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Santísima Trinidad

Gloria al Padre, gloria al Hijo y gloria al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Sagrada Familia

Jesús, José y María os doy el corazón y el alma mía.

Sagrado Corazón De Jesús

Sagrado Corazón De Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón De María

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación del alma mía.

Espíritu Santo

Espíritu Santo, ilumíname y santifícame.

viernes, 28 de octubre de 2022

Novena A La Virgen Desatanudos

 Novena A La Virgen Desatanudos

Novena A La Virgen Que Desata Nudos

La devoción a la Virgen Desatanudos se ha propagado por todo el mundo, sobre todo en los últimos años en Argentina y Latinoamérica. Es invocada como auxilio en los conflictos y dificultades en la vida y especialmente, en los matrimoniales. La fiesta de la Virgen Desatadora de Nudos se celebra el 8 de diciembre.

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto De Contrición (Para todos los días)

Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido. Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí; pero mucho más me pesa, porque pecando ofendí un Dios tan bueno y tan grande como Tú; antes querría haber muerte que haberte ofendido, y propongo firmemente, ayudado por tu divina gracia, no pecar más y evitar las ocasiones próximas de pecado. Amén.

Oración Inicial

Santísima Virgen María, "la que desata los nudos", te ofrezco esta novena pidiéndote por las siguientes intenciones: (aquí se dicen y recuerdan los favores que se quieren alcanzar).

Consideración Del Día

Día Primero | Día Segundo | Día Tercero | Día Cuarto | Día Quinto | Día Sexto | Día Séptimo | Día Octavo | Día Noveno

Primer Día

"Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque Él salvará a su pueblo de todos sus pecados". (Mt 1, 21)

Breve Reflexión

Jesús es el gran desatador de nuestros pecados (nudos); pero también la Virgen María es la que le dio su carne y su sangre para que hecho hombre pudiera salvarnos del pecado y de la muerte. Dios se valió de una mujer para salvarnos; también se quiere valer de nosotros, como instrumentos para que su Hijo Jesús nos siga salvando.

Padrenuestro, Diez Avemarías y Gloria. Luego continuar con la Oración a Nuestra Señora La Que Desata Los Nudos y la Oración de Consagración a María.

Segundo Día

"El ángel le respondió; el Espíritu Santo descenderá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios". (Lc 1, 21)

Breve Reflexión

Es Dios, Espíritu Santo, el que fecundo el vientre purísimo de María para que su Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, naciera como hombre. Debido al pecado original es que no tenemos la posibilidad de nacer santos; pero desde el mismo momento en el que somos bautizados, acto por el cual se nos libra del pecado original, nuestro objetivo debe y tiene que ser el alcanzar la santidad, es decir, estar junto a Jesús en la vida eterna.

Padrenuestro, Diez Avemarías y Gloria. Luego continuar con la Oración a Nuestra Señora La Que Desata Los Nudos y la Oración de Consagración a María.

Tercer Día

"María dijo entonces: yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho. Y el ángel se alejó". (Lc 1, 38)

Breve Reflexión

Debemos tratar de imitar la actitud de servicio de María. Es necesario que estemos con aquellas personas que tienen la necesidad de la Palabra de Dios, la que puede ser transmitida también con los pequeños actos buenos que realizamos cotidianamente.

Padrenuestro, Diez Avemarías y Gloria. Luego continuar con la Oración a Nuestra Señora La Que Desata Los Nudos y la Oración de Consagración a María.

Cuarto Día

"Vayamos a Belén y veamos lo que ha sucedido... fueron rápidamente y encontraron a María y al recién nacido acostado en el pesebre. Al verlo contaron lo que había oído decir de este niño... mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón". (Lc 2, 15-19)

Breve Reflexión

Es nuestra misión, como cristianos y como miembros de una misma Iglesia, el difundir a todo el mundo la Buena Noticia del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo. Para esto debemos alimentarnos permanentemente de su palabra en la Santa Misa y, al igual que María, guardarla y meditarla en nuestro corazón.

Padrenuestro, Diez Avemarías y Gloria. Luego continuar con la Oración a Nuestra Señora La Que Desata Los Nudos y la Oración de Consagración a María.

Quinto Día

"Su padre y su madre estaban admirados por lo que oían decir de Jesús. El anciano Simeón, después de bendecirlos, dijo a María, la madre: 'Este niño será causa de caída y elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción, y a ti misma, una espada te atravesará el corazón'".

Breve Reflexión

Desde niño, Jesús cumplió con la misión encomendada por su Padre celestial, que fue la de transmitir su palabra. Sin embargo, no siempre fue entendido y aceptado dicho mensaje, lo cual derivó en su muerte. Pidámosle a Cristo, por intercesión de María, que nos llene de valor para cambiar aquellas cosas que es posible cambiar y serenidad para soportar las que no podemos cambiar.

Padrenuestro, Diez Avemarías y Gloria. Luego continuar con la Oración a Nuestra Señora La Que Desata Los Nudos y la Oración de Consagración a María.

Sexto Día

"Jesús le respondió: Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía. Pero su madre dijo a los sirvientes: Hagan todo lo que Él les diga". (Jn 2, 4-5)

Breve Reflexión

María, siendo Madre de Cristo, siempre hizo lo que Él le dijo. Imitemos permanentemente su obediencia a la voluntad de Dios y escuchémoslo día a día desde el Evangelio donde Jesús nos dice qué quiere que hagamos.

Padrenuestro, Diez Avemarías y Gloria. Luego continuar con la Oración a Nuestra Señora La Que Desata Los Nudos y la Oración de Consagración a María.

Séptimo Día

"Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llame, se le abrirá". (Mt 7, 7-8)

Breve Reflexión

La única manera de entablar un diálogo con Cristo o con María es a través de la oración. La oración hecha con fe es el arma más poderosa para luchar contra las confusiones con que nos hostiga el que es nuestro enemigo. No olvidemos que Dios nos escucha siempre, pero a veces no nos da lo que pedimos, sino lo que verdaderamente necesitamos.

Padrenuestro, Diez Avemarías y Gloria. Luego continuar con la Oración a Nuestra Señora La Que Desata Los Nudos y la Oración de Consagración a María.

Octavo Día

"Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien Él amaba, Jesús le dijo: 'Mujer, aquí tienes a tu hijo'. Luego dijo al discípulo: 'Aquí tienes a tu madre'. Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa". (Jn 19, 26-27)

Breve Reflexión

Tanto es el amor que nos tiene Jesús, que antes de morir nos dejó a María, su propia madre, para que nos cuidara y nos guiara por el camino que Dios preparó para cada uno de nosotros.

Padrenuestro, Diez Avemarías y Gloria. Luego continuar con la Oración a Nuestra Señora La Que Desata Los Nudos y la Oración de Consagración a María.

Noveno Día

"Los apóstoles, íntimamente unidos, se dedicaban a la oración en compañía de algunas mujeres; de María, la madre de Jesús..." y "al llegar el día de Pentecostés, todos quedaron llenos del Espíritu Santo". (Hch 1, 14 y 2, 1.4)

Breve Reflexión

El Padre nos envía en la fiesta de Pentecostés al Espíritu Santo para que obtengamos la fuerza necesaria para poder transmitir su mensaje. Esa fuerza nos es dada especialmente en el sacramento de la Confirmación junto con sus siete dones y también cada vez que lo pedimos humilde y confiadamente en la oración.

Padrenuestro, Diez Avemarías y Gloria. Luego continuar con la Oración a Nuestra Señora La Que Desata Los Nudos y la Oración de Consagración a María.

Oración A Nuestra Señora La Que Desata Los Nudos

Santa María, llena de la presencia de Dios, durante los días de tu vida, aceptaste con toda humildad la voluntad del Padre, y el maligno, nunca fue capaz de enredarte con sus confusiones. Ya junto a tu Hijo, intercediste por nuestras dificultades, y con toda sencillez y paciencia, nos diste ejemplo de cómo desenredar la madeja de nuestras vidas. Y al quedarte para siempre como Madre Nuestra, pones en orden y haces más claros los lazos que nos unen al Señor. Santa María, Madre de Dios y Madre Nuestra, Tú que con corazón materno desatas los nudos que entorpecen nuestra vida, te pedimos que nos libres de las ataduras y confusiones con que nos hostiga el que es nuestro enemigo. Por tu gracia, por tu intercesión, con tu ejemplo, líbranos de todo mal, Señora Nuestra, y desata los nudos que impiden que nos unamos a Dios, para que, libres de toda confusión y error, lo hallemos en todas las cosas, tengamos en Él puestos nuestros corazones y podamos servirle en nuestros hermanos. Amén.

Oración De Consagración A María

Señora y Madre mía, Virgen Santa María, la que desata los nudos, a tus pies me encuentro para consagrarme a ti. Con filial afecto te ofrezco en este día cuanto soy y cuanto tengo: mis ojos, para mirarte; mis oídos, para escucharte; mi voz, para cantar tus alabanzas; mi vida, para servirte; mi corazón, para amarte. Acepta, Madre mía, el ofrecimiento que te hago y colócame junto a tu corazón inmaculado. Ya que soy todo tuyo, Madre de misericordia, la que desata los nudos que aprisionan nuestro pobre corazón, guárdame y protegedme como posesión tuya. No permitas que me deje seducir por el maligno, ni que mi corazón quede enredado en sus engaños. Enséñame a aceptar los límites de mi condición humana, sin olvidar que puedo superarme con la ayuda de la gracia y que agradezca siempre a Dios por mi existencia. Ilumíname para que no deseche al Creador por las criaturas, ni me aparte del camino que Él pensó para mí. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

sábado, 22 de octubre de 2022

Novena A San Jose Para Conseguir Empleo

Novena A San José Para Conseguir Empleo

Introducción

Novena Para Conseguir Trabajo A San Jose

Cuando realizamos la novena milagrosa a San José para encontrar trabajo, nuestras dudas se despejan y vuelve la paz, además, no permitimos que el desespero tome posesión de nosotros. La fe es muy importante cuando realizamos un novenario, ya que sin fe, no podremos alcanzar lo que tanto anhelamos, o tal vez no alcanzamos lo que Dios quiere para nuestra vida. No temas, Dios tiene el control de todo y te dará a tu alcance lo que necesitas.

Inicio

Amoroso y Santo, eres tú, mi Señor Jesús, que por tu infinita bondad diste tu vida por cada uno de nosotros, alabado seas en lo alto; ruego en esta hora que en primer lugar permitas que San José ruegue por mí en tu presencia, sé que escucharás su intercesión.

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración Inicial

Señor Eterno de la Victoria, el día de hoy permítele la intercesión al bendito San José por mi persona, ya que solo tú, mi Dios, tienes el poder de contestar cada una de mis súplicas por medio de este Santo. Por lo tanto, San José, tú que eres jefe de los trabajadores, escucha mi súplica de encontrar un empleo rápidamente. Sé que tú resuelves, y consolarás mi angustia y tendrás piedad conmigo.

Consideración Del Día

Día Primero | Día Segundo | Día Tercero | Día Cuarto | Día Quinto | Día Sexto | Día Séptimo | Día Octavo | Día Noveno

Primer Día

San José, ayúdame a ser sabio, en todas las decisiones que tenga que tomar. No quiero retractarme por el desespero de mi búsqueda.

(PadrenuestroAvemaría y Gloria. Continuar con la Oración Final).

Segundo Día

San José, intercede por mí delante de Dios Santo, para que me guarde siempre del mal, cólmame de paciencia. Asimismo, de fortaleza, para que valore el empleo que tú me permitas encontrar.

(PadrenuestroAvemaría y Gloria. Continuar con la Oración Final).

Tercer Día

Santo Jesús, atiende la intercesión de tu Santo que ruega por ayuda a mi favor. Igualmente, quiero que me llenes de amor y respeto hacia mi prójimo.

(PadrenuestroAvemaría y Gloria. Continuar con la Oración Final).

Cuarto Día

Ayúdame, San José, a amar a mi hermano, asimismo a todos los que están a mi lado, como tú amaste a mi Salvador Jesús.

(PadrenuestroAvemaría y Gloria. Continuar con la Oración Final).

Quinto Día

Sé que gracias a tu intercesión, muchos seremos salvos del enemigo y es por esta razón que te pido que cuides a todos los hijos de Dios, que buscan empleo urgente.

(PadrenuestroAvemaría y Gloria. Continuar con la Oración Final).

Sexto Día

Ruego que ese sustento que traes a los que te buscan de manera espiritual, igualmente llegue a los que buscan trabajo y derrama tu gracia sobre ellos.

(PadrenuestroAvemaría y Gloria. Continuar con la Oración Final).

Séptimo Día

Sé que al igual que yo, muchas personas tienen deseos en su corazón e imploran por trabajos dignos, pero más allá de eso, está la voluntad de Dios; permite que la cumplamos de igual manera como tú lo hiciste.

(PadrenuestroAvemaría y Gloria. Continuar con la Oración Final).

Octavo Día

Quiero, Señor mío, que mi confianza en ti sea como la que tuvo San José al recibir a tu primogénito; sé que como Él, todos tenemos un gran propósito en el mundo.

(PadrenuestroAvemaría y Gloria. Continuar con la Oración Final).

Noveno Día

Que tu intercesión tenga como resultado que todos nos convirtamos en verdaderos seguidores de Jesucristo, así como también, en buenos trabajadores de su obra.

(Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Continuar con la Oración Final).

Oración Final

Grande y poderoso Dios de los ejércitos, sé que la oración de tu Santo José, llegó a tus pies como olor fragante, por consiguiente, pido nuevamente, que me permitas encontrar un trabajo urgente. Igualmente, ayúdame a ser diligente como lo es San José, tu siervo. San José ruega por nosotros, ayúdanos a conocer la verdad y a siempre seguir a nuestro único y verdadero Salvador, que es Jesucristo. Y así, finalmente, ser verdaderamente feliz y santo en la tierra. Amén.

viernes, 21 de octubre de 2022

Rosario Al Sagrado Corazon De Jesus

Rosario Al Sagrado Corazón De Jesús

Rosario Al Sagrado Corazon De Jesus

La devoción al Sagrado Corazón de Jesús es una forma de representar, invocar y adorar el Amor con el que Cristo ama a Su Padre y a todos nosotros. Aunque sus orígenes se remontan a la edad media, e incluso antes, realmente comenzó en el siglo XVII, cuando Jesús se le apareció varias veces a la hermana francesa Margarita María Alacoque.

Las 12 promesas de Nuestro Señor a Santa Margarita María Alacoque a favor de aquellos que están dedicados a Su Sagrado Corazón son:

  1. Les daré todas las gracias necesarias en su estado de vida.
  2. Estableceré la paz en sus casas.
  3. Los consolaré en todas sus aflicciones.
  4. Seré su refugio seguro durante la vida y, sobre todo, en la muerte.
  5. Otorgaré una gran bendición a todas sus empresas.
  6. Los pecadores encontrarán en Mi Corazón la fuente y el océano infinito de la misericordia.
  7. Las almas tibias se volverán fervientes.
  8. Las almas fervientes se montarán rápidamente a la alta perfección.
  9. Bendeciré cada lugar donde se establezca y honre una imagen de Mi Sagrado Corazón.
  10. Le daré al sacerdote el don de tocar los corazones más endurecidos.
  11. Aquellos que promuevan esta devoción tendrán sus nombres escritos en Mi Corazón, para nunca ser borrados.
  12. Te prometo en la misericordia excesiva de Mi Corazón que Mi todopoderoso amor otorgará a todos aquellos que comulguen el primer viernes de cada mes, durante nueve meses consecutivos, la gracia de la penitencia final; no morirán en mi disgusto ni sin recibir los sacramentos; Mi Divino Corazón será su refugio seguro en este último momento.

Se recomienda rezar el Rosario al Sagrado Corazón de Jesús para darle gracias y hacer petición por las necesidades que se tengan. Puede usarse un rosario convencional para usar sus cuentas.

  • En las cuentas grandes: Jesús, dulce y humilde de Corazón, haced el mío, semejante al Vuestro.
  • En Las cuentas pequeñas: Sagrado Corazón de Jesús, en ti confío.
  • Al final de cada decena, decir la jaculatoria: Dulce Corazón de María, sé la Salvación del alma mía.

Inicio

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor Dios nuestro. 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Ánima Christi

Alma de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo, embriágame. Agua del costado de Cristo, lávame. Pasión de Cristo, confórtame. ¡Oh, buen Jesús!, óyeme. Dentro de tus llagas, escóndeme. No permitas que me aparte de Ti. Del maligno enemigo, defiéndeme. En la hora de mi muerte, llámame. Y mándame ir a Ti. Para que con tus santos te alabe. Por los siglos de los siglos. Amén.

Primera Súplica

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

Jesús, dulce y humilde de Corazón, haced el mío, semejante al Vuestro.

Señor, Tú has dicho por tu propia y santa voz que todo lo que pidamos en tu santo nombre, nos lo concederás. En tu santo nombre, Señor, te pedimos: (Hacer la primera petición en silencio).

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío. (Repetir 10 veces).

Dulce Corazón de María, sé la Salvación del alma mía.

Segunda Súplica

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

Jesús, dulce y humilde de Corazón, haced el mío, semejante al Vuestro.

Señor, Tú has dicho por tu propia y santa voz que todo lo que pidamos en tu santo nombre, nos lo concederás. En tu santo nombre, Señor, te pedimos: (Hacer la segunda petición en silencio).

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío. (Repetir 10 veces).

Dulce Corazón de María, sé la Salvación del alma mía.

Tercera Súplica

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

Jesús, dulce y humilde de Corazón, haced el mío, semejante al Vuestro.

Señor, Tú has dicho por tu propia y santa voz que todo lo que pidamos en tu santo nombre, nos lo concederás. En tu santo nombre, Señor, te pedimos: (Hacer la tercera petición en silencio).

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío. (Repetir 10 veces).

Dulce Corazón de María, sé la Salvación del alma mía.

Cuarta Súplica

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

Jesús, dulce y humilde de Corazón, haced el mío, semejante al Vuestro.

Señor, Tú has dicho por tu propia y santa voz que todo lo que pidamos en tu santo nombre, nos lo concederás. En tu santo nombre, Señor, te pedimos: (Hacer la cuarta petición en silencio).

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío. (Repetir 10 veces).

Dulce Corazón de María, sé la Salvación del alma mía.

Quinta Súplica

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

Jesús, dulce y humilde de Corazón, haced el mío, semejante al Vuestro.

Señor, Tú has dicho por tu propia y santa voz que todo lo que pidamos en tu santo nombre, nos lo concederás. En tu santo nombre, Señor, te pedimos: (Hacer la quinta petición en silencio).

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío. (Repetir 10 veces).

Dulce Corazón de María, sé la Salvación del alma mía.

Consagración Al Sagrado Corazón De Jesús

Me entrego y consagro al Sagrado Corazón de nuestro Señor Jesucristo, mi persona y mi vida, mis acciones, dolores y sufrimientos, para que no pueda hacer uso de ninguna parte de mi ser, si no es para honrar, amar y glorificar el Sagrado Corazón. Este es mi propósito inmutable, ser todo Suyo y hacer todas las cosas por amor a Él, al mismo tiempo que renuncio con todo mi corazón a todo lo que le desagrada. Por lo tanto, te considero, oh, Sagrado Corazón, el único objeto de mi amor, el guardián de mi vida, mi seguridad de salvación, el remedio de mi debilidad e inconstancia, la expiación de todas las fallas de mi vida y mi refugio seguro a la hora de la muerte.

Oh, Corazón de bondad, mi justificación delante de Dios Padre, que apartó de mí los trazos de Su justa ira. Oh, Corazón de Amor, pongo toda mi confianza en ti, porque temo evertir de mi propia maldad y fragilidad, pero espero todas las cosas de tu bondad y generosidad. Quítame todo lo que pueda desagradarte o resistir Tu santa voluntad; deja que Tu amor puro imprima Tu imagen tan profundamente en mi corazón, que nunca pueda olvidarte o separarme de Ti.

Haz que obtenga de tu bondad la gracia de tener mi nombre escrito en Tu corazón, porque en Ti deseo de poner toda mi felicidad y gloria, y vivir y morir en la servidumbre a Ti. Amén.

Santa Margarita María Alacoque

Oración Final

Corazón de Jesús: ¡Misericordia! Corazón agonizante: Ten piedad de los moribundos.

Que el Corazón de Jesús en el Santísimo Sacramento sea bendecido, adorado y alabado con agradecido afecto, en todo momento, en todos los tabernáculos del mundo, hasta el fin de los tiempos. Amén.

Señor, Tú has dicho por tu propia y santa voz que todo lo que pidamos en tu santo nombre, nos lo concederás. En tu santo nombre, Señor, te dejo todas estas peticiones. Despáchalas de acuerdo a Tu santísima voluntad. Amén.

(Se puede agregar un Padrenuestro y un Avemaría por una persona enferma).

Despedida

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

martes, 4 de octubre de 2022

Devocion De Los Treinta Dias Al Patriarca San Jose

Devoción De Los Treinta Días Al Patriarca San José

En Reverencia De Los Treinta Años Que Vivió Con Jesús Y María En La Tierra

Devocion De Los Treinta Dias A San Jose

Origen De La Devoción

La devoción al Patriarca San José está muy sobre las devociones a los Ángeles y Santos y entra en un orden superior, en el orden de la Trinidad de la tierra, como mediadora ante la Trinidad del Cielo.

Una de las devociones más expresivas de la veneración y confianza del pueblo cristiano en el poder y bondad de San José, es la llamada de los Treinta Días, en reverencia de los treinta años que vivió en la tierra en compañía de Jesús y la Virgen María. Tuvo su origen en los Estados Unidos de Norte América, donde ella ha alcanzado la más ferviente y universal popularidad; y de allí ha ido introduciéndose en las naciones de Europa.

Basta la lectura de la Oración para tenerla como muy cristiana y teológica, y como muy recomendable y eficaz para conmover ese poder y bondad del Santo Patriarca, y para alcanzar por su medio las gracias espirituales o temporales, las más difíciles y extraordinarias.

Las razones de esta afirmación son las siguientes:

a) La materia doctrinal de esa Oración es la más teológica y completa.

b) El fin general de ella, el más devoto y grato al Santo: honrar la memoria de los treinta años que vivió con Jesús y María en la tierra.

c) Los títulos que se invocan, poderosísimos para mover el corazón del Santo.

d) La forma ferviente en que está escrita, da fe vivísima de ternura sensible y de urgente e irresistible instancia; es el alma toda la que en todas sus frases pide y suplica, gime y llora, conmueve y triunfa de las resistencias del mismo Dios.

e) Y si a todo esto se añade la insistencia y perseverancia durante treinta días en tan larga y vehemente súplica del alma, no será temerario afirmar, según el dogma católico, que es una oración teológica y cristiana, eficaz e irresistible.

f) No hay en ella nada de superstición o revelación o infalibilidad o algo imposible o impropio. Por lo contrario, lo que se pide y se confía conseguir es sencillamente algo muy conveniente y necesario, aunque difícil y extraordinario; pero nada de milagros infalibles, y a plazos fijos, y por modos y prácticas supersticiosas. Todo está fundado en el dogma católico de la oración e intercesión de los Santos, y en la creencia y confianza del cristiano en el poder y bondad del Santo Patriarca. Es una Novena, pero de treinta días, muy a propósito para promover la devoción al Santo y la confianza en Él.

La práctica de esta devoción ha de ser muy sencilla. Récese la oración treinta días consecutivos; y será más eficaz rezarla ante la imagen o altar del Santo; pero cuando eso no sea posible, puede rezarse en la casa particular. Se recomienda mucho la comunión, al menos los miércoles de esos treinta días. Finalmente, se ruega la comunicación de las gracias obtenidas y propagar esta devoción.

Treinta Días De San José

Para obtener alguna gracia extraordinaria

¡Oh, amabilísimo Patriarca San José! Desde el abismo de mi pequeñez y miseria os contemplo con emoción y alegría de mi alma en vuestro trono del cielo, como gloria y gozo de los Bienaventurados, pero también como padre de los huérfanos en la tierra, consolador de los tristes, amparador de los desvalidos, auxiliador de los Ángeles y Santos ante el trono de Dios, de vuestro Jesús y de vuestra santa Esposa.

Por eso yo pobre, desvalido, triste y necesitado, a Vos dirijo hoy y siempre mis lágrimas y penas, mis ruegos y clamores del alma, mis arrepentimientos y mis esperanzas; y hoy especialmente os traigo ante vuestro altar y vuestra imagen una pena que consoléis, un mal que remediéis, una desgracia que impidáis, una necesidad que socorráis, una gracia que obtengáis para mí y para mis seres queridos.

Y para conmoveros y obligaros a oírme y conseguírmelo, os lo pediré y demandaré durante treinta días continuos, en reverencia a los treinta años que vivisteis en la tierra con Jesús y María, y os lo pediré, urgente y confiadamente, invocando todos los títulos que tenéis para compadeceros de mí, y todos los motivos que tengo para esperar que no dilataréis el oír mi petición y remediar mi necesidad; siendo tan cierta mi fe en vuestra bondad y poder, que al sentirla os sentiréis también obligado a obtener y darme más aún de lo que os pido y deseo.

  1. Os lo pido por la bondad divina que obligó al Verbo Eterno a encarnarse y nacer en la pobre naturaleza humana, como Hijo de Dios, Dios Hombre y Dios del hombre.
  2. Os lo suplico por vuestra ansiedad inmensa al sentiros obligado a abandonar a vuestra santa Esposa.
  3. Os lo ruego por vuestra resignación dolorosísima para buscar un establo y un pesebre para palacio y cuna de Dios nacido entre los hombres.
  4. Os imploro por la dolorosa y humillante Circuncisión de vuestro Jesús, y por el santo, glorioso y dulcísimo nombre que le impusisteis por orden del Eterno.
  5. Os lo demando por vuestro sobresalto al oír del Ángel, la muerte decretada contra vuestro Hijo Dios, por vuestra obedientísima huida a Egipto, por las penalidades y peligros del camino, por la pobreza extrema del destierro y por vuestras ansiedades al volver de Egipto a Nazaret.
  6. Os lo pido por vuestra aflicción dolorosísima de tres días, al perder a Vuestro Hijo, y por vuestra consolación suavísima al encontrarle en el templo, y por vuestra felicidad inefable de los treinta años que tuvisteis en Nazaret con Jesús y María sujetos a vuestra autoridad y providencia.
  7. Os lo ruego y espero por el heroico sacrificio, con que ofrecisteis la víctima de vuestro Jesús al Dios Eterno para la cruz y para la muerte por nuestros pecados y nuestra redención.
  8. Os lo demando por la dolorosa previsión que os hacía todos los días contemplar aquellas manos infantiles, taladradas después en la cruz por agudos clavos; aquella cabeza que se reclinaba dulcísimamente sobre vuestro pecho, coronada de espinas; aquel cuerpo divino que estrechabais contra vuestro corazón, desnudo, ensangrentado y extendido sobre los brazos de la Cruz, aquel último momento en que le veíais expirar y morir.
  9. Os lo pido por vuestro dulcísimo tránsito de esta vida en los brazos de Jesús y María y vuestra entrada en el Limbo de los Justos y al fin en el cielo.
  10. Os lo suplico por vuestro gozo y vuestra gloria, cuando contemplasteis la Resurrección de vuestro Jesús, su subida y entra en los cielos y su trono de Rey inmortal de los Siglos.
  11. Os lo demando por vuestra dicha inefable, cuando visteis salir del sepulcro a vuestra santísima esposa resucitada, y ser subida a los cielos por los Ángeles, y coronada por el Eterno, y entronizada en un solio junto al vuestro.
  12. Os lo pido y ruego y espero confiadamente por vuestros trabajos, penalidades y sacrificios en la tierra, y por vuestros triunfos y glorias y feliz bienaventuranza en el cielo con vuestro Hijo Jesús y vuestra esposa Santa María.

¡Oh, mi buen Patriarca San José! Yo, inspirado en las enseñanzas de la Iglesia Santa y de sus Doctores y Teólogos, y en el sentido universal del pueblo cristiano, siento en mí una fuerza misteriosa, que me alienta y obliga a pediros y suplicaros y esperar me obtengáis de Dios la grande y extraordinaria gracia que voy a poner ante vuestra imagen y ante vuestro trono de bondad y poder en el cielo.

(Aquí, levantando el corazón a lo alto, se le pedirá al Santo, con amorosa instancia, la gracia que se desea).

Obtenedme también para los míos y los que me han pedido ruegue por ellos, todo cuanto desean y le es conveniente.

San José rogad por nosotros: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

ORACIÓN: Oh, Dios, que con inefable providencia te dignaste escoger al bienaventurado José por Esposo de tu Madre Santísima; concédenos que, pues le veneramos como protector en la tierra, merezcamos tenerle como intercesor en los cielos. Oh Dios, que vives y reinas en los siglos de los siglos. Amén.

Oración Final A San José

A vos recurrimos en nuestra tribulación, bienaventurado José; y después de haber implorado el auxilio de vuestra Santísima Esposa, solicitamos también confiadamente vuestro Patrocinio. Por el afecto que os unió a la Virgen Inmaculada, Madre de Dios; por el amor paternal que profesasteis al Niño Jesús, os suplicaos que volváis benigno los ojos a la herencia que Jesucristo conquistó con su Sangre, y que nos socorráis con vuestro poder en nuestras necesidades.

Proteged, prudentísimo Custodio de la Divina Familia, el linaje escogido de Jesucristo; preservadnos Padre amantísimo, de todo contagio, de error y corrupción, sednos propicio y asistidnos desde el Cielo, poderosísimo Protector nuestro, en el combate que al presente libramos contra el poder de las tinieblas. Y del mismo modo que, en otra ocasión, librasteis del peligro de la muerte al Niño Jesús, defended ahora a la Santa Iglesia de Dios, contra las asechanzas de sus enemigos y contra toda adversidad. Amparad a cada uno de nosotros con vuestro perpetuo patrocinio; a fin de que, siguiendo vuestros ejemplos, y sostenidos por vuestros auxilios, podamos vivir santamente, morir piadosamente y obtener la felicidad eterna del Cielo. Amén.

(Padrenuestro, Avemaría y Gloria).

miércoles, 11 de mayo de 2022

Metodo Para Oir Devotamente La Santa Misa

 Método Para Oír Devotamente La Santa Misa

Metodo Para Oir Devotamente La Santa Misa

Ofrecimiento

Eterno Padre, os ofrezco el sacrificio que de sí mismo hizo sobre la Cruz y ahora renueva en este altar vuestro Hijo Jesús, para adoraros y daros el honor que merecéis; para daros gracias por los innumerables beneficios recibidos; para aplacar vuestra justicia irritada por tantos pecados; para implorar gracia y misericordia en mi favor; por los afligidos y atribulados; por los pobres pecadores; por todo el mundo y por las benditas almas del purgatorio.

A La Confesión

Señor Dios mío Jesucristo, que al acercarse vuestra Pasión, quisisteis ser afligido por mí en el huerto de Getsemaní: concededme gracia para sufrir con santa resignación todas las penas y trabajos, a fin de que, padeciendo con Vos, tenga después el consuelo de ser participante de los méritos de vuestra Pasión Santísima.

A La Entrada (Introito)

¡Oh, pacientísimo Jesús mío, que quisisteis ser vendido y entregado por Judas, preso y atado por gente armada, y llevado a casa de Anás!: no permitáis que yo caiga en pecado alguno, sino que en todo haga vuestra santa voluntad.

Al Señor Ten Piedad (Kyrie Eléison)

¡Oh, Salvador mío, piadosísimo, que mirando con ojos de clemencia a Pedro, que os había negado por tres veces, le disteis amargas lágrimas de sincera piedad!: miradme también a mí con ojos piadosos, para que pueda llorar delante de Vos mis culpas, y merecer de vuestra piedad aquellas gracias que necesito para no volver jamás a negaros.

Al Gloria (Glória In Excélsis)

¡Oh, Criador mío, amabilísimo, a quien cantaron los Ángeles, publicando la paz en la tierra el día que nacisteis, comenzando ya a padecer por mí!: asistidme con vuestro amor, para que os ame y alabe por lo mucho que desde el pesebre hasta la cruz padecisteis por mí, y dadme la paz interior y exterior para estar siempre unido con Voz y con mis prójimos.

Al Primer "El Señor Esté Con Vosotros" (Dóminus Vovíscum)

¡Oh, resplandeciente luz del Eterno Padre, que iluminasteis a los Reyes Magos para que os adorasen, y quisisteis ser circuncidado para derramar por mí vuestra sangre!: iluminad mi alma para que os adore como a Dios, os ofrezca mirra de mortificación, incienso de oración y oro de perfecta caridad.

A La Epístola Y Gradual

¡Oh, Maestro sapientísimo, que instruisteis a los Apóstoles para que enseñasen a los hombres las verdades católicas, y, sin embargo, quisisteis ser llevado y acusado falsamente ante el tribunal de Pilato!: enseñadme a apartarme de las falsas doctrinas y a creer y poner en práctica las verdades que Vos me enseñáis por vuestros ministros.

Al Evangelio

¡Oh, Sabiduría infinita, que predicasteis a los hombres para apartarlos del pecado, y quisisteis ser llevado por mi amor desde la casa de Herodes a la de Pilato!: concededme que, haciéndome superior a las conspiraciones de los enemigos de mi alma, tome ocasión para conformarme más y más con vuestra divina voluntad.

Al Credo

¡Oh, amantísimo Redentor, que padecisteis tantas penas para instruirme en vuestra santa fe, y disteis tanta fortaleza a los Mártires!: dadme una fe viva para creer cuanto Vos enseñasteis, y manda creer vuestra santa Iglesia, y que yo viva y muera en esta misma santa fe.

Al Descubrir El Cáliz Y Al Ofertorio

¡Oh, inocentísimo Jesús, que quisisteis ser desnudado, azotado y coronado de espinas!: haced que yo me desnude de todos los afectos terrenos, poniendo en Vos todo mi amor, y me ofrezca con entera voluntad a sufrir todas las adversidades y trabajos a honra y gloria de Vuestra Divina Majestad.

Al Lavatorio

Señor mío Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que, declarado inocente por el presidente Pilato, no rehusasteis oír las furiosas voces de los judíos: concededme vuestra santa gracia para que yo pueda vivir con inocencia entre los enemigos de mi alma, y para que nunca sea perturbado por la mala voluntad de los hombres perversos.

Al Prefacio Y Santo (Sanctus)

¡Oh Rey de Israel, cuya triunfal entrada en Jerusalén fue festejada con cánticos de júbilo, y, sin embargo, quisisteis veros vilipendiado por el mismo pueblo y condenado por Pilato a morir en cruz!: haced que yo aborrezca todas las satisfacciones mundanas, que abrace los desprecios y que coloque mi gloria en llevar la cruz de la mortificación y penitencia de mis culpas.

Al Canon

¡Oh, Pastor fidelísimo de nuestras almas, que as amasteis hasta el extremo de dar por ellas la vida, padeciendo antes en vuestra pasión innumerables afrentas e injurias!: os suplico, Señor, que me deis gracia para sufrir por vuestro amor todas las calumnias y persecuciones, para que después de mi muerte pueda descansar en Vos y bendeciros por una eternidad.

A La Consagración

¡Oh suavísimo Jesús, que en la última Cena os disteis a los Apóstoles en cuerpo, alma y divinidad en el Santísimo Sacramento!: dad fin a mis culpas, y hacedme partícipe de la suavidad y dulzuras de ese pan celestial.

Al Levantar La Hostia

¡Señor mío y Dios mío!: yo adoro vuestro sagrado Cuerpo que, en el ara de la Cruz, fue inmolado para la redención de todo el mundo.

Al Levantar El Cáliz

¡Señor mío y Dios mío!: yo adoro vuestra preciosa Sangre, que, derramada en la Cruz, fue ofrecida al Eterno Padre para nuestra salvación.

Después De La Elevación De La Hostia Y El Cáliz

¡Señor Dios mío Jesucristo, que, clavado de pies y manos en la Cruz, rogasteis al Eterno Padre por todo el género humano, y con especialidad por los que acababan de crucificaros!: dadme una verdadera mansedumbre y paciencia para que ame a mis enemigos y haga bien a los que me aborrecen.

Al Todo Honor Y Gloria (Omnis Honor Et Glória)

¡Oh, Salvador mío, Jesucristo, que en la Cruz encomendasteis a Juan vuestra Santísima Madre, y pusisteis al discípulo amado bajo la ternura maternal de la Virgen!: yo me encomiendo a Vos, imitando aquella intimidad con que recomendasteis a los dos recíprocamente, para que merezca unirme a Vos por amor, y por la intercesión de ambos sea preservado de todo mal en los peligros y adversidades.

Al Líbranos Del Mal (Sed Libera Nos A Malo)

¡Oh, dulcísimo Jesús!: así como vuestra alma, unida a la Divinidad, descendió al limbo para dar libertad a las almas de los Santos Padres, os suplico que saquéis la mía del limbo de la culpa, librándola del infierno, para que, al salir de esta vida, pueda cuanto antes ir a cantar vuestras alabanzas junto con los Santos en la gloria.

Al Partir La Hostia

¡Oh, Sabiduría infinita, que habiendo resucitado os aparecisteis a los discípulos que iban a Emaús, y os disteis a conocer en el modo de partir el pan, dejándolos con grande admiración y consuelo!: os suplico, Señor, que os dignéis manifestarme cuanto pueda serme útil para mi salvación, a fin de que pueda disfrutar de los admirables frutos de vuestra Resurrección.

A La Paz (Pax Dómini)

¡Oh, gloriosísimo Jesús, que en vuestra Resurrección triunfante os aparecisteis a vuestros discípulos y les inculcasteis la paz y la unión!: concededme que mi alma resucite a la vida de la gracia para que siempre os ame y merezca subir con Vos a la Patria celestial.

Al Cordero De Dios (Agnus Dei)

Señor mío Jesucristo, ya que en vista de vuestra paciencia en los tormentos y muerte afrentosa, muchos golpeándose el pecho lloraron sus culpas y se convirtieron, os suplico que por vuestra Pasión y Muerte me otorguéis un sincero dolor de mis pecados y que nunca os ofenda.

A La Comunión Y Poscomunión

¡Oh, Jesús purísimo!: Vos, que por mi amor quisisteis ser puesto en un sepulcro nuevo de piedra, que a los tres días de enterrado resucitasteis y por espacio de cuarenta días os aparecisteis varias veces a vuestros Apóstoles, revistiéndolos a ellos y a sus sucesores del poder de perdonar pecados, concededme, Dios mío, que por una buena confesión, hecha a vuestros ministros resucite a la vida de la gracia, que sea purificado y se renueve mi corazón, y pueda, presentarme un día con la estola cándida entre vuestros elegidos en la patria celestial.

Al Último El Señor Esté Contigo (Dóminus Vobíscum)

¡Señor mío Jesucristo, que cuarenta días después de vuestra gloriosa Resurrección subisteis al cielo en presencia de vuestros discípulos!: concededme que mi alma tenga fastidio de todas las cosas terrenas y solamente aspire a las eternas, deseando a Vos, ¡oh, mi Señor!, como a fuente de toda dicha y como al santuario de todo descanso para el alma cristiana.

Al Dar El Sacerdote La Bendición

¡Jesús amorosísimo, que enviasteis el Espíritu Santo a vuestros discípulos cuando estaban arrebatados en altísima contemplación!: limpiad enteramente mi corazón, para que el mismo Espíritu divino, hallando agradable morada en mi alma, se digne adornarla y consolarla con sus divinos dones y gracias.

Al Evangelio De San Juan

¡Oh, Jesús, que por medio de los Apóstoles notificasteis a las naciones los misterios de vuestra divinidad y humanidad, cuya presentación acaba de realizarse en el santo sacrificio de la Misa!: con el más profundo rendimiento, os suplico, Señor mío, tengáis a bien llevarme a la gloria, en donde, viéndoos cara a cara, os alabe eternamente.

jueves, 5 de mayo de 2022

Los Libros De Los Evangelios Y Hechos De Los Apostoles

 Los Libros De Los Evangelios Y Hechos De Los Apóstoles

Evangelios

A continuación vamos a dar una idea de los cuatro Evangelios canónicos (Evangelio de San Mateo, Evangelio de San Marcos, Evangelio de San Lucas y Evangelio de San Juan) y del libro de los Hechos de los Apóstoles, los cuales nos narran la vida de Jesucristo y los orígenes y primeros años de la Iglesia por Él fundada.

El Vocablo Evangelio

Es una palabra griega que etimológicamente significa "buen anuncio o nueva". Usado por los autores clásicos para indicar el premio o sacrificio por una buena nueva, pasó luego a indicar esta misma buena noticia; y este es el significado que tiene en el Nuevo Testamento: la buena nueva que nos trajo Cristo, la nueva economía de salvación. Y esto significa en las expresiones: "evangelio de Dios"; "evangelio de fe"; "evangelio de salud", etc. Por una sinécdoque tan frecuente en todas las lenguas, del contenido se pasó al continente indicando los libres que contenían o en que se narraba esa buena nueva. Así hallamos ya este significado a mediados del siglo II en San Justino, que llama a los escritos "memorias de los apóstoles" o "evangelios".

Contenido General De Los Evangelios Y Características

De una manera general podemos decir que los evangelios nos relatan la Vida, Pasión y Resurrección de Cristo con algunos de los milagros que realizó y la doctrina que predicó. La infancia del Salvador solo la relatan Mateo y Lucas, diferenciándose en los hechos relatados.

El cuarto evangelio se nos presenta de una manera muy distinta a como se nos ofrecen los otros tres, los cuales, por su semejanza, por darnos en un plan semejante y como en sinopsis la historia de Cristo, se ha denominado con el vocablo SINÓPTICOS.

Las características de los SINÓPTICOS en oposición al cuarto Evangelio son: que aquellos se detienen en el ministerio de Jesús en Galilea, este en el de Judea. Los tres primeros evangelios contienen la doctrina más sencilla de Jesús al pueblo, instrucciones a los apóstoles, parábolas, incidentes con los escribas y fariseos sobre puntos de la ley; los milagros tienden a manifestar la misericordia de Jesús para con los desgraciados. En cambio, el cuarto evangelio contiene largos discursos de Jerusalén sobre divina misión, sus milagros (distintos de los narrados por los otros tres, fuera del de la multiplicación de los panes) se consideran como "signos" o argumentos de su misión. En el relato de la Cena, San Juan omite la institución de la eucaristía narrada por los SINÓPTICOS y se detiene en el largo discurso de Jesús en el Cenáculo. En el relato de la pasión y resurrección de Jesús, el cuarto evangelio procede de otra manera y contiene otros detalles omitidos por los anteriores. El estilo, el vocabulario es bastante distinto.

Plan General De Los Evangelios Sinópticos

He aquí de una manera esquemática la marcha de la narración de los tres primeros evangelios:

  • Infancia del Salvador: Mateo y Lucas, si bien con distintos hechos.
  • Ministerio del Bautista
  • Ministerio de Jesús a partir de su bautismo, entremezclándose los milagros, discursos de Jesús, incidentes con los escribas y fariseos hasta la mitad del ministerio que pone en la trasfiguración y primer anuncio de la pasión.
  • En San Lucas sigue una sección larga del viaje de Jesús hacia Jerusalén que los otros dos no mencionan.
  • Ministerio de Jesús en Jerusalén la última semana de su vida mortal.
  • Sigue el relato de la cena, de la pasión, resurrección y apariciones de Jesús a los suyos.
Dentro de este plan común, cada uno de los tres SINÓPTICOS adopta un plan y su orden, selecciona su materia. A veces coinciden en el orden de ciertas narraciones o de pronto varían; dentro de un mismo relato, cada cual tiene sus distintos detalles. En el estilo y vocabulario a veces vemos concordancias o discordancias raras que no se explican. Cada cual tiene sus perícopas propias, sea en los sermones de Jesús, en los milagros o en algún incidente de la pasión o apariciones de Jesús resucitado.

El plan general del cuarto evangelio es este:

  • Prólogo y testimonio del Bautista sobre Cristo (distinto del de los SINÓPTICOS).
  • Primera manifestación en Galilea (bodas de Caná).
  • Coloquio íntimo con Nicodemo.
  • Paso por Samaría y coloquio con la samaritana.
  • Primeros incidentes en Jerusalén y discurso de Jesús.
  • Multiplicación de los panes y sermón sobre la Eucaristía.
  • Nuevos incidentes en Jerusalén durante las festividades y discursos de Jesús (curación del ciego de nacimiento).
  • La resurrección de Lázaro y fin del ministerio público.
  • Última cena y discursos después de ella.
  • Pasión, resurrección y apariciones de Jesús (distintas de las de los SINÓPTICOS).

La Autenticidad De Los Evangelios

Que los evangelios sean de los autores que la tradición constante de la Iglesia ha admitido y de la época entre los años 50-65, fue negado por los críticos modernos, los cuales, poco a poco, van volviendo a las posiciones tradicionales.

Los argumentos externos o de autoridad remontan a fines del siglo I, o sea, pocos años después de la aparición de los evangelios. Ya los citan los Padres apostólicos. Expresamente, habla del primero y segundo evangelio, un fragmento en Papías; posteriormente el fragmento muratoriano, San Justino y San Ireneo (fines del siglo II), Tertuliano, San Cipriano, Orígenes (primera mitad del siglo III) y así todos los demás escritores posteriores. Difícilmente obra alguna de la antigüedad tendrá testimonios tan antiguos en tal cantidad y unanimidad como nuestros evangelios. Las razones internas abonan la autenticidad de los evangelios, pues, un examen somero de los mismos nos pone ante testigos oculares de los sucesos o quienes vivieron con estos; el lenguaje semitizante y popular delata enseguida a escritores hebreos. Su narración sencilla, sincera, imparcial, el conocimiento de la geografía de Palestina, de los usos y costumbres de aquel tiempo, difícilmente lo conseguiría un autor posterior o que se hubiera fingido de entre los discípulos de Cristo.

Los Autores De Los Evangelios

  1. Del primero se nos da como autor al apóstol San Mateo, del que nos hablan los SINÓPTICOS, como de un publicano o recaudador de contribuciones, llamado por Cristo al apostolado. Escribió, según testimonio antiquísimo de Papías, en hebreo (mejor dicho, en arameo, la lengua entonces popular en Palestina), siendo traducido el evangelio posteriormente, tal vez ya en tiempos del mismo autor y por él al griego. El original hebreo se ha perdido, pues, los escritores más antiguos no citan más que el griego. Fue dirigido el evangelio a los cristianos convertidos del judaísmo para confirmarlos en la fe de la mesianidad de Jesús, como se desprende de las veces que cita al Antiguo Testamento, como cumplido en la vida de Jesús con la fórmula estereotipada: "Esto pasó para que se cumpliese lo del profeta..." La fecha de la composición de este evangelio, en su lengua original, se pone hacia el año 50 y su traducción poco después. Aparte de la fórmula antes indicada, como características de este evangelio tenemos las expresiones "reino de los cielos", "Padre que estás en los cielos" y la agrupación en sermones largos de las sentencias de Jesús de sus parábolas (cap. XIII) o serie de milagros.
  2. Del segundo evangelio se nos da por autor a San Marcos, hijo de una tal María, en cuya casa estuvo la primera iglesia cristiana, según los Hechos; fue compañero de San Pablo y Bernabé, y por fin de San Pedro, según cuya predicación redactó el evangelio. A ruegos de los cristianos lo redactó en Roma por el año 60, siendo después aprobado por San Pedro. Es el evangelio más breve (omite la infancia), de estilo más sencillo, pero de detalles pintorescos; se fija en los milagros, sobre todo en la curación de los endemoniados. Su fin es de manera popular mostrar en Jesús al Hijo de Dios, poderoso en obras y en palabras. Apenas tiene algún que otro detalle o milagro que no se halle en los otros dos evangelistas. Por esto le llamó San Agustín, aunque no tan propiamente, "abreviador de San Mateo".
  3. Se reconoce autor del tercer evangelio a San Lucas, de origen gentil, de profesión médico (lo de pintor es una tradición o leyenda muy posterior), y compañero de San Pablo, como nos consta por los Hechos y epístolas. De estilo más atildado que los otros dos; más cuidadoso en la información de los hechos y en el orden histórico, como lo indica al principio del evangelio. Entre las fuentes auténticas hay que poner (al menos para el relato de la infancia) el testimonio de la misma Virgen (Cf. Luc. II, 19. 51). Se caracteriza este evangelio por sus miras universalistas o de destino de la salud mesiánica a todo el mundo, en consonancia con la doctrina paulina con la que ofrece muchas semejanzas. Fue destinado a los cristianos provenientes de la gentilidad y escrito en Roma por los años 62-64 y poco antes de escribir los Hechos. Ambos escritos van dedicados al noble Teófilo.
  4. El cuarto evangelio se presenta como la obra de un testigo ocular, el que se denomina "el discípulo que amaba Jesús" y que no es otro que San Juan apóstol, hermano de Santiago, hijos de Zebedeo. El conocimiento de las cosas de Paletina, los datos minuciosos de lugar, tiempo y circunstancias de los hechos delatan a un autor ocular y consciente de escribir un relato histórico. Se ha combatido rudamente la autenticidad de este evangelio por los racionalistas y críticos por la importancia dogmática del mismo. Pero en pro de su autenticidad militan los mismos y mayores argumentos que en pro de los otros tres. El fin del evangelio se indica claramente al final del mismo: "Esto se ha escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios y para que creyendo en él tengáis la vida eterna". Las características de este evangelio son bien destacadas por su vocabulario, los sermones largos y profundos de Jesús dentro de un estilo más bien popular y de sabor marcadamente semítico. Modernamente, se le ha comparado con los escritos recientemente descubiertos en Qumran, hallándose no pocas semejanzas. Escrito a fines del siglo I de nuestra era bien pronto fue citado y usado como los evangelios anteriores.
Hechos De Los Apostoles

El Libro De Los Hechos De Los Apóstoles

Este escrito tiene por autor al mismo del tercer evangelio, o sea, a San Lucas, como se dice expresamente en su prólogo. Van dedicados al mismo personaje y se completan mutuamente, ya que el segundo es continuación del primero. Es la historia de la primitiva Iglesia. De todos modos, el título puede inducir a engaño, si se piensa, se habla en el libro de todos los apóstoles. Solo en los primeros capítulos de la obra se habla de la actividad de San Pedro y de otros personajes en la primitiva Iglesia de Jerusalén, y a partir del capítulo XIII hasta el fin, exclusivamente de los  viajes apostólicos de San Pablo hasta su primera cautividad por el año 63. En este se supone comuesto el libro que se termina un tanto bruscamente. A través de la narración, el autor unas veces habla en primera persona, otras en tercera, ya que a unos hechos él asistió personalmente y de otros estuvo ausente, pero se pudo informar bien  del mismo San Pablo y de sus compañeros. La autenticidad de esta obra y su exactitud histórica ha sido bien comprobada por documentos históricos contemporáneos.

La Cuestión Sinóptica

Cuestión muy debatida en los últimos tiempos. Tiene por objeto determinarel origen de nuestros tres primeros evangelios, sus mutuas relaciones entre las semejanzas y discrepancias que nos ofrecen en sus relatos, en el orden con que los disponen, en la redacción y estilo. Se han propuesto innumerables hipótesis y combinaciones que se reducen a estas: tres distintas catequesis o tradicionales orales: la de Jerusalén, la de Roma y la de las iglesias paulinas como origen de los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas, respectivamente. Preexistencia de documentos escritos de que dependan los evangelios en su redacción definitiva. Mutua dependencia entre ellos con varias combinaciones. Hipótesis de las "dos fuentes", una colección de sentencias y discursos del Señor y el evangelio de Marcos en estado anterior al actual. Esta teoría tan como la defendían los críticos fue rechazada por la Comisión Bíblica romana por negar la autenticidad de los evangelios. Hoy día, generalmente se apela a una hipótesis mixta. A base de la misma tradición oral que ciertamente existió en la Iglesia primitiva antes de escribirse los evangelios. Luego, parece existieron escritos parciales sobre los discursos, los milagros, la pasión del Señor. Tampoco se descarta alguna dependencia a los otros dos. Hata el presente, ninguna explicación  ha logrado resolver todas las dificultades que ofrece la comparación de los tres evangelios entre sí. La primera tentativa extensa la hizo San Agustín en su libro "Del consentimiento de los evangelistas", tratando de resolver las aparentes discrepancias que se observan en su narración.

jueves, 3 de febrero de 2022

Novena A La Virgen De La Candelaria

 Novena A La Virgen De La Candelaria

Virgen De La Candelaria

Origen

No hay acuerdo sobre el año de la aparición de la Virgen de la Candelaria, pero la mayor opinión es que apareció en la desembocadura del barranco de Chimisay, parroquia de Güimar, 95 años antes de la conquista de Tenerife, es decir, aparecería del 1400 al 1401. Fray Alonso de Espinosa escribió la historia en 1594.  

Iban dos pastores guanches a encerrar su ganado a las cuevas cuando notaron que el ganado se remolinaba y no quería entrar. Buscando la causa miraron hacia la embocadura del barranco y vieron sobre una peña, casi a la orilla del mar, la santa imagen, la cual creyeron estar animada. Como estaba prohibido a los hombres hablar o acercarse a las mujeres en despoblado, le hicieron señas para que se retirase a fin de que pasase el ganado. Pero al querer ejecutar la acción, el brazo se le quedó yerto y sin movimiento. El otro pastor quiso herirla con su cuchillo. Pero en vez quedó herido el mismo. Asustados, huyeron los dos pastores a Chinguano, a la cueva-palacio del rey Acaymo, para referirle lo acontecido. El rey fue a ver con sus consejeros. Ella nada respondía, pero nadie se atrevía a tocarla. El rey decidió que fuesen los mismos dos pastores ya heridos, quienes la recogieran para llevarla al palacio. Ellos, al contacto con la imagen, quedaron sanados. El rey comprendió que aquella mujer con el niño en brazos era cosa sobrenatural. El mismo rey entonces quiso llevarla en sus brazos, pero después de un trecho, por el peso, necesitó pedir socorro. Es así que en lugar de la aparición hay hoy día una gran cruz y en el lugar donde el rey pidió socorro, un santuario a Nuestra Señora del Socorro.

La llevaron a una cueva cerca del palacio del rey, hoy convertida en capilla. Más tarde, un joven llamado Antón, que había sido tomado como esclavo por los españoles y había logrado escapar y regresar a su isla, reconoció en la imagen milagrosa a la Virgen María. Él, habiendo sido bautizado, le relató al rey y a su corte la fe cristiana que el sostenía. Así llegaron a conocer a la Virgen María como "La Madre del sustentador del cielo y tierra" y la trasladaron a la cueva de Achbinico para veneración pública.

La imagen fue robada por los españoles, pero devuelta tras una peste que ellos atribuyeron al robo sacrílego.  Más tarde, cuando los españoles conquistaron la isla, la devoción ya estaba allí arraigada. En 1526 se edificó el santuario por los muchos prodigios que Dios obraba por Nuestra Señora de la Candelaria.

De las Islas Canarias la devoción se propagó hacia América. Hernán Cortés llevaba al cuello una medalla de esta imagen. En 1826 la imagen se perdió víctima de una inundación.

Fue declarada Patrona Principal del Archipiélago Canario por decreto de la Sagrada Congregación de Ritos el día 12 de diciembre de 1867.  Coronada canónicamente el 13 de octubre de 1889.

Oración Preparatoria

Querida Virgen de la Candelaria: nos reunimos junto a ti. Traemos nuestra devoción y nuestro cariño. Acéptalo, Madre nuestra. Déjanos contemplar tus virtudes y enséñanos a imitarlas. Que nos parezcamos a ti cada día más, para agradar al Señor como tú lo hiciste y vivamos así, en paz y alegría y lleguemos luego a compartir contigo la dicha eterna de la gloria. Amén.

Letanías

Señor, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.


Virgen de la Candelaria.
Ruega por nosotros.

Virgen del Pilar de Zaragoza.
Ruega por nosotros.

Nuestra Señora de Guadalupe.
Ruega por nosotros.

Nuestra Señora de la Caridad del Cobre.
Ruega por nosotros.

Nuestra Señora de la Providencia.
Ruega por nosotros.

Señora de la Alta Gracia.
Ruega por nosotros.

Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
Ruega por nosotros.

Santa María del Rosario.
Ruega por nosotros.

Nuestra Señora de la Paz.
Ruega por nosotros.

Nuestra Señora de Suyapa.
Ruega por nosotros.

Nuestra Señora de la Concepción del Viejo.
Ruega por nosotros.

Nuestra Señora de los Ángeles.
Ruega por nosotros.

Inmaculada Concepción.
Ruega por nosotros.

Santa Señora de Coromoto.
Ruega por nosotros.

Nuestra Señora de Aparecida.
Ruega por nosotros.

Nuestra Señora de Chiquinquirá.
Ruega por nosotros.

Nuestra Señora del Quinche.
Ruega por nosotros.

Nuestra Señora de la Evangelización.
Ruega por nosotros.

Virgen de Copacabana.
Ruega por nosotros.

Virgen del Carmen.
Ruega por nosotros.

Virgencita de Luján.
Ruega por nosotros.

Virgen de los 33.
Ruega por nosotros.

Santa María de Caacupé.
Ruega por nosotros.

Virgen de Lourdes.
Ruega por nosotros.

Virgen de Fátima.
Ruega por nosotros.

Madre Amorosa de la Reconciliación.
Ruega por nosotros.

Santa María, Madre de Jesús y nuestra.
Intercede siempre por nosotros.
Ruega por nosotros Santa Madre de Dios
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas
de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Oración Para Todos Los Días

Ahora pedimos a nuestra Virgen de la Candelaria la gracia de esta (1ª, 2ª,…) noche de la novena.

Diálogo

- Oh, Virgen de la Candelaria, más que todas las criaturas, bienaventurada: te rogamos que hoy tu alma esté con nosotros para tributar nuestra adoración a Dios.

Pueblo: “Dios te salve, María”.

- Exalta, tierra entera, a nuestra amadísima Señora.

Pueblo: “Dios te salve, María”.

Apiádate, Señora, porque de cuantos en ti confían, tú eres el puerto de salvación.

Pueblo: “Dios te salve, María”.

- Líbranos, Señora, de todos los peligros, sobre todo de los temporales, de viento y granizo y de la condenación eterna. 

Pueblo: “Dios te salve, María”.

- Oh, María, nuestra esperanza, nuestro amparo y nuestro auxilio, muéstranos el camino a Jesús.

Pueblo: “Dios te salve, María”.

Consideración Del Día

Día Primero | Día Segundo | Día Tercero | Día Cuarto | Día Quinto | Día Sexto | Día Séptimo | Día Octavo | Día Noveno

Día Primero 

Virgen Inmaculada de la Candelaria: tú, que siendo purísima a los ojos de Dios, quisisteis ser purificada como los pecadores para enseñarnos la importancia de vivir en gracia de Dios: haz que también nosotros, a imitación tuya, procuremos dar la debida importancia a vivir limpios a los ojos de Dios, aunque debamos humillarnos para reconocer nuestros pecados en la confesión. Amén.

Tres Avemarías.
Continuar con Oración Final

Día Segundo 

Virgen Inmaculada de Candelaria, que estando llena de santidad te has presentado lo mismo al templo para cumplir con la Ley de Dios: haz que también nosotros, a imitación tuya, lleguemos a querer nuestro templo y considerarlo cada día más como lugar de nuestro acercamiento a Dios. Amén.

Tres Avemarías.
Continuar con Oración Final

Día Tercero 

Virgen Inmaculada de Candelaria: tú que no dudaste de poner a tu hijo Jesús en las manos de Simeón, sabiendo como rogaba en el templo por la gracia de ver al Redentor: haz que también nosotros suspiremos por tener a Cristo en nuestro corazón y así tú puedas entregarlo a Dios. Así sea.

Tres Avemarías.
Continuar con Oración Final

Día Cuarto 

Virgen Inmaculada de la Candelaria: Tú, que al presentar a tu hijo Jesús en el templo oíste el anuncio de tus dolores y lo aceptaste como la voluntad de Dios, haz, que no seamos nosotros aquella espada y nuestra maldad la causa de tus dolores. Así sea.

Tres Avemarías.
Continuar con Oración Final

Día Quinto 

Virgen Inmaculada de Candelaria: Tú, que ni al presentarte en el templo ni nunca después pregonaste tu condición de Madre de Dios para demostrar la importancia y valor de la humildad, haz que deje de importarnos el sempiterno figurar y a ejemplo tuyo crezca en nosotros el aprecio de la humildad. Así sea.

Tres Avemarías.
Continuar con Oración Final

Día Sexto 

Oh Virgen Santísima de la Candelaria: te suplicamos que nos alcances de tu hijo amado Nuestro Señor Jesucristo la gracia de imitar tus virtudes, cumplir los mandamientos y tener horror al pecado mortal. De esta manera un día gozaremos eternamente contigo en el cielo. Así sea.

Tres Avemarías.
Continuar con Oración Final

Día Séptimo 

Santísima Virgen de la Candelaria: conscientes de nuestras debilidades, acudimos a ti, para que nos alcances la gracia de Nuestro Señor Jesucristo, de poder llevar una vida digna de nuestra vocación cristiana, imitar tus virtudes y conseguir así el premio de la vida eterna. Así sea.

Tres Avemarías.
Continuar con Oración Final

Día Octavo 

Virgen Inmaculada de la Candelaria: por tu pureza virginal, tu inmaculada concepción y tu prerrogativa de Madre de Dios, alcánzame de tu amado hijo, la humildad, la serenidad, la pureza del corazón, de cuerpo y de espíritu, la santa perseverancia en el bien, el don de la oración, una santa vida y gloriosa eternidad. Así sea.

Tres Avemarías.
Continuar con Oración Final

Día Noveno

Virgen Inmaculada de la Candelaria; por tu obediencia al Padre, conscientes de nuestra soberbia y orgullo, te suplicamos nos ayudes a aceptar la voluntad de Dios, para que toda nuestra vida no sea otra cosa que un renovado Si, al querer del Padre Eterno. Así sea

Tres Avemarías.
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Oración Final

Te damos gracias, Madre y Señora nuestra. Somos tus hijos y nos ponemos en tus manos, para que nos eduques y logres hacer de nosotros verdaderos hijos de Dios, cristianos santos y alegres. Amén.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

Santísima Virgen de la Candelaria.
Ruega por nosotros. (3 veces)

sábado, 8 de enero de 2022

Oracion A San Benito Abad Para Alejar Enemigos Y Envidias

 Oración A San Benito Abad Para Alejar Enemigos Y Envidias

Oracion A San Benito Abad

Oh glorioso San Benito, modelo sublime de todas las virtudes, vaso puro de la gracia de Dios. Heme aquí, humildemente postrado ante ti. Imploro tu corazón lleno de amor para que intercedas por mí ante el trono divino de Dios.

A ti recurro en todos los peligros que a diario me rodean. Protégeme contra mis enemigos, contra el maligno enemigo en todas sus formas e inspírame a imitarte en todas las cosas

Que tu bendición esté conmigo siempre, de modo que pueda huir de todo lo que no es agradable a Dios y evitar así las ocasiones de pecado.

Dulcemente te pido, que me consigas de Dios los favores y gracias de las cuales yo estoy tan necesitado, en las pruebas, en las miserias y en las aflicciones de la vida.

Tu corazón siempre estuvo tan lleno de amor, compasión y misericordia hacia los que estaban afligidos o con problemas de cualquier tipo.

Tú nunca has despedido sin consuelo y asistencia a cualquiera que haya recurrido a ti. Por lo tanto, invoco tu poderosa intercesión, con esperanza y confiado en que tú escucharás mis oraciones y me alcanzarás la gracia especial y favor que tan seriamente te imploro (pedir el favor a recibir), si es para la mayor gloria de Dios y el bien de mi alma.

Ayúdame, Oh gran San Benito, vivir y morir como un hijo fiel de Dios, que sea siempre sumiso a Su santa voluntad, para lograr la felicidad eterna del cielo.

Amén.