilidades como célula primera y fundamental de la sociedad humana. En ese sentido, la efectiva participación en la vida y misión de la Iglesia en el mundo es proporcional a la fidelidad e intensidad de la oración con la que la familia cristiana se una a la Vid fecunda, que es Cristo.

De la unión vital con Cristo, alimentada por la liturgia, de la ofrenda de sí mismo y de la oración deriva también la fecundidad de la familia cristiana en su servicio específico de promoción humana, que no puede menos de llevar a la transformación del mundo.

(Todo lo demás como el Primer Día)

Noveno Día: ¡El Futuro De La Humanidad Se Fragua En La Familia! (Familiaris Consortio 86)


Por consiguiente es indispensable y urgente que todo hombre de buena voluntad se  esfuerce por salvar y promover los valores y exigencias de la familia.

A este respecto, siento el deber de pedir un empeño particular a los hijos de la Iglesia. Ellos,  que mediante la fe conocen plenamente el designio maravilloso de Dios, tienen una razón de más para tomar con todo interés la realidad de la familia en este tiempo de prueba y de gracia.

Deben amar de manera particular a la familia. Se trata de una consigna concreta y exigente.

Amar a la familia significa saber estimar sus valores y posibilidades, promoviéndolos siempre. Amar a la familia significa individuar los peligros y males que la amenazan, para poder superarlos. Amar a la familia significa esforzarse por crear un ambiente que favorezca su  desarrollo. Finalmente, una forma eminente de amor es dar a la familia cristiana de hoy, con frecuencia tentada por el desánimo y angustiada por las dificultades crecientes, razones de  confianza en sí misma, en las propias riquezas de naturaleza y gracia, en la misión que Dios  le ha confiado: «Es necesario que las familias de nuestro tiempo vuelvan a remontarse más alto. Es necesario que sigan a Cristo». 

(Todo lo demás como el Primer Día)

miércoles, 21 de octubre de 2020

Novena A Santa Laura Montoya

Novena A Santa Laura Montoya

Santa Laura Montoya

Por la señal de la Santa Cruz...

Oración Para Todos Los Días


Padre Eterno que Creaste a Santa Laura de Santa Catalina. Hijo de Dios que la redimiste con tu sangre preciosa. Espíritu Santo que la enriqueciste con tus preciosos dones. Oh, Augusta Trinidad: Humildemente postrados ante tu divina presencia, te suplicamos por intercesión de Santa Laura, nos concedas el remedio de estas necesidades.

Así mismo te pedimos la gracia de vivir toda nuestra vida a la luz del Evangelio, siguiendo el ejemplo de la Santa Madre Laura. De tal manera que con nuestro testimonio de amor a Dios y de generosidad con nuestros hermanos, atraigamos a muchos a una viva experiencia de Dios, que es Padre de todos.

Te lo pedimos por Jesucristo tu Hijo que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

Día Primero

Todo Lo Puedo En El Señor


“He aprendido a contentarme con lo que tengo. Sé avanzar en escasez o en abundancia. A todo estoy acostumbrado: A la saciedad y a la estrechez, a la riqueza y a la privación. Porque todo lo puedo en Aquel que me conforta". Filipenses 4, 12-13

Hoy y siempre la vida de los santos encierra historias comunes y corrientes. Aún más situaciones difíciles que ellos, apoyados en Dios lograron superar.

Laura Montoya nacida en Jericó, población colombiana, en un contexto de lucha política. Perdió muy temprano a su padre, asesinado durante una dura época del país. Este hecho llevó a su familia a emigrar en busca de mejores horizontes y así, doña Dolores con sus tres hijos se acogió en Medellín, en casa del abuelo de Laura. 

Más tarde se trasladaron a una finca que el padre de doña Doloritas poseía en Amalfi, al norte del departamento de Antioquia. Durante estos años, esta familia desplazada, sólo conoció desprecios y pobreza.

La idea de hacerse maestra surgió en Laura, como una forma de enfrentar las penurias de su hogar. Así logró graduarse en la Normal de Institutoras de Medellín. Pudo entonces obtener un sueldo para ayudar a su casa, compartir con sus alumnas su fe y sus valores.

Sin embargo, este ministerio de educadora no faltaron las incomprensiones y obstáculos. Algunos incluso la calumniaron llegando a manchar su fama de mujer equilibrada y honesta.

Golpeada por tantos problemas, Laura se refugió en la oración, aceptando sus dolores.

Delante del Señor Jesús, cuya pasión gustaba de contemplar con frecuencia. Sólo así pudo salir adelante y más tarde continuar su tarea pedagógica.

La Madre Laura nos enseña a todos a poner nuestra confianza en el Señor, quien no tardará en ayudarnos.

Gozos


Al presentarte nuestros ruegos, venimos llenos de confianza:

Tu celo ardiente y generoso danos a todos, Madre Laura.

I


Madre y maestra de los indios de nuestra selva americana: Vuelve a enseñarnos los caminos de tus intrépidas andanzas. Y así la luz del Evangelio llegue por cerros y cañadas, a redimir a los cautivos de la pobreza y la ignorancia.

Tu celo ardiente y generoso danos a todos, Madre Laura.

II


Ante el asombre de tus ojos, la turba inquieta y afanada de las hormigas un secreto de amor, te dijo sin palabras. Y desde entonces la ternura de Dios, inmensa y desbordada sobre los buenos y los malos, con suaves ardor te abrasó el alma.

Tu celo ardiente y generoso danos a todos, Madre Laura.

III


Tú que supiste de pobreza y también fuiste desplazada, mira el dolor de tus hermanos en esta patria colombiana. Haz que florezca entre nosotros aquella paz tan anhelada, en la justicia y el progreso que como hermanos nos igualan.

Tu celo ardiente y generoso danos a todos, Madre Laura.

IV


Un acendrado y fiel cariño a la Señora Inmaculada, marcó tus días y noches, le dio certeza a tu esperanza. Su amor fue siempre el santo y seña de tus empresas arriesgadas, su nombre dulce y melodioso entre los tambos se escuchaba.

Tu celo ardiente y generoso danos a todos, Madre Laura.

V


Si las serpientes y las fieras por el poder de tu plegaria, como predijo el evangelio, pacificaron su acechanza: Líbranos hoy de los peligros que por doquier nos amenazan a quienes vamos de camino hacia la fiesta de la patria.

Tu celo ardiente y generoso danos a todos, Madre Laura.

VI


Tu corazón en carne viva, porque “los indios son mi llaga», contagie a todos tu angustia por tanta gente marginada. Haznos sentir la sed de Cristo que dio vigor a tu constancia, en las tareas de su Reino de amor y bienaventuranza.

Tu celo ardiente y generoso danos a todos, Madre Laura.

VII


A los discípulos de Cristo, tu gesta heroica nos señala la ruta audaz del evangelio hacia regiones muy lejanas. Transforma nuestro continente que ya es iglesia misionada, en una iglesia misionera de leve alforja y sandalias.

Tu celo ardiente y generoso danos a todos, Madre Laura.

Oración Final


Dios, Padre misericordioso, que elegiste a la Santa Laura Montoya para despertar en la iglesia el sentido misionero, especialmente hacia las comunidades marginadas de la sociedad.

Concédenos que podamos imitarla en su actitud contemplativa y en la búsqueda constante de la salvación de los hermanos.

Danos la gracia de una conversión sincera al Evangelio y así un día florezca entre nosotros una paz justa y duradera, por el progreso de todos, especialmente de los más necesitados.

Además, rogamos por los méritos de la Santa Madre Laura, el remedio de estas necesidades… (Hacer la petición) ...si es para tu mayor gloria y nuestra salvación.

Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Día Segundo


(Oraciones para todos los días)

El Mandado De La Virgen


“Jesús vino a Cafarnaúm, junto al mar, para que se cumpliera la profecía: El pueblo que habitaba en tinieblas ha visto una gran luz. A los que habitan en sombra de muerte, una luz les ha amanecido". San Mateo 4, 16.

Después del viaje a Guapa donde la Madre Laura ayudada por el padre Ezequiel Pérez, pudo conocer los indios, todo en ella se convirtió en un intenso deseo de catequizarlos.

Empezó entonces a organizar sus cosas para internarse en la selva, en una tarea a la cual se sentía claramente llamada. Pero a pesar de buscar ayuda por todas partes, en ninguna parte encontraba. Resolvió pues, irse a Roma a conseguir directamente el apoyo del Santo Padre.

Pidió y obtuvo permiso de su director espiritual y de su madre, doña Dolores y después de sacar del banco el dinero para el viaje, fue como de costumbre a visitar a la Inmaculada en la catedral de Medellín, en ese tiempo la iglesia de la Candelaria.

Postrada a sus pies, Laura oró así: “Mira Señora, este dinero. Es el fruto de economías de muchos años y va ahora a gastarse en hoteles y barcos. Y todo porque tú, Señora mía, me dejas sufrir sola y no me haces el mandado a Roma. Esta misma noche, preséntate, te lo ruego al Santo Padre. Y cuando él ponga la cabeza en la almohada, hazle sentir los gemidos de los pobres salvajes del mundo y compromételo a hacer algo por ellos". Y añadió: “Suspendo el viaje, mientras me traes la respuesta del Papa".

Al salir de la iglesia se encontró con un sacerdote amigo, a quien preguntó cuánto se demoraría en venir una carta desde Roma. Más o menos mes y medio, le contesto el padre.

Pasado este tiempo SS. Pío X publicó la encíclica “Lacrymabili Statu Indorum» (El lastimoso estado de los indios), en la cual pide a los obispos busquen todos los medios posibles para ayudar a los grupos humanos marginados de la civilización y de la iglesia.

(Gozos y Oración Final)

Día Tercero

(Oraciones para todos los días)

El Pacto Con Las Fieras

“Jesús le dijo a sus discípulos: Estas son las señales que acompañarán a los que crean: hablarán en lenguas nuevas, tomarán serpientes en sus manos y no les harán daño, impondrán las manos sobre los enfermos y estos quedarán sanos". San Marcos 16, 17-18.

Cuenta la Madre Laura en su autobiografía que, estando una vez en la oración ante el Santísimo, mientras las Hermanas hacían algunas tareas de cocina, vio mentalmente llegar como en procesión delante del señor, muchas culebras y fieras que entendió eran las de Murrì. Le alegraban que estos animales vinieran a ponerse a órdenes de su Dueño. Pero luego le dijo al Señor que esas fieras formaban una barrera infranqueable para llevar el Evangelio a muchas gentes.

Pasó un corto rato y entonces, continua ella, conoció que Dios ordenaba a las fieras que no nos hicieran nada y que ellas tampoco recibirían daño de nosotras. En lo más hondo del alma entendió que Dios aceptaba este pacto.

Tuvo entonces la seguridad de una alianza, que había quedado hecha entre las fieras y sus religiosas. Refiriéndolo más tarde a un sacerdote, escribió ella, me dijo: Eso no es extraño porque ya lo dice San Marcos (16,18) que a los evangelizadores no les harán daño las serpientes, ni los venenos los perjudicarán.

Hoy se comprueba que ninguna religiosa de las Lauritas, en sus arriesgadas correrías, ha sido atacada por alguna fiera o serpiente, lo cual demuestra la inmensa confianza de la Madre Laura y de otro lado, la fidelidad de Dios.

Un hecho que nos invita a entregarle al Señor, cada uno de nuestros problemas, nuestras enfermedades, miedos, conflictos familiares y situaciones difíciles. Él sabrá remediarlas en el tiempo oportuno.

(Gozos y Oración Final)

Día Cuarto

(Oraciones para todos los días)

Tras Las Huellas Del Señor


“Jesús les dijo: Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id pues y haced discípulos de todos los pueblos, enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo". San Mateo 28, 18, 19.

El 14 de mayo de 1914 los habitantes de Dabeiba vieron llegar a cinco aventureras, que iniciaban así la cristianización de los indios.

La población no fue muy generosa con las recién venidas, pero ellas de ningún modo cejaron en su empeño. Siempre desconfiados pero sin resistirse a la amabilidad y los obsequios de las misioneras.

Ante todo, una vitrola llamaba la atención de los indígenas. “Vos tenés gente metida en esa tabla», decía el indio Juan José con gran miedo. Pero pronto este rudimentario aparato se convirtió en una gran atracción para los esquivos salvajes.

Poco a poco aquellas señoritas que no formaban todavía ninguna congregación religiosa, empezaron a poner en práctica su novedoso método pastoral. Se trataba de servir a los indios con su femenina intuición, mientras practicaban el idioma del amor.

Relegados por la sociedad, la mayoría de los indígenas latinoamericanos ignoraban sus propios derechos y se consideraban a si mismos inferiores a los animales.

La Madre Laura con su experiencia de educadora en diversos lugares, los condujo a reconocer su propia condición de racionales y más tarde de hijos de Dios. Luego motivó, tanto al gobierno como a la iglesia, integrar a estos hermanos dentro del contexto nacional, respetando su lengua y sus tradiciones.

Fue así la Madre Laura pionera en América Latina de una evangelización que respeta todas las culturas.

(Gozos y Oración Final)

Día Quinto

(Oraciones para todos los días)

Tengo Sed


“Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba cumplido, exclamó. Tengo sed. Había allí una vasija llena de vinagre. Sujetaron a una rama de hisopo, una esponja empapada en vinagre y se la acercaron a la boca". San Juan 18, 28-29.

La Madre Laura les dio como lema a sus hijas esta queja del Señor en la cruz. Por tal razón había escrito: “Dos sedientos, Jesús mío: Tú de almas y yo de saciar tu sed. ¿Qué nos detiene pues?".

Este deseo ardiente de hacer conocer a Jesucristo, para que todos lo amen y orienten su vida según el Evangelio, ha sido comparado por muchos santos a la sed que Jesús tuvo en la cruz. Sed que la Madre Laura explica en sus escritos.

El amor ha de ser el motivo de todas las tareas de sus religiones. De igual manera los cristianos auténticos han de estar impulsados a todas horas por el amor. Amor a Dios en primer lugar. Cuando le conocemos, cuando sabemos que nos ama infinitamente, que envió a su Hijo a la tierra, no podemos menos de sentir su presencia en nuestra vida. Lo recordamos a todas horas. Pero a la vez, deseamos compartir esta maravillosa experiencia con muchos otros hermanos. Esta sed fue la que ardió en el corazón de la Madre Laura, en su anhelo continuo de llevar a Dios a los indígenas.

Igualmente, a cada uno de nosotros, si empieza a descubrir en el corazón su condición de hijo del Padre de los cielos, se le vuelve indispensable contarlo, compartirlo, trabajar para que Cristo sea conocido por todos. Y esto lo realizamos con el ejemplo, la palabra y esa confianza en Dios que podemos compartir con muchos otros, mientras vamos de camino.

(Gozos y Oración Final)

Día Sexto

(Oraciones para todos los días)

María, Madre Mía, Sálvame


“Se celebraba una boda en Caná de Galilea y esta allí la madre de Jesús. Como faltara el vino, le dice a Jesús su madre: No tienen vino. Y luego dijo a los criados: Haced lo que el os diga". San Juan 2 3-5.

Una de las primeras oraciones que la Madre Laura enseño a los indígenas de Dabeida y luego a otros más, fue esta jaculatoria llena de profundo contenido: María, madre mía, sálvame. Los indios la repetían con fruición, a veces todavía sin entenderla. Fue el nombre de Nuestra Señora la primer palabra que aprendieron en castellano.

Tal plegaria brotó de la ardiente devoción mariana que adorno la espiritualidad de Laura. Sin embargo transcurrió cierto tiempo en su camino de unión con Dios ante de empezar a lucir su alma como ella misma escribe, “la estrella más luminosa». Esta le llegó por el piadoso ejemplo de una sus parientas.

Se me ocurre, dice la Madre Laura, que si hubiera escogido para mí una advocación mariana, me hubiera quedado con la dolorosa, más de acuerdo con mi historia de muchas penalidades. Pero la inmaculada me atrajo de tal modo, que ya no podía pensar sino en ella, como en el centro de mi vida. Cuando sufro, leemos en sus escritos, es ella quien alumbra mi dolor. En ella tengo puesta para todo mi esperanza. Yo quisiera que todos supieran lo que es ella para el corazón que la ama.

María iluminaba la oscuridad de la selva y las dificultades de todo género que sufríamos.

Por que había hecho un pacto con la inmaculada: Tú harás la obra de los indios y yo te serviré a pesar de mis tropezones.

(Gozos y Oración Final)

Día Séptimo

(Oraciones para todos los días)

“Los Indios Son Mi Llaga"


“Ahora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros y completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo… al cual nosotros anunciamos,….. luchando con su fuerza que actúa poderosamente en mí». Colosenses 1, 24-29.

Cuenta la Madre Laura en su autobiografía que siendo todavía muy niña, mientras observaba el trabajo afanoso de unas hormigas, sintió en mitad de su alma el amor paternal de Dios. Una experiencia que la marcó de forma indeleble para toda la vida. Desde allí, como les ha ocurrido a muchos santos, brotó en su corazón la urgencia de anunciar ese amor a todos, de modo particular a los indígenas, abandonados entonces por la iglesia y los gobiernos.

Este celo le quemó el alma de tal manera que pudo decir en varias ocasiones: “Los Indios son mi llaga".

Apoyada entonces por algunos, perseguida por otros, mirada como una mujer excéntrica por otros más, nada pudo arredrarla hasta emprender su Obra de Catequización, que en un principio ella misma no comprendía con claridad.

Pero dos realidades la impulsaban. En primer lugar la gloria de Dios: ¿Cómo era posible, pensaba, que su Padre Dios no fuera conocido ni amado por innumerables hijos suyos? Era necesario ir por todos los caminos anunciando el amor misericordioso de Padre.

Además, estos hermanos nuestros vivían en las selvas en condiciones infrahumanas. Y, según la teología de entonces, en peligro de próxima condenación.

Fue entonces la Madre Laura, precursora de un amplio proyecto de dignificación, de quienes hoy se integran las llamadas minorías étnicas, a la luz y bajo los criterios del Evangelio. A través de la historia de nuestro continente ella se destaca como abanderada de la evangelización de los más pobres.

(Gozos y Oración Final)

Día Octavo

(Oraciones para todos los días)

Más Allá De Nuestras Fronteras


“Dijo Jesús: También tengo otras ovejas que no son de este redil; también a ellas las tengo que conducir y escucharán mi voz y habrá un solo rebaño y un solo pastor". San Juan, 10, 16.

Quizás la Madre Laura no lo advirtió durante su peregrinación temporal. Pero su persona y su obra iniciaron la transformación de América Latina, de un continente misionado a un continente misionero.

Durante cuatro siglos, nuestra iglesia se había contentado con recibirlo todo de Europa: Teología, métodos evangelizadores, sacerdotes misioneros, etc.

Sobre todo, desde el congreso misional celebrado en Bogotá en 1924, sobre el cual la Madre Laura tuvo una notable influencia, nuestros pastores de Colombia y luego otros episcopados de América, empezaron a pensar de otra manera. Era necesario compartir los dones recibidos. Lo atestigua su congregación de Misioneras de María Inmaculada.

Pero, además de esto, ella y algunos otros inspiraron al entonces obispo de Santa Rosa de Osos, monseñor Miguel Ángel Builes, la necesidad de crear otros institutos misioneros. Todo esto fue reubicando a la iglesia latinoamericana y abriéndole horizontes para mirar más de sus fronteras.

Las intuiciones de la Madre Laura, secundadas luego por el Concilio Vaticano II y asimiladas por diversas congregaciones y por numerosos pastores, han comenzado ya a dar fruto. Muchas iglesias nuestras prestan sus servicios en otros países, en otros continentes. Por medio de sacerdotes, religiosas y laicos. Y sobre todo, gran número de bautizados respaldan generosamente esta labor por la oración y el aporte para financiar sus programas.

La Madre Laura fue la precursora de esta apertura universal, que lleva el evangelio, desde nuestra pobreza, a muchas regiones de la tierra.

(Gozos y Oración Final)

Día Noveno

(Oraciones para todos los días)

Los Milagros De La Madre Laura


“Mientras los judíos piden milagros y los griegos van en busca de sabiduría, nosotros, en cambio, predicamos a un Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los paganos, pero fuerza y sabiduría de Dios para los que han sido llamados, tanto judíos como griegos. Porque la locura de Dios es más sabia que la sabiduría de los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fortaleza de los hombres.” 1 Corintios 22-25

Numerosas personas dan fe de haber recibido favores por intercesión de la Madre Laura Montoya, a quien se han encomendado. Finalmente, la Santa Sede aprobó, como hecho extraordinario, la curación de un cáncer en estado terminal, en la señora de doña Herminia González de Álvarez, quien residía en Medellín en 1993.

Ante este acontecimiento, muchas personas acuden diariamente a la estancia donde murió la beata Laura, e igualmente a su sepulcro, pidiendo ser sanados de sus dolencias. Sin embargo, hemos de entender que no está en los planes de Dios que todos los enfermos recobremos la salud. Menos aun, repentinamente. Por lo tanto, nuestra relación con el Señor y sus santos se ha de elevar desde la fe, a un nivel de confianza y de entrega a la Providencia de Dios.

Por ser hijos de Dios tenemos derecho a pedirle remedio para nuestros males. Así nos lo enseñó Jesús en el Padre Nuestro, pero, al decir que se haga su voluntad, nos entregamos a su amor, de tal manera que muchas veces recibimos lo que nunca hemos pedido.

Numerosos enfermos no se sanan, determinados problemas nunca se solucionan, pero, mediante la oración, recibimos de Dios, paz, serenidad, constancia, alegría en medio de las penas, capacidad de superación y sabiduría para enfrentar los obstáculos porque el cristiano sabe que Dios es un Padre, pero comprende, además, que Él sabe dar, en su tiempo oportuno, lo que más conviene.

Frente a su proyecto misionero no le faltaron, a la Madre Laura, frecuentes obstáculos y muchas persecuciones. Sin embargo, su unión con Dios, le bastó para llevar adelante su vocación a favor de los indígenas; por todo lo cual, ella es ejemplo que nos ayudará a superar, confiados en el Señor, todas nuestras dificultades.

(Gozos y Oración Final)

jueves, 16 de julio de 2020

Novena A Nuestra Señora Del Carmen

Novena En Honor a Nuestra Señora Del Carmen

Nuestra Señora Del Carmen

Día Primero - La Bienaventurada Virgen María En La Anunciación del Señor


Salutación


Virgen del Carmen, queremos, a lo largo de estas jornadas, andar el camino de la plegaria y de la reflexión hacia una meta: La de conocerte más y amarte mejor. Ilumínanos, Señora de la Luz, para redescubrirte cada día en el misterio de Cristo y de la Iglesia. Haz que, a través de la experiencia espiritual del Carmelo, te contemplemos como Virgen orante que nos enseña a acoger, meditar, vivir y proclamar la Palabra de Dios, y como Madre espiritual que acompaña el desarrollo de nuestra existencia hasta la plenitud en Cristo. Así sea.

Momento Evangélico


Escribe San Lucas: “El Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una Virgen, desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la Virgen se llamaba María. El Ángel entrando a su presencia dijo: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo; bendita tú entre las mujeres.”

María es la llena de gracia desde el principio: desde su concepción inmaculada. Dios otorga a su Madre el don gratuito de la santidad esencial con miras a su cooperación a la obra redentora. Pero la Virgen, a su vez, se afana por conseguir la santidad personal con su correspondencia. María vive una santidad rebosante y creciente. Compañera generosa del Cristo Redentor, se convierte en la Madre de la Divina Gracia. Asunta ya a los cielos, continúa obteniéndonos los dones de la salvación eterna.

Nosotros nacidos en pecado, pero por la regeneración del agua y del Espíritu Santo, hemos muerto al pecado, naciendo a la vida de la gracia.

Desde el bautismo nuestro quehacer cristiano estriba en desarrollar ese germen sobrenatural, para vivir en plenitud nuestra filiación divina, la inhabitación trinitaria y nuestra configuración con Cristo.

Pío XII nos recuerda que la devoción del Escapulario “produce abundantes frutos de santificación”. Hemos de llevar, pues, la librea mariana como un signo de nuestra llamada a la santidad.

Invocaciones


Rosa del Carmelo, perfúmanos en el alma y cuerpo, para que seamos buen olor de Cristo en medio de nuestros hermanos. (Ave María)

Estrella del Mar, conduce nuestra barquilla en la noche oscura del destierro hasta las playas luminosas de la Patria. (Ave María)

Reina del Cielo, que un día, junto a ti, gocemos en la eternidad y proclamemos la grandeza del Señor, porque el Poderoso hizo en ti maravillas. (Ave María)

(Pídase la gracia que se desea alcazar)

Plegaria Universal


Pidamos, hermanos, a Dios, fuente de toda santidad, que escuche nuestras súplicas por intercesión de santa María, Madre de la Divina Gracia, y digámosle confiadamente:

Por el don de María, la llena de gracia, te alabamos, Señor.

Para que la Iglesia, a la Cristo amó como a su esposa, entregándose a sí mismo por ella para santificarle, cumpla con el designio de su Divino Fundador.

Por el don de María, la llena de gracia, te alabamos, Señor.

Para que todos los cristianos respondan generosamente a su vocación a la santidad en la Iglesia.

Por el don de María, la llena de gracia, te alabamos, Señor.

Para que los pastores de la grey de Cristo, desempeñen santamente su ministerio, a imagen del Sumo y Eterno Sacerdote.

Por el don de María, la llena de gracia, te alabamos, Señor.

Para que los consagrados a Dios, con los consejos evangélicos de castidad, pobreza y obediencia, siguiendo mas de cerca de Cristo, alcancen la caridad perfecta.

Por el don de María, la llena de gracia, te alabamos, Señor.
 
Para que los esposos cristianos se mantengan mutuamente en la gracia a lo largo de la vida, mediante la fidelidad en el amor.

Por el don de María, la llena de gracia, te alabamos, Señor.

(Añadamos, en silencio, nuestras intenciones personales)

Oración


Te suplicamos, Señor, que nos asista con su intercesión poderosa la Santísima Virgen María y Reina del Carmelo, para que, guiados por su ejemplo y protección, lleguemos hasta la cima del monte de la perfección que es Cristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Día Segundo - La Bienaventurada Virgen María, Mujer Creyente


Salutación


Virgen del Carmen, queremos, a lo largo de estas jornadas, andar el camino de la plegaria y de la reflexión hacia una meta: La de conocerte más y amarte mejor. Ilumínanos, Señora de la Luz, para redescubrirte cada día en el misterio de Cristo y de la Iglesia. Haz que, a través de la experiencia espiritual del Carmelo, te contemplemos como Virgen orante que nos enseña a acoger, meditar, vivir y proclamar la Palabra de Dios, y como Madre espiritual que acompaña el desarrollo de nuestra existencia hasta la plenitud en Cristo. Así sea.

Momento Evangélico


Escribe San Lucas: “En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel, oyó el saludo de María saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: ¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¡Dichosa tú que has creído! Porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.”
 
Isabel llama a su prima dicho por la fe. María es la mujer de fe en la hora de la Encarnación, cuando con su “Sí” incondicional se convierte en Madre de Dios.

María corona su fe en la prueba suprema del Calvario. Allí cree contra toda evidencia. María es modelo de una fe viva, oscura, contrastante, consecuente y apostólica.

Nuestra vida cristiana es una vida cristiana de fe con exigencias de permanente crecimiento. Nos hemos de esforzar, pues, día a día en alcanzar la talla del creyente perfecto, sobre todo con las obras del amor. Cristo espera, además, que seamos testigos de esa nuestra fe ante el mundo ateo y descreído de hoy.

Por el Escapulario estamos unidos con el Carmelo, una familia espiritual que camina por la fe desnuda hacia la unión divina, de la mano de Maria y de San Juan de la Cruz.

Invocaciones


Rosa del Carmelo, perfúmanos en el alma y cuerpo, para que seamos buen olor de Cristo en medio de nuestros hermanos. (Ave María)

Estrella del Mar, conduce nuestra barquilla en la noche oscura del destierro hasta las playas luminosas de la Patria. (Ave María)

Reina del Cielo, que un día, junto a ti, gocemos en la eternidad y proclamemos la grandeza del Señor, porque el Poderoso hizo en ti maravillas. (Ave María)

(Pídase la gracia que se desea alcazar)

Plegaria Universal


Oremos, hermanos, a Dios nuestro Padre, de quien hemos recibido la fe mediante la Iglesia y digámosle con profunda humildad:

Por intercesión de la Madre de los creyentes, aumenta nuestra fe.

Para que el pueblo de Dios conserve firme el sentido de la fe, que el Espíritu de la verdad suscita y mantiene en él.

Por intercesión de la Madre de los creyentes, aumenta nuestra fe.

Para que el mundo actual peregrino en la noche cerrada, encuentre al Dios que ha perdido.

Por intercesión de la Madre de los creyentes, aumenta nuestra fe.

Para que los cristianos “fugitivos” y “marginados” recuperen el don de la fe que recibieron en el bautismo.

Por intercesión de la Madre de los creyentes, aumenta nuestra fe.

Para que todos nosotros demos testimonio de nuestra fe, sin avergonzarnos de Cristo ni del Evangelio.

Por intercesión de la Madre de los creyentes, aumenta nuestra fe.

Para que cuantos amamos a María, la imitemos en la fe, pronunciando ante Dios el “Sí” incondicional de nuestra obediencia.

Por intercesión de la Madre de los creyentes, aumenta nuestra fe.

Para que nuestros difuntos descorridos los velos de la fe, puedan contemplar a Dios cara a cara en la eternidad.

Por intercesión de la Madre de los creyentes, aumenta nuestra fe.

(Añadamos, en silencio, nuestras intenciones personales)

Oración


Te suplicamos, Señor, que nos asista con su intercesión poderosa la Santísima Virgen María y Reina del Carmelo, para que, guiados por su ejemplo y protección, lleguemos hasta la cima del monte de la perfección que es Cristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Día Tercero - La Bienaventurada María, La Virgen De Cana


Salutación


Virgen del Carmen, queremos, a lo largo de estas jornadas, andar el camino de la plegaria y de la reflexión hacia una meta: La de conocerte más y amarte mejor. Ilumínanos, Señora de la Luz, para redescubrirte cada día en el misterio de Cristo y de la Iglesia. Haz que, a través de la experiencia espiritual del Carmelo, te contemplemos como Virgen orante que nos enseña a acoger, meditar, vivir y proclamar la Palabra de Dios, y como Madre espiritual que acompaña el desarrollo de nuestra existencia hasta la plenitud en Cristo. Así sea

Momento Evangélico


Escribe San Lucas: “Había una boda en Cana de Galilea y la Madre de Jesús estaba allí; Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda. Faltó vino y la Madre de Jesús le dijo: No les queda vino. Jesús contestó: Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora, Su Madre dijo a los sirvientes: Haced lo que Él os diga. En Galilea Jesús comenzó sus signos”.

María aparece en esta escena evangélica ayudando a unos recién casados que durante el banquete nupcial están al borde del ridículo por la falta de vino.

María acude discretamente a Jesús pidiéndole remedio, aun a costa de un milagro. Y consigue de Cristo el “signo”, después de una aparente negativa. El gesto de María nos habla de un corazón rebosante de amor fraterno. Ha sido la caridad, hecha delicadeza, la que ha puesto en labios de la Madre la súplica que desata la omnipotencia del Hijo.

Parece impertinente recordar que el amor fraterno es el mandamiento nuevo de Cristo. Pero hay que repetirlo con oportunidad o sin ella, pues a menudo olvidamos en la práctica lo que hemos de saber en teoría. Cristo había dado pruebas incontrastables de amor a los hombres con su encarnación, con su vida, con su mensaje, con su pasión y muerte y tenía derecho a exigirnos a los hombres el amor de los unos para con los otros. Así nos lo mandó reiteradamente en su testamento.

Los cristianos hemos de ir superando nuestro egoísmo, para llegar a la sublime meta de la caridad fraterna; un amor que ha de estar entretejido, como el de María, de comprensión, delicadeza y servicio.

Se ha llamado al Escapulario “signo de hermandad”. Vivamos, pues, lo que el vestido de María simboliza. Que cuantos llevamos la librea de carmelita tengamos una sola alma y un solo corazón.

Invocaciones


Rosa del Carmelo, perfúmanos en el alma y cuerpo, para que seamos buen olor de Cristo en medio de nuestros hermanos. (Ave María)

Estrella del Mar, conduce nuestra barquilla en la noche oscura del destierro hasta las playas luminosas de la Patria. (Ave María)

Reina del Cielo, que un día, junto a ti, gocemos en la eternidad y proclamemos la grandeza del Señor, porque el Poderoso hizo en ti maravillas. (Ave María)

(Pídase la gracia que se desea alcazar)

Plegaria Universal


Elevemos nuestra oración al Dios Amor en manos de María, la Madre del amor Hermoso, y pidámosle por las necesidades de todos los hombres, nuestros hermanos, diciendo con fe:

Que interceda por nosotros la Reina del Carmelo.

Para que la Iglesia, se alce en el mundo de hoy como signo radiante de amor de Dios y a los hombres con su predicación y con sus obras.

Que interceda por nosotros la Reina del Carmelo.

Para que todos los gobernantes de las naciones trabajen sin descanso por la implantación de una paz estable entre los pueblos.

Que interceda por nosotros la Reina del Carmelo.

Para que todos los cristianos, unidos siempre en la caridad, busquen la verdad por el camino del diálogo.

Que interceda por nosotros la Reina del Carmelo.

Para que cuantos se han consagrado al apostolado de la caridad en la vida religiosa no desmayen en su entrega a los demás.

Que interceda por nosotros la Reina del Carmelo.

Para que todos los hijos de María aprendamos de nuestra Madre, a pensar en las necesidades del hermano, como hizo en las bodas de Cana de Galilea.

Que interceda por nosotros la Reina del Carmelo.

Para que nuestros difuntos, entren a formar parte en la gran familia de los bienaventurados.

Que interceda por nosotros la Reina del Carmelo.

(Añadamos, en silencio, nuestras intenciones personales)

Oración


Te suplicamos, Señor, que nos asista con su intercesión poderosa la Santísima Virgen María y Reina del Carmelo, para que, guiados por su ejemplo y protección, lleguemos hasta la cima del monte de la perfección que es Cristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Día Cuarto - La Bienaventurada Virgen María, Madre Y Maestra Espiritual


Salutación


Virgen del Carmen, queremos, a lo largo de estas jornadas, andar el camino de la plegaria y de la reflexión hacia una meta: La de conocerte más y amarte mejor. Ilumínanos, Señora de la Luz, para redescubrirte cada día en el misterio de Cristo y de la Iglesia. Haz que, a través de la experiencia espiritual del Carmelo, te contemplemos como Virgen orante que nos enseña a acoger, meditar, vivir y proclamar la Palabra de Dios, y como Madre espiritual que acompaña el desarrollo de nuestra existencia hasta la plenitud en Cristo. Así sea

Momento Evangélico


Escribe S. Lucas: “En aquel tiempo, los pastores se decían unos a otros: “Vamos derecho a Belén, a ver eso que ha pasado y que nos ha comunicado el Señor. Fueron corriendo y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que les habían dicho de aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que les decían los pastores. Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón”.
 
Contemplamos hoy a María, como Madre y Maestra de oración. Ella ha sido la gran orante. Ella conservando las palabras del Señor, y meditándolas en su corazón, nos revela su trato amistoso con Dios el la intimidad. María, en su oración, ante todo, se afana por adorar y alabar a Dios. La Virgen es guía segura en los difíciles caminos de la oración.
 
El hombre necesita orar. Como mendigo que es de Dios, debe acudir a Él en busca de ayuda para su menesterosidad.

Como criatura, ha de reconocer el dominio del Creador con la adoración y la alabanza. Hijos de una sociedad secularizada, autosuficiente y extrovertida, sentimos las dificultades y aun el cansancio de la oración. Pero hemos de luchar frente al ambiente negativo que trata de sofocar nuestra vida de orantes. Hoy más que nunca los cristianos hemos de recordar la consigna del Señor: Es preciso orar siempre, sin desfallecer.

El Escapulario expresa una profunda sintonía con María y nos recuerda que debemos continuar aquí en la tierra el amor de Jesús hacia su Madre. Orar es “recibir a Dios en nuestros corazones, llevarlo dentro de nuestro corazón, alimentarlo y hacerlo crecer en nosotros de tal modo que Él nazca de nosotros y viva con nosotros como el Dios con nosotros” (Tito Brandsma. Y también, nos ha invitado Pío XII a “ver en el Escapulario que vestimos día y noche, significa con elocuente simbolismo, la oración”. No perdamos nunca de vista que esa librea mariana nos vincula a una Orden que tiene como carisma el mantener un alto espíritu de oración.

Invocaciones


Rosa del Carmelo, perfúmanos en el alma y cuerpo, para que seamos buen olor de Cristo en medio de nuestros hermanos. (Ave María)

Estrella del Mar, conduce nuestra barquilla en la noche oscura del destierro hasta las playas luminosas de la Patria. (Ave María)

Reina del Cielo, que un día, junto a ti, gocemos en la eternidad y proclamemos la grandeza del Señor, porque el Poderoso hizo en ti maravillas. (Ave María)

(Pídase la gracia que se desea alcazar)

Plegaria Universal


Oremos, hermanos, a Dios, nuestro Padre, por medio de Jesucristo y en el Espíritu Santo, y digámosle con confianza de hijos:

Por intercesión, de María nuestra Madre, atiende nuestras súplicas.

Para que Cristo, maestro de oración para sus discípulos, enseñe también a orar a los cristianos de hoy.

Por intercesión, de María nuestra Madre, atiende nuestras súplicas.

Para que todos los hombres, encuentren el camino que lleva al trato de amistad con el Dios Amor.

Por intercesión, de María nuestra Madre, atiende nuestras súplicas.

Para que cuantos pertenecen a la familia del Carmelo, sean testigos de la intimidad divina ante los hombres, sus hermanos.

Por intercesión, de María nuestra Madre, atiende nuestras súplicas.

Para que nuestra oración compasiva, ayude a los fieles difuntos a purificarse definitivamente de sus manchas, a fin de que puedan entrar en el gozo de su Señor.

Por intercesión, de María nuestra Madre, atiende nuestras súplicas.

(Añadamos, en silencio, nuestras intenciones personales)

Oración


Te suplicamos, Señor, que nos asista con su intercesión poderosa la Santísima Virgen María y Reina del Carmelo, para que, guiados por su ejemplo y protección, lleguemos hasta la cima del monte de la perfección que es Cristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Día Quinto - Santa María De Nazaret


Salutación


Virgen del Carmen, queremos, a lo largo de estas jornadas, andar el camino de la plegaria y de la reflexión hacia una meta: La de conocerte más y amarte mejor. Ilumínanos, Señora de la Luz, para redescubrirte cada día en el misterio de Cristo y de la Iglesia. Haz que, a través de la experiencia espiritual del Carmelo, te contemplemos como Virgen orante que nos enseña a acoger, meditar, vivir y proclamar la Palabra de Dios, y como Madre espiritual que acompaña el desarrollo de nuestra existencia hasta la plenitud en Cristo. Así sea

Momento Evangélico


Escribe S. Mateo: “Fue Jesús a su ciudad y se puso ha enseñar en la sinagoga. La gente decía, admirada: ¿De dónde saca éste esa sabiduría y esos milagros? ¿No es el hijo del carpintero? ¿No es su Madre María?

Los nazarenos tienen a Jesús por hijo del carpintero, según consigna de San Mateo, y por carpintero, conforme a la versión más primitiva da San Marcos. Por consiguiente, María era esposa de un carpintero y Madre de un carpintero. Esposa y madre de trabajador. Y trabajadora ella misma. Que cerca nos recuerda aquella María que realiza los quehaceres de casa, guisar, coser, lavar, zurcir, barrer... Aunque utilicen otros títulos más grandes para saludar a nuestra Señora, nosotros la proclamamos hoy “Santa María del trabajo”.

Dios que es la actividad esencial, hizo al hombre para trabajar como el pájaro para volar. Y Cristo redimió el trabajo y nos redimió con su trabajo, el trabajo desde entonces es medio para configurarnos con un Cristo que quiso hacerse obrero.

El Escapulario es en su origen una prenda monacal íntimamente relacionada con el trabajo. Que veamos pues en él como una apremiante invitación a trabajar, como trabajaron Cristo y María.

Qué bonito sería que antes de emprender nuestra tarea diaria, besáramos con amor el Escapulario, para ofrecer a Dios nuestra actividad por manos de María.

Invocaciones


Rosa del Carmelo, perfúmanos en el alma y cuerpo, para que seamos buen olor de Cristo en medio de nuestros hermanos. (Ave María)

Estrella del Mar, conduce nuestra barquilla en la noche oscura del destierro hasta las playas luminosas de la Patria. (Ave María)

Reina del Cielo, que un día, junto a ti, gocemos en la eternidad y proclamemos la grandeza del Señor, porque el Poderoso hizo en ti maravillas. (Ave María)

(Pídase la gracia que se desea alcazar)

Plegaria Universal


Pidamos a Dios Todopoderoso, que dio a los hombres la ley universal del trabajo, asociándolo a su obra, y digámosle con palabras salidas del corazón:

Que María, Madre de Jesús trabajador, interceda por nosotros.

Para que la Iglesia Madre y Maestra, oriente siempre con la luz del Evangelio los problemas del mundo laboral.

Que María, Madre de Jesús trabajador, interceda por nosotros.

Para que los gobernantes de los pueblos promuevan incansablemente la justicia social, teniendo en cuenta las necesidades materiales y exigencias morales, espirituales y religiosos de las clases trabajadoras.

Que María, Madre de Jesús trabajador, interceda por nosotros.

Para que los trabajadores tomen conciencia de la dignidad del quehacer humano, expresión de la propia persona, y cumpla lealmente con sus obligaciones.

Que María, Madre de Jesús trabajador, interceda por nosotros.

Para que nosotros los cristianos trabajemos no sólo a imitación de Jesús, sino como miembros de Cristo artesano.

Que María, Madre de Jesús trabajador, interceda por nosotros.

Para que todas las mujeres imiten a María, y sean acogidas y tratadas con dignidad y respeto en sus centros de trabajo.

Que María, Madre de Jesús trabajador, interceda por nosotros.

Para que nuestros difuntos, que pasaron por el mundo trabajando, reciban ya el salario del descanso eterno.

Que María, Madre de Jesús trabajador, interceda por nosotros.

(Añadamos, en silencio, nuestras intenciones personales)

Oración


Te suplicamos, Señor, que nos asista con su intercesión poderosa la Santísima Virgen María y Reina del Carmelo, para que, guiados por su ejemplo y protección, lleguemos hasta la cima del monte de la perfección que es Cristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Día Sexto - Santa María Reina Y Madre De Misericordia


Salutación


Virgen del Carmen, queremos, a lo largo de estas jornadas, andar el camino de la plegaria y de la reflexión hacia una meta: La de conocerte más y amarte mejor. Ilumínanos, Señora de la Luz, para redescubrirte cada día en el misterio de Cristo y de la Iglesia. Haz que, a través de la experiencia espiritual del Carmelo, te contemplemos como Virgen orante que nos enseña a acoger, meditar, vivir y proclamar la Palabra de Dios, y como Madre espiritual que acompaña el desarrollo de nuestra existencia hasta la plenitud en Cristo. Así sea

Momento Evangélico


Escribe S. Lucas: “Y María dijo: Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador, por que ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es Santo. Y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: Dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, a favor de Abraham y su descendencia por siempre”.

Estas vibrantes palabras de María, que alaba por dos veces a Dios misericordioso, nos revela que habiendo experimentado de manera singular la misericordia de Dios, “ruega sin cesar” por la salvación del pueblo que se acoge confiado a ella en medio de las tribulaciones y peligros.

Ella nos dio a Jesucristo, misericordia visible del Dios rico en misericordia, y ahora ella como Madre de Jesús, en los cielos presenta las necesidades de los fieles a su Hijo, como le rogó en vida por los esposos de Cana.

Invocar a María como Madre de Misericordia, es desear vivamente la misericordia de Dios. Es acudir confiados a nuestra Madre, que atenta siempre a las plegarias de sus hijos, ruega sin cesar a Jesucristo, para que Él enriquezca con su gracia nuestra pobreza, y fortalezca con su poder nuestra debilidad y es también el de poder acoger y vivir como ella la invitación de su Hijo: “Sed, misericordiosos, como vuestro Padre es Misericordioso”.

Llevar el Escapulario, es reconocer a María, como nuestra “Reina y Madre de misericordia”, y experimentar su protección. Entonces nuestra pequeñez se llena de su grandeza y misericordia y no tenemos miedo de presentarnos ante Ella porque la vemos muy cercana a nosotros, alcanzándonos siempre la misericordia de Dios.

Invocaciones


Rosa del Carmelo, perfúmanos en el alma y cuerpo, para que seamos buen olor de Cristo en medio de nuestros hermanos. (Ave María)

Estrella del Mar, conduce nuestra barquilla en la noche oscura del destierro hasta las playas luminosas de la Patria. (Ave María)

Reina del Cielo, que un día, junto a ti, gocemos en la eternidad y proclamemos la grandeza del Señor, porque el Poderoso hizo en ti maravillas. (Ave María)

(Pídase la gracia que se desea alcazar)

Plegaria Universal


Oremos, hermanos, a nuestro Padre, que por medio de María nos dio a Jesucristo, misericordia visible del Dios rico en misericordia, y digámosle con confianza:

Por María, Madre de Misericordia, escúchanos, Señor.

Padre, que experimentando tu clemencia en la tierra, merezcamos alcanzar tu gloria en el cielo, junto a Jesús y a María.

Por María, Madre de Misericordia, escúchanos, Señor.

Padre Santo, inclina los oídos de tu piedad, a tus hijos que, agobiados por el pecado, vuelven sus ojos a ti, e invocan tu clemencia.

Por María, Madre de Misericordia, escúchanos, Señor.

Al acoger gozosos, Padre, tu perdón, concédenos proclamar siempre tu misericordia, como hizo la Bienaventurada Virgen.

Por María, Madre de Misericordia, escúchanos, Señor.

Padre bueno, concédenos a cuantos honramos a la Virgen, Madre de Misericordia, que, mostrándonos misericordiosos hacia los hermanos, merezcamos alcanzar de ti perdón e indulgencia.

Por María, Madre de Misericordia, escúchanos, Señor.

Padre te pedimos por nuestros hermanos difuntos, para que alcancen de tu misericordia el perdón de sus pecados y gocen ya de la alegría de contemplar tu rostro.

Por María, Madre de Misericordia, escúchanos, Señor.

(Añadamos, en silencio, nuestras intenciones personales)

Oración


Te suplicamos, Señor, que nos asista con su intercesión poderosa la Santísima Virgen María y Reina del Carmelo, para que, guiados por su ejemplo y protección, lleguemos hasta la cima del monte de la perfección que es Cristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Día Séptimo - Santa María, Discípula Del Señor


Salutación


Virgen del Carmen, queremos, a lo largo de estas jornadas, andar el camino de la plegaria y de la reflexión hacia una meta: La de conocerte más y amarte mejor. Ilumínanos, Señora de la Luz, para redescubrirte cada día en el misterio de Cristo y de la Iglesia. Haz que, a través de la experiencia espiritual del Carmelo, te contemplemos como Virgen orante que nos enseña a acoger, meditar, vivir y proclamar la Palabra de Dios, y como Madre espiritual que acompaña el desarrollo de nuestra existencia hasta la plenitud en Cristo. Así sea

Momento Evangélico


Escribe San Lucas: “Y vinieron a ver a Jesús, su Madre y sus hermanos, pero con el gentío no lograban llegar a Él. Entonces le avisaron: Tu Madre y tus hermanos están afuera y quieren verte. Él les contestó: Mi madre y mis hermanos son éstos: los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en por obra”.

En este pasaje evangélico la respuesta de Cristo nos resulta misteriosa y hasta desconcertante. Parece como si en ella pospusiese a su Madre y diese preferencia a los oyentes y cumplidores de la Palabra de Dios.

Pero la verdad es que nadie como María ha escuchado y puesto en obra la Palabra de Dios. Por ello es la Madre de Dios en sentido total. En la anunciación, María acoge la Palabra de Dios transmitida por el Ángel, con fe y obediencia. Y será entonces cuando el Verbo se haga carne en sus entrañas virginales.

La Iglesia nos abre los tesoros de la Biblia, sobre todo en la celebración de la Palabra, que precede a la Eucaristía. La misma Iglesia nos recomienda la asidua lectura personal de la Palabra de Dios, para alcanzar el sublime conocimiento de Cristo. Hemos de hacer por consiguiente, de la Palabra Divina alimento frecuente de nuestra fe cristiana.

Llevamos el Escapulario, signo del silencio humilde que nos acerca al Evangelio; expresión de una mirada mutua, de María a nosotros, y de nosotros a Ella; compromiso de guardar la Palabra de Dios y meditarla en nuestro corazón.

Invocaciones


Rosa del Carmelo, perfúmanos en el alma y cuerpo, para que seamos buen olor de Cristo en medio de nuestros hermanos. (Ave María)

Estrella del Mar, conduce nuestra barquilla en la noche oscura del destierro hasta las playas luminosas de la Patria. (Ave María)

Reina del Cielo, que un día, junto a ti, gocemos en la eternidad y proclamemos la grandeza del Señor, porque el Poderoso hizo en ti maravillas. (Ave María)

(Pídase la gracia que se desea alcazar)

Plegaria Universal


Oremos, hermanos, a Dios que antiguamente habló por los profetas y ahora, en la etapa final, nos ha hablado por el Hijo y digámosle llenos de confianza:

Por la Madre del Verbo encarnado, escúchanos, Señor.

Para que la Iglesia, iluminada por el Espíritu Santo, se esfuerce en comprender cada día mejor la Escritura, a fin de transmitir a sus hijos el mensaje salvador con eficacia.

Por la Madre del Verbo encarnado, escúchanos, Señor.

Para que los sacerdotes y cuantos se dediquen al ministerio de la Palabra sepan comunicar a los fieles los tesoros de la divina Revelación.

Por la Madre del Verbo encarnado, escúchanos, Señor.

Para que el culto a la Palabra de Dios cree entre los cristianos un clima ecuménico que lleve a la unidad de la Iglesia.

Por la Madre del Verbo encarnado, escúchanos, Señor.

Para que la Palabra de Dios sea para nosotros apoyo de la fe, alimento del alma y fuente límpida y perenne de vida espiritual.

Por la Madre del Verbo encarnado, escúchanos, Señor.

Para que los que tenemos a María como Madre, acojamos, como ella, la Palabra de Dios con fe y obediencia.

Por la Madre del Verbo encarnado, escúchanos, Señor.

Para que los fieles difuntos que creyeron en la Palabra de Cristo, no perezcan, sino que tengan vida eterna.

Por la Madre del Verbo encarnado, escúchanos, Señor.

(Añadamos, en silencio, nuestras intenciones personales)

Oración


Te suplicamos, Señor, que nos asista con su intercesión poderosa la Santísima Virgen María y Reina del Carmelo, para que, guiados por su ejemplo y protección, lleguemos hasta la cima del monte de la perfección que es Cristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Día Octavo - La Bienaventurada Virgen María, Del Monte Carmelo


Salutación


Virgen del Carmen, queremos, a lo largo de estas jornadas, andar el camino de la plegaria y de la reflexión hacia una meta: La de conocerte más y amarte mejor. Ilumínanos, Señora de la Luz, para redescubrirte cada día en el misterio de Cristo y de la Iglesia. Haz que, a través de la experiencia espiritual del Carmelo, te contemplemos como Virgen orante que nos enseña a acoger, meditar, vivir y proclamar la Palabra de Dios, y como Madre espiritual que acompaña el desarrollo de nuestra existencia hasta la plenitud en Cristo. Así sea

Momento Evangélico


Escribe San Juan: “Junto a la cruz de Jesús estaban su Madre, la hermana de su Madre, María de Cleofás, y María la Magdalena. Jesús, al ver a su Madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su Madre: Mujer, ahí tienes a tu hijo. Luego dijo al discípulo: Ahí tienes a tu Madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa”.

Cristo, moribundo, provee a la próxima soledad de su Madre, encomendándola a los cuidados filiales del discípulo amado. María será en adelante la Madre de Juan. Y Juan será el hijo de María. Pero las palabras de Cristo agonizante tienen un sentido más universal. La Iglesia se ve representada en la persona de Juan y recibe como suyo el testamento: Ahí tienes a tu Madre. A su vez el Carmelo se contempla prefigurado en Juan, recibiendo así a María como Madre espiritual de la Orden.

Los miembros de la Familia carmelita sabemos que el marianismo es una nota esencial de nuestra vocación. Hemos nacido espiritualmente de la Virgen. Ella, como hacen las buenas madres con sus hijos, nos ha alimentado, nos ha vestido, nos ha amparado en las horas de peligro.

Se ha afirmado que el Carmelo es “todo de María”, mariano por su origen, mariano por su historia, mariano por su tradición, mariano por su espiritualidad, mariano por su apostolado, mariano por su Escapulario... Y así lo vivieron: Santa Teresa de Jesús, con su cariño tierno y misionero hacia la Madre; San Juan del Cruz y su mirada permanente al misterio de María para aprender a dejarse guiar por el Espíritu, y tantos hermanos y hermanas, han seguido haciendo alianza con la Madre a través de los tiempos.

El Escapulario se convierte en signo de alianza y de comunión recíproca entre María y los fieles (Juan Pablo II). El Escapulario, por su sencillez, nos habla de las cosas de cada día, pero, con una rica expresividad que lo convierte en patrimonio de los pobres de la tierra, habla de alianza con todos los pueblos y de la comunión de hermandad entre nosotros. El Escapulario, es una parábola de comunión, porque es regalo de una Mujer que besa cada día nuestra herida y nos acerca de forma entrañable, en su ser de mujer, la ternura de Dios Trinidad.

Invocaciones


Rosa del Carmelo, perfúmanos en el alma y cuerpo, para que seamos buen olor de Cristo en medio de nuestros hermanos. (Ave María)

Estrella del Mar, conduce nuestra barquilla en la noche oscura del destierro hasta las playas luminosas de la Patria. (Ave María)

Reina del Cielo, que un día, junto a ti, gocemos en la eternidad y proclamemos la grandeza del Señor, porque el Poderoso hizo en ti maravillas. (Ave María)

(Pídase la gracia que se desea alcazar)

Plegaria Universal


Invoquemos, hermanos, a Dios, nuestro Padre, que nos ha dado a María por Madre y digámosle con profunda gratitud:

Por el don de María, su Madre, el Carmelo te aclama, Señor.

Para que la Iglesia, a imitación de la Madre del Señor, por la virtud del Espíritu Santo, conserve virginalmente una fe íntegra, una esperanza sólida y una caridad sincera.

Por el don de María, su Madre, el Carmelo te aclama, Señor.

Para que todos los hombres experimenten la mano protectora de María, su Madre en los momentos de dificultad, de tentación y de caída.

Por el don de María, su Madre, el Carmelo te aclama, Señor.

Para que la familia del Carmelo mantenga siempre viva la vocación mariana en su ser y en su obrar.

Por el don de María, su Madre, el Carmelo te aclama, Señor.

Para que cuantos llevan el Escapulario, vivan la consagración a María en él simbolizada y trabajen por su salvación con respeto y sinceridad, desechando falsas confianzas.

Por el don de María, su Madre, el Carmelo te aclama, Señor.

Para que nuestros hermanos difuntos, logren cuanto antes gozar de la compañía de su Madre en el lugar del consuelo, de la luz y de la paz.

Por el don de María, su Madre, el Carmelo te aclama, Señor.

(Añadamos, en silencio, nuestras intenciones personales)

Oración


Te suplicamos, Señor, que nos asista con su intercesión poderosa la Santísima Virgen María y Reina del Carmelo, para que, guiados por su ejemplo y protección, lleguemos hasta la cima del monte de la perfección que es Cristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Día Noveno - La Virgen María Frente Al Misterio Del Dolor


Salutación


Virgen del Carmen, queremos, a lo largo de estas jornadas, andar el camino de la plegaria y de la reflexión hacia una meta: La de conocerte más y amarte mejor. Ilumínanos, Señora de la Luz, para redescubrirte cada día en el misterio de Cristo y de la Iglesia. Haz que, a través de la experiencia espiritual del Carmelo, te contemplemos como Virgen orante que nos enseña a acoger, meditar, vivir y proclamar la Palabra de Dios, y como Madre espiritual que acompaña el desarrollo de nuestra existencia hasta la plenitud en Cristo. Así sea

Momento Evangélico


Escribe San Lucas: “Cuando entraban (en el templo) con el Niño Jesús sus padres, Simeón los bendijo diciendo a María: Mira: éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones; y a ti una espada te traspasará el alma”.

La profecía del anciano Simeón, recogida en este pasaje de San Lucas, tendrá puntual cumplimiento a lo largo de la vida de nuestra Señora. Espada será el destierro a Egipto, la pobreza de Nazaret, la pérdida de Jesús en el Templo, la separación del Hijo durante su evangelización... Pero la espada del vaticinio desgarrará sobre todo las entrañas maternales de María en la pasión y muerte de su Hijo. María, junto a la cruz de Cristo, se convierte en la Dolorosa, en la Reina de los mártires.

Dios no ha creado el dolor, ni el hombre fue creado para el sufrimiento. Fue el pecado original el que introdujo en la familia humana el dolor con su larga caravana de torturas físicas y sufrimientos morales. Cristo asumió voluntariamente el dolor, haciéndolo instrumento de redención. Desde entonces el enigma del sufrimiento se descifra, siquiera parcialmente; y el hombre tiene el privilegio de poder completar lo que falta a los padecimientos de Cristo, sufriendo por su Cuerpo que es la Iglesia. El dolor antinatural, se cambia así en sobrenatural: corredentor.

Nos recuerda Pío XII que por el Escapulario estamos consagrados al Corazón de María: un Corazón traspasado por la espada del sufrimiento. Este vestido mariano nos vincula, a la familia del Carmelo. En ella, sus más relevantes figuras han buscado siempre el “padecer”, sabiendo como sabían aquello que: “En la cruz está la Vida y el consuelo y que ella sola es el camino para el cielo”.

Invocaciones


Rosa del Carmelo, perfúmanos en el alma y cuerpo, para que seamos buen olor de Cristo en medio de nuestros hermanos. (Ave María)

Estrella del Mar, conduce nuestra barquilla en la noche oscura del destierro hasta las playas luminosas de la Patria. (Ave María)

Reina del Cielo, que un día, junto a ti, gocemos en la eternidad y proclamemos la grandeza del Señor, porque el Poderoso hizo en ti maravillas. (Ave María)

(Pídase la gracia que se desea alcazar)

Plegaria Universal


Oremos, hermanos, a Dios Padre, que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó a la pasión y muerte, y digámosle con el más vivo reconocimiento:

Por los dolores de tu Madre, te lo pedimos, Señor.

Para que la Iglesia, esposa de Cristo Crucificado, peregrinando entre persecuciones, anuncie valerosamente la cruz del Señor hasta que vuelva.

Por los dolores de tu Madre, te lo pedimos, Señor.

Para que los que sufren en el mundo la guerra, el hambre las discriminaciones raciales, encuentren consuelo en María, su Madre.

Por los dolores de tu Madre, te lo pedimos, Señor.

Para que los perseguidos por la fe cristiana iluminen sus penalidades con el resplandor de la cruz de Cristo.

Por los dolores de tu Madre, te lo pedimos, Señor.

Para que nuestros enfermos se sientan aliviados en sus dolores por la que es Salud de los enfermos y Consoladora de los afligidos.

Por los dolores de tu Madre, te lo pedimos, Señor.

Para que nosotros, los cristianos, sepamos asumir el sufrimiento asociándolo al suplicio redentor de Jesús Crucificado.

Por los dolores de tu Madre, te lo pedimos, Señor.

Para que cuantos murieron con el Escapulario y sufren las penas del purgatorio, entren ya de la Gloria de Cristo.

Por los dolores de tu Madre, te lo pedimos, Señor.

(Añadamos, en silencio, nuestras intenciones personales)

Oración


Te suplicamos, Señor, que nos asista con su intercesión poderosa la Santísima Virgen María y Reina del Carmelo, para que, guiados por su ejemplo y protección, lleguemos hasta la cima del monte de la perfección que es Cristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

viernes, 22 de mayo de 2020

Novena A Santa Marta

Novena A Santa Marta

 Novena A Santa Marta

Generalidades

Festividad: 29 de julio

Siglo I. Hermana de San Lázaro y Santa María Magdalena, por su solicitud y actividad en el servicio de Jesucristo, Nuestro Señor, es invocada como protectora especial de cosas urgentes y difíciles, ya que ella obtuvo con sus súplicas la resurrección de Lázaro.

Patrona: cocineras, sirvientas, amas de casa, hoteleros, casas de huéspedes, administradores de hospitales, escultores, pintores, lavanderas, de las hermanas de la caridad, moribundos, del hogar.

Inicio


Por la señal de la Santa Cruz...

Oración Para Cada Día De La Novena


Acto De Contrición


Altísimo y amantísimo Redentor Nuestro, por el incomparable e inexplicable amor que nos tiene Vuestro Sagrado Corazón, os hicisteis hombre como nosotros padeciendo los más acerbos dolores y menosprecios mientras vivíais, muy especialmente durante tu pasión y muerte en la Cruz, y por estos padecimientos te ruego humildemente que me perdonéis todos mis pecados de los cuales me arrepiento de todo corazón.

Perdón, dulcísimo Jesús mío, y por los padecimientos que sufrió vuestra Santísima Madre, por los merecimientos del glorioso Patriarca San José, y de su sierva Santa Marta me propongo nunca más pecar ayudado de vuestra gracia. Amén.

Rezar la oración del día que corresponda.

Día Primero


Meditar Algo Del Amor A Dios Y Cómo Les Ha Servido


¡Oh Santa Patrona!, mucho habéis aprendido de las enseñanzas de nuestro Divino Maestro, vuestra diligencia no se ha menguado sino más bien lo juntasteis con la mansedumbre y humildad de vuestro corazón. Por esta gracia que le concedió Nuestro Señor, interceded por nosotros pidiendo la gracia abundante para que podamos servirle más y más en esta vida y gozarle en la otra. Amén.

Oraciones Finales Para Todos Los Días


Rezar tres Padrenuestros, Avemaría y Gloria por las almas del Purgatorio.

Terminar con la oración a la Santísima Virgen.

Oración A La Santísima Virgen


Inmaculada Virgen María, soberana Reina de los ángeles y de los Santos, vuelve a nosotros estos ojos misericordiosos y compadeceos de nosotros miserables pecadores que recurrimos a Vos. Bien lo sabéis, celestial Señora, el peligro que nos rodea y amenaza a nuestro cuerpo y alma; socórrenos y defiéndenos hasta que nos veamos libres en la tierra de los bienaventurados. Amén.

Sea en todo tiempo y lugar amado y bendecido el Amantísimo Corazón de Jesús.

¡Dulcísimo Corazón de María, sed mi salvación!

Procura confesar y comulgar durante la novena.

Día Segundo


Meditar Cómo Has Velado Por La Honra De Dios


Rogad a Dios, dulce Patrona nuestra, que seamos fieles en el desempeño de nuestros deberes cristianos, celosos en velar por la honra de Dios y así obtengamos después de todo una santa muerte. Amén.

Terminar con las oraciones finales.

Día Tercero


Meditar Algo Sobre La Oración


Gloriosa Santa, por vuestra diligencia en la oración y dulces coloquios con Dios alcánzanos de Él la gracia de ser fervientes en la oración y constantes en el ejercicio de la virtud. Amén.

Terminar con las oraciones finales.

Día Cuarto


Meditar Algo Sobre Ayuno Y Padecimientos


Ruega por nosotros, Patrona nuestra, que Dios ilumine nuestro entendimiento, y nos conserve de las falsas doctrinas que el mundo propaga contra la Santa Iglesia de Dios. Queremos las enseñanzas de Jesucristo, las mismas que seguisteis y os empeñasteis a que otros las conozcan, tras grandes sacrificios, para que seamos dignos merecedores de la gloria eterna en el cielo. Amén.

Terminar con las oraciones finales.

Día Quinto


Meditar Algo Sobre El Amor Y Caridad Al Prójimo


Amable Patrona nuestra y obediente discípula de Cristo, durante su vida mortal practicasteis esta hermosa virtud de caridad, rogad por nosotros a nuestro Divino Maestro que nos conceda la gracia de ser caritativos para con los indigentes, máxime para los que con la pobreza peligran caerse en pecados graves perdiendo el Alma por toda la eternidad. Amén.

Terminar con las oraciones finales.

Día Sexto

Meditar Algo Sobre La Humildad


Gloriosa Patrona, por la humildad que llevasteis hasta llegar a tan alta perfección, rogad a nuestro Señor Jesucristo que nos conceda la misma virtud de la cual mucho necesitamos en esta vida cotidiana en este valle de lágrimas. Esperamos de nuestro valimiento esta gracia para que un día podamos gozar con vos la eterna bienaventuranza. Amén.

Terminar con las oraciones finales.

Día Séptimo


Meditar Algo Sobre La Pureza


Ayudadnos, Santa Marta, contra las acechanzas del mundo y de la carne, y alcánzanos de Dios la gracia de ser santos y puros. Socorrednos y ayudadnos; con vos queremos reinar en el reino de vuestro esposo, Cristo Jesús. Amén.

Terminar con las oraciones finales.

Día Octavo


Meditar Algo Sobre La Devoción A La Santísima Virgen


Amabilísima Patrona nuestra, Santa Marta, con mucha devoción servisteis a Jesús y a María, y ahora que estáis gloriosa en el cielo y vuestro valimiento para con Jesús y su Santísima Madre es muy grande, pedidles que se dignen concedernos la gracia de la perseverancia final; y pedidles también que antes que demos los últimos sollozos de la vida tengamos un dolor perfecto de nuestros pecados y un ardentísimo amor a Dios y conformidad a su santa Voluntad. Amén.

Terminar con las oraciones finales.

Día Noveno


Meditar Algo Sobre La Devoción A San José


Santa Marta, ya que estáis en el cielo y conocéis el poder de San José, suplicad a tan bondadoso Patriarca que nos alcance de su Divino Hijo la gracia de vivir cristianamente, imitándole en la pobreza, en el cumplimiento de los mandatos de Dios y de nuestras propias obligaciones y mediante esto obtener la vida eterna en el cielo. Amén.

Terminar con las oraciones finales.

lunes, 18 de mayo de 2020

Novena A San Roque

Novena A San Roque - Abogado Contra La Peste

Novena A San Roque

Por la señal de la Santa Cruz etc.

Acto De Contrición


Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, por ser Vos quien sois bondad infinita, me pesa una y mil veces de haberos ofendido, oh, amado Creador, Redentor y Padre mío. Me lleno Dios mío de vergüenza y confusión al ver tantas ofensas como he cometido contra Vos. Pero ya que me habéis sobrellevado con tanta misericordia durante el curso de mis odiosos delitos, no la retiréis de mí ahora, Señor, que doliéndome de ellos y arrepentido con todas las veras de mi alma, firmemente resuelvo, con el auxilio de vuestra divina gracia, no volveros a ofender jamás. Ayudadme, Dios mío, a cumplir esta resolución. Amén.

Oración A San Roque



Glorioso San Roque, que mereciste por tu heroica caridad en la asistencia a los pobres que padecían del mal de peste, alcanzar de Dios su alivio, y exterminarla de los hospitales en que los asististe, pide al Señor nos dé gracia para que con ella consigamos vernos libres de la peste y del pecado, y que arrepentidos y salvos de los que hemos cometido, merezcamos gozarle en tu compañía eternamente en la gloria. Amén.

Día Primero


Representémonos en este día a San Roque como ejemplar de humildad, la cual demostró bien cuando con traje y hábito humilde y despreciado, peregrinó por el mundo padeciendo infinitos trabajos e infortunios en su persona y glorificando por todas partes el santo nombre del Señor: y supliquémosle nos alcance del mismo modo la preciosa joya de la humildad para que, conociendo nuestra nada y la inmensa grandeza y bondad de Dios, levantemos sobre sólido y profundo cimiento el edificio de las virtudes necesarias para nuestra salvación. Amén.

(Aquí podrá cada uno pedir al Santo la gracia especial que desee obtener en esta Novena).

Se rezarán al Santo cinco Padrenuestros, Ave Marías y Gloria al Padre.

Oración Final


Para Cada Día De La Novena


Dios, que al Bienaventurado Roque prometisteis una tabla, que le llevó un ángel, para que el que le invocare no sea ofendido de la aflicción de la peste; concedednos a los que su memoria referimos, que por sus merecimientos seamos librados de ella, por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Gozos En Honor De San Roque


Abogado Contra El Contagio Y Pestilencia


Roque Santo, así librad
al pueblo de pestilencia;
pues tenéis tal potestad
de la divina clemencia

Fue tal vuestra santidad
¡Oh, Príncipe de excelencia!
Que se os dio la potestad
De curar la pestilencia

Roque Santo, así librad
al pueblo de pestilencia;
pues tenéis tal potestad
de la divina clemencia

Fuisteis de excelso linaje
y señor de Montpellier,
rindiendo a Dios homenaje
al Cielo para ascender;
y al par de la voluntad
brilló nuestra diligencia

Roque Santo, así librad
al pueblo de pestilencia;
pues tenéis tal potestad
de la divina clemencia

En obras muy excelentes
se ejercitó vuestro ardor
repartiendo entre indigentes
riquezas de gran valor

Roque Santo, así librad
al pueblo de pestilencia;
pues tenéis tal potestad
de la divina clemencia

A una vida de humildad
mostrasteis tal preferencia

Roque Santo, así librad
al pueblo de pestilencia;
pues tenéis tal potestad
de la divina clemencia

Menospreciasteis las galas
de este mundo engañador
y tendisteis vuestras alas
en pos del sumo Hacedor

Roque Santo, así librad
al pueblo de pestilencia;
pues tenéis tal potestad
de la divina clemencia

Y halló vuestra caridad
premio en su munificencia

Roque Santo, así librad
al pueblo de pestilencia;
pues tenéis tal potestad
de la divina clemencia

Quisisteis de peregrino
vestir el tosco sayal
por lograr el bien divino
olvidando el terrenal

Roque Santo, así librad
al pueblo de pestilencia;
pues tenéis tal potestad
de la divina clemencia

Recompensa esta ansiedad
halló en la suma Clemencia

Roque Santo, así librad
al pueblo de pestilencia;
pues tenéis tal potestad
de la divina clemencia

Con la Cruz santa el estrago
lograbais Vos detener
de peste y virus aciago
que se extendían do quier
pronto gran celebridad
os valió tal preeminencia

Roque Santo, así librad
al pueblo de pestilencia;
pues tenéis tal potestad
de la divina clemencia

A castillos y a ciudades
víctimas del fiero mal
libraron vuestras bondades
de aquel azote mortal

Roque Santo, así librad
al pueblo de pestilencia;
pues tenéis tal potestad
de la divina clemencia

Haceros tal dignidad
plugo a la divina Esencia

Roque Santo, así librad
al pueblo de pestilencia;
pues tenéis tal potestad
de la divina clemencia

Para aumentar vuestra fama
fuisteis contagiado Vos:
a Dios vuestro pecho clama
y os cura al momento Dios

Roque Santo, así librad
al pueblo de pestilencia;
pues tenéis tal potestad
de la divina clemencia

La vida y la actividad
os volvió la eterna ciencia

Roque Santo, así librad
al pueblo de pestilencia;
pues tenéis tal potestad
de la divina clemencia

Día Segundo


Consideremos en este día los ejemplos que nos dio San Roque de amor de Dios, cuando solo por Él y sin esperar recompensa alguna de los hombres expuso su vida sirviendo a los pobres y apestados; y pidámosle nos alcance del Señor la gracia de que amemos a Dios con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma y con todas nuestras fuerzas, cumpliendo así nuestra obligación y obedeciendo a precepto tan feliz. Amén.

(Lo demás como el día primero).

Día Tercero


Meditemos en este día las esclarecidas muestras de mortificación que nos dio San Roque, cuando siendo de edad de doce años tan solamente comenzó a macerar su cuerpo con ayunos y penitencias continuando en sus mortificaciones por toda su vida y principalmente en el fin de ella, sufriendo por el amor de Señor una cárcel de cinco años en su mismo país no obstante de ser inocente de los crímenes que le imputaban. Roguemos al Santo que pida para nosotros al Señor tan preciosa y necesaria virtud a fin que haciendo penitencia de nuestros pecados y mortificando nuestros depravados apetitos le sirvamos con pureza y rectitud. Amén.

(Lo demás como el día primero).

Día Cuarto


Representémonos hoy a San Roque como dechado de paciencia soportando sin quejarse las molestias y fatigas de sus viajes que por amor de Dios emprendió, así como los trabajos que sufría asistiendo a los apestados y principalmente los que padeció con gran constancia y alegría en los últimos cinco años de su vida sin descubrir quién era ni abogar para que le sacasen de la penosa cárcel en que le encerraron. Pidámosle nos consiga del Señor la paciencia necesaria en los trabajos de esta vida considerando la justicia de Dios en castigar aquí nuestros pecados y bendiciendo la mano que nos hiere para nuestro mayor bien. Amén.

(Lo demás como el día primero).

Día Quinto


Veamos en este día las admirables pruebas que San Roque dio a su prójimo y a nosotros con su ejemplo, del amor que por Dios le profesaba, dedicándose al servicio y asistencia de los apestados en Italia con tanto celo y amor que alcanzó del Señor que los que fueron heridos de pestilencia e imploraren el favor de Roque fuesen librados y alcanzasen perfecta salud. Pidamos al Señor nos alcance por la intercesión de San Roque que amemos al prójimo como a nosotros mismos cumpliendo así nuestro deber y manifestándonos como buenos hermanos e hijos de nuestro Padre celestial. Amén.

(Lo demás como el día primero).

Día Sexto


Consideremos en este día el desprecio que San Roque hizo de los bienes temporales, abandonando en manos de los pobres su riquísima hacienda, viviendo todos sus días en la pobreza y no queriendo en el final de su vida darse a conocer en su país con lo que hubiera tenido a su disposición cuantas comodidades y bienes hubiese podido apetecer. Pidamos a Dios considerando el ejemplo de San Roque, que por sus súplicas nos dé a conocer lo deleznable y frágil de los bienes perecederos, para que no tomemos de ellos más que lo necesario para conseguir los eternos. Amén.

(Lo demás como el día primero).

Día Séptimo


Pensemos hoy en la glorificación del Señor que constantemente ejercitó San Roque no proponiéndose en toda su vida tan trabajosa y mortificada, otra cosa que amando a Dios, hacer que su nombre fuese bendecido y honrado por todos. Roguemos al Santo nos alcance el Señor que en todas nuestras acciones y trabajos no busquemos otra cosa sino que el nombre de Dios sea conocido y honrado por todo el mundo. Amén.

(Lo demás como el día primero).

Día Octavo


Consideremos hoy la confianza en Dios que nunca abandonó San Roque y la fe que en Él tenía la cual recompensó el Señor cuando hallándose solo, enfermo y desconocido de los hombres, atendió el Señor a su sustento, ordenando que un perro de un caballero le trajese de la mesa de su amo pan que pudiese alimentarse. Pidamos al Señor por la intercesión de nuestro Santo nos conceda la precisa virtud de la confianza en su bondad que nunca abandona a los que de veras le aman. Amén.

(Lo demás como el día primero).

Día Noveno


Meditemos hoy finalmente la ardiente fe, esperanza y caridad que ejercitó San Roque, creyendo firmemente en Dios y en sus promesas, esperando solo de Él la recompensa de sus virtudes y trabajos y amándole de todo corazón como lo demostró sirviendo y amando a sus prójimos y en especial a los apestados. Supliquémosle nos alcance del Señor estas excelentes virtudes para que creyendo en Dios con fe viva, esperando en su bondad y justicia y amando sobre todas las cosas y al prójimo por Él, cumplamos en esta vida el fin para que nos creó y alcancemos así la suprema felicidad amándole eternamente en el Cielo. Amén.

(Lo demás como el día primero).