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sábado, 2 de junio de 2018

Las Virtudes Teologales - Catequesis

Virtudes Teologales

¿Cuáles son las virtudes teologales?

Se llaman virtudes teologales las que se refieren directamente a Dios y son tres: Fe, Esperanza y Caridad.

¿Qué es la fe?

 Fe es tener como cierto todo lo que Dios ha dicho. Creer las verdades reveladas por Dios y enseñadas por la Iglesia.

¿Por qué es tan importante la fe?

La fe es muy importante porque la Sagrada Biblia dice: "Si tenéis fe, aunque sea tan pequeña como un granito de mostaza, nada os será imposible. todo cuanto pidáis con fe en la oración lo recibiréis. Dichosos los que creen sin haber visto. Según sea tu fe, así serán las cosas que te sucederán. Todo es posible para el que cree. Nada es imposible para quien tiene fe. El que crea se salvará y el que no crea se condenará. El que crea en el Hijo de Dios tendrá vida eterna".

¿Qué hay que hacer para que se nos aumente la fe?

Para que se nos aumente la fe, debemos pedirle a Dios, como los apóstoles que le decían: "Señor auméntanos la fe". Debemos también leer y escuchar con gusto y frecuentemente la palabra de Dios porque ella aumenta mucho la fe. Y evitar las amistades con gente que no cree y las malas lecturas y las películas malas, porque esto disminuye y acaba la fe.

¿Qué es la esperanza?

La esperanza es la virtud por la cual estamos seguros de que Dios nos premiará en la otra vida con los goces del cielo, si en esta tierra hacemos lo que Él ha mandado. Y que en esta vida nos concederá todo lo necesario para poder cumplir con nuestras obligaciones y conseguir la salvación. Y todo esto por los méritos de Jesucristo.

¿Qué es la caridad?

La caridad es una virtud sobrenatural por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a nosotros mismos, por amor de Dios.

¿Cómo se conoce que alguien tiene caridad?

Se conoce que alguien tiene caridad si se esfuerza por cumplir los mandamientos y por no pecar; si hace con frecuencia actos de amor a Dios: dándole gracias por sus favores, pidiéndole perdón por los pecados y ofreciéndole lo que hace y lo que sufre. Y si trata a los demás, como quisiera que los demás le trataran a él mismo.

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