Rosario Al Sagrado Corazón De Jesús
La devoción al Sagrado Corazón de Jesús es una forma de representar, invocar y adorar el Amor con el que Cristo ama a Su Padre y a todos nosotros. Aunque sus orígenes se remontan a la edad media, e incluso antes, realmente comenzó en el siglo XVII, cuando Jesús se le apareció varias veces a la hermana francesa Margarita María Alacoque.
Las 12 promesas de Nuestro Señor a Santa Margarita María Alacoque a favor de aquellos que están dedicados a Su Sagrado Corazón son:
- Les daré todas las gracias necesarias en su estado de vida.
- Estableceré la paz en sus casas.
- Los consolaré en todas sus aflicciones.
- Seré su refugio seguro durante la vida y, sobre todo, en la muerte.
- Otorgaré una gran bendición a todas sus empresas.
- Los pecadores encontrarán en Mi Corazón la fuente y el océano infinito de la misericordia.
- Las almas tibias se volverán fervientes.
- Las almas fervientes se montarán rápidamente a la alta perfección.
- Bendeciré cada lugar donde se establezca y honre una imagen de Mi Sagrado Corazón.
- Le daré al sacerdote el don de tocar los corazones más endurecidos.
- Aquellos que promuevan esta devoción tendrán sus nombres escritos en Mi Corazón, para nunca ser borrados.
- Te prometo en la misericordia excesiva de Mi Corazón que Mi todopoderoso amor otorgará a todos aquellos que comulguen el primer viernes de cada mes, durante nueve meses consecutivos, la gracia de la penitencia final; no morirán en mi disgusto ni sin recibir los sacramentos; Mi Divino Corazón será su refugio seguro en este último momento.
Se recomienda rezar el Rosario al Sagrado Corazón de Jesús para darle gracias y hacer petición por las necesidades que se tengan. Puede usarse un rosario convencional para usar sus cuentas.
- En las cuentas grandes: Jesús, dulce y humilde de Corazón, haced el mío, semejante al Vuestro.
- En Las cuentas pequeñas: Sagrado Corazón de Jesús, en ti confío.
- Al final de cada decena, decir la jaculatoria: Dulce Corazón de María, sé la Salvación del alma mía.
Inicio
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor Dios nuestro.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Ánima Christi
Alma de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo, embriágame. Agua del costado de Cristo, lávame. Pasión de Cristo, confórtame. ¡Oh, buen Jesús!, óyeme. Dentro de tus llagas, escóndeme. No permitas que me aparte de Ti. Del maligno enemigo, defiéndeme. En la hora de mi muerte, llámame. Y mándame ir a Ti. Para que con tus santos te alabe. Por los siglos de los siglos. Amén.
Primera Súplica
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.
Jesús, dulce y humilde de Corazón, haced el mío, semejante al Vuestro.
Señor, Tú has dicho por tu propia y santa voz que todo lo que pidamos en tu santo nombre, nos lo concederás. En tu santo nombre, Señor, te pedimos: (Hacer la primera petición en silencio).
Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío. (Repetir 10 veces).
Dulce Corazón de María, sé la Salvación del alma mía.
Segunda Súplica
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.
Jesús, dulce y humilde de Corazón, haced el mío, semejante al Vuestro.
Señor, Tú has dicho por tu propia y santa voz que todo lo que pidamos en tu santo nombre, nos lo concederás. En tu santo nombre, Señor, te pedimos: (Hacer la segunda petición en silencio).
Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío. (Repetir 10 veces).
Dulce Corazón de María, sé la Salvación del alma mía.
Tercera Súplica
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.
Jesús, dulce y humilde de Corazón, haced el mío, semejante al Vuestro.
Señor, Tú has dicho por tu propia y santa voz que todo lo que pidamos en tu santo nombre, nos lo concederás. En tu santo nombre, Señor, te pedimos: (Hacer la tercera petición en silencio).
Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío. (Repetir 10 veces).
Dulce Corazón de María, sé la Salvación del alma mía.
Cuarta Súplica
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.
Jesús, dulce y humilde de Corazón, haced el mío, semejante al Vuestro.
Señor, Tú has dicho por tu propia y santa voz que todo lo que pidamos en tu santo nombre, nos lo concederás. En tu santo nombre, Señor, te pedimos: (Hacer la cuarta petición en silencio).
Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío. (Repetir 10 veces).
Dulce Corazón de María, sé la Salvación del alma mía.
Quinta Súplica
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.
Jesús, dulce y humilde de Corazón, haced el mío, semejante al Vuestro.
Señor, Tú has dicho por tu propia y santa voz que todo lo que pidamos en tu santo nombre, nos lo concederás. En tu santo nombre, Señor, te pedimos: (Hacer la quinta petición en silencio).
Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío. (Repetir 10 veces).
Dulce Corazón de María, sé la Salvación del alma mía.
Consagración Al Sagrado Corazón De Jesús
Me entrego y consagro al Sagrado Corazón de nuestro Señor Jesucristo, mi persona y mi vida, mis acciones, dolores y sufrimientos, para que no pueda hacer uso de ninguna parte de mi ser, si no es para honrar, amar y glorificar el Sagrado Corazón. Este es mi propósito inmutable, ser todo Suyo y hacer todas las cosas por amor a Él, al mismo tiempo que renuncio con todo mi corazón a todo lo que le desagrada. Por lo tanto, te considero, oh, Sagrado Corazón, el único objeto de mi amor, el guardián de mi vida, mi seguridad de salvación, el remedio de mi debilidad e inconstancia, la expiación de todas las fallas de mi vida y mi refugio seguro a la hora de la muerte.
Oh, Corazón de bondad, mi justificación delante de Dios Padre, que apartó de mí los trazos de Su justa ira. Oh, Corazón de Amor, pongo toda mi confianza en ti, porque temo evertir de mi propia maldad y fragilidad, pero espero todas las cosas de tu bondad y generosidad. Quítame todo lo que pueda desagradarte o resistir Tu santa voluntad; deja que Tu amor puro imprima Tu imagen tan profundamente en mi corazón, que nunca pueda olvidarte o separarme de Ti.
Haz que obtenga de tu bondad la gracia de tener mi nombre escrito en Tu corazón, porque en Ti deseo de poner toda mi felicidad y gloria, y vivir y morir en la servidumbre a Ti. Amén.
Santa Margarita María Alacoque
Oración Final
Corazón de Jesús: ¡Misericordia! Corazón agonizante: Ten piedad de los moribundos.
Que el Corazón de Jesús en el Santísimo Sacramento sea bendecido, adorado y alabado con agradecido afecto, en todo momento, en todos los tabernáculos del mundo, hasta el fin de los tiempos. Amén.
Señor, Tú has dicho por tu propia y santa voz que todo lo que pidamos en tu santo nombre, nos lo concederás. En tu santo nombre, Señor, te dejo todas estas peticiones. Despáchalas de acuerdo a Tu santísima voluntad. Amén.
(Se puede agregar un Padrenuestro y un Avemaría por una persona enferma).
Despedida
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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