UNA SERPIENTE EN EL JARDÍN
GÉNESIS 2: 16 – 17; 3: 1 – 23; ROMANOS 5: 13 – 18
Dios le dijo a Adán: “Pueden comer de cualquier árbol del jardín, excepto de uno. No coman del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Si lo hacen, morirán”.
El diablo era una serpiente astuta. Le dijo a Eva: “No van a morir. Dios sabe que cuando coman, llegarán a ser sabios como Él”.
Eva vio que el fruto del árbol era bueno. Ella quería tener sabiduría, así que comió un poco.
Luego le dijo a Adán, y él también comió.
Adán y Eva se preocuparon porque estaban desnudos. Hicieron ropas con hojas de higuera y se escondieron de Dios.
“¿Han comido del fruto que les prohibí comer?”, preguntó Dios. Adán culpó a Eva.
Luego Eva culpó al diablo. Dios los castigó a los tres.
Desde entonces, todas las personas tendrían que morir. Adán y Eva tuvieron que irse del jardín. Dios les dio ropa de pieles para vestirse.
Porque Adán pecó, todas las personas morirán algún día, tal como Dios había dicho. Pero Jesús cambió todo eso.
BUSCA Y HALLA
- Tal como Adán, todos hemos pecado. ¿Has pedido a Jesús que perdone tus pecados?
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