Novena A Nuestra Señora De La Salud
Día 1 - María, Compañera De Camino
A todos los aquí reunidos para caminar con María, el Señor nos conceda paz y gracia. Amén.
Canto: Mientras Recorres La Vida
Reflexión
Se nos invita a obsequiar a la Virgen en esta advocación a lo largo de nueve días. Queremos conocerla como "salud" o "salvación" del hombre.
Ella cooperó con Su Hijo Jesús en la obra de la Redención; a través de esta misión de corredentora, la maternidad de María, conoció una transformación singular, colmándose de una "ardiente caridad" hacia la humanidad doliente, a quien estaba dirigida la misión de Cristo.
Impulsada por este ardor en su caridad, y compenetrada con Su Hijo Redentor, pudo penetrar en el alma de todos los que sufren consiguiéndoles alivio, consuelo y fortaleza.
Manifestemos ahora a María, nuestras necesidades, hechas súplica confiada, sabiendo que no puede desoír la plegaria pobre y humilde de sus hijos necesitados:
- Oremos para que María se muestre a todo el que sufre, como salud, redención y esperanza nuestra. ¡Oh María, salud de los enfermos, ruega por nosotros!
- Con María pobre y humilde, oremos por los ancianos en soledad, los niños abandonados o maltratados, los que son despreciados por nuestra sociedad. ¡Oh María, salud de los enfermos, ruega por nosotros!
- Con María, oremos al Señor por quienes hemos venido a su encuentro, confiados en su maternal protección y queriendo manifestarle nuestro cariño filial. ¡Oh María, salud de los enfermos, ruega por nosotros!
Oración
Tú, que del triste mortal eres salud y esperanza de tu Hijo, Virgen, alcanza la curación de mi mal. Y si este bien temporal no conviene al alma mía dame paciencia, oh María, hasta que, de males exento, goce la eterna alegría. Amén.
Oración Final
Señor, Tú que quisiste que tu Hijo Jesús se compadeciera y curara a los enfermos, te pedimos por intercesión de nuestra Patrona, María Salud de los Enfermos, que sepamos estar junto a los Hermanos que sufren, siendo portadoras de salvación y paz, de consuelo y amor, para que los enfermos sean confortados con tu gracia divina y se configuren con Cristo. Él que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Día 2 - María, Mujer Oyente
A todos los aquí reunidos para caminar con María, el Señor nos conceda paz y gracia. Amén.
Reflexión
La figura de la Virgen como mujer que oye, que escucha, tiene hoy algo que decirnos y proponernos: "haced lo que Él os diga". Ella siempre estuvo abierta al querer de Dios sobre su vida, por eso permanecía atenta a su voz y a sus posibles manifestaciones.
Su actitud serena y silenciosa, la predispuso para los planes que Dios tenía sobre Ella:
- Ante el anuncio del Ángel, respondió: "Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según su Palabra". Madre de todos los hombres.
- Cuando Jesús se pierde en el templo de Jerusalén, apenas le hace un reproche de cariño: "Hijo, ¿por qué lo has hecho así con nosotros?" Madre de todos los hombres.
- En Las bodas de Caná, confía totalmente en el poder de Jesús y dice a los sirvientes: "Haced lo que Él os diga". Madre de todos los hombres.
Así podemos recorrer la vida de María, aprendiendo de su actitud, pronta, disponible y acogedora de la Voluntad de Dios.
Acudamos a su intercesión de Madre, presentándole nuestras súplicas, seguros de que las hará llegar al Padre por medio de Su Hijo:
- Oremos para que toda la Iglesia, abierta a la Palabra de Dios, sepa descubrir los signos de los tiempo y atender las necesidades de los hombres. Salud de los Enfermos, ruega por nosotros.
- Oremos para que nuestras comunidades cristianas, vivan abiertas al querer de Dios, en servicio alegre y desinteresado por el hermano enfermo. Salud de los Enfermos, ruega por nosotros.
- Oremos para que cada uno de los aquí presentes sepamos estar atentos a quienes reclaman nuestra atención, nuestras razones de ser y creer. Salud de los Enfermos, ruega por nosotros.
Oración Del Papa A La Virgen Del Divino Amor
Oh, María, Tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y esperanza. Nosotros nos encomendamos a ti, salud de los enfermos, que ante la Cruz fuiste asociada al dolor de Jesús manteniendo firme tu fe.
Tú, Salvación de todos los pueblos, sabes lo que necesitamos y estamos seguros de que proveerás para que, como en Caná de Galilea, pueda regresar la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.
Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, que ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos, y ha tomado sobre sí nuestros dolores para llevarnos a través de la Cruz, al gozo de la Resurrección.
Bajo tu protección nos acogemos, Santa Madre de Dios, no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades; antes bien, líbranos siempre de todo peligro, oh, Virgen gloriosa y bendita.
Día 3 - María, Al Pie De La Cruz, Nos Enseña
A todos los que nos hemos reunido para honrar a María, Salud de los Enfermos, y pedir su intercesión, nos conceda el Señor la salud y la paz. Amén.
Reflexión
En un mensaje que el Papa Juan Pablo II dirigió a las Siervas de María, con motivo del 150 aniversario de Fundación del Instituto, nos decía: "Que María, Madre de la Salud, entre con vosotras en cada hogar que visitáis"... Y así, cada Sierva de María, en la noche, cuando sale de su comunidad hacia la casa del Enfermo, la invoca y la lleva en su pensamiento y en su corazón, segura de que va acompañada de María al pie de la cruz, permanece junto al enfermo, reviviendo la escena del Calvario.
Mucho nos pueden ayudar ver el papel de la Virgen María en el Misterio de la Salvación, precisamente en la cruz. ¿Dónde estuvo María? ¿En la cruz o al pie de la cruz? María acogió y sostuvo -sin reprochar nada a Dios ni a los demás- el cuerpo inerte de Jesús. Ella hizo lo que tenía que hacer: permanecer fiel, silenciosa y con el corazón roto como el de cualquier madre que pierde a su hijo joven.
Por ello mismo, porque María fue en todo momento una lámpara encendida al servicio de Jesús, nosotros la veneramos en cualquier rincón de nuestras iglesias; le levantamos una casa o ermita en el corazón de las ciudades o en la cima de un monte; le elevamos la más artística catedral o la más humilde parroquia para que, Ella, nos ayude a vivir con autenticidad, radicalidad y convencimiento, una fe personal en Cristo, que nos amó hasta entregarse por nosotros.
- En nuestra oración de hoy, encomedamos a todos los enfermos de nuestras familias, amigos, conocidos, que encuentren en María fuerza para llevar su cruz. Oh, María, Salud, Ave María.
- Por aquellos enfermos que sufren en soledad, el abandono de sus seres queridos, para que experimenten la protección maternal de María. Oh, María, Salud, Ave María.
- Presentamos a María el dolor de nuestro mundo, sobre todo el de tantas personas que sufren hambre, inestabilidad laboral, falta de recursos para lo más necesario. Que Ella se haga presente a través de personas generosas que las ayuden. Oh, María, Salud, Ave María.
Oración
Tú, que del triste mortal eres salud y esperanza de tu Hijo, Virgen alcanza la curación de mi mal. Y si este bien temporal no conviene al alma mía dame paciencia, oh María, hasta que llegue el momento en que, de males exento, goce la eterna alegría. Amén.
Oración Final
Señor, Tú que quisiste que tu Hijo Jesús se compadeciera y curara a los enfermos, te pedimos por intercesión de nuestra Patrona, María Salud de los Enfermos, que sepamos estar junto a los Hermanos que sufren, siendo portadoras de salvación y paz, de consuelo y amor, para que los enfermos sean confortados con tu gracia divina y se configuren co Cristo. Él que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Día 4 - María Madre, Fuente De La Vida
A nadie mejor que a María podemos llamar con la hermosa palabra Madre. Ella es Madre de Jesús y por eso mismo, lo es también de sus hermanos los hombres.
Canto: Siempre Que Digo Madre
Reflexión
Desde hace mucho, los creyentes llamaron a María "Estrella de la mañana", "Madre del Autor de la vida". La vida, ese don tan precioso de Dios, y tan seriamente amenazado por algunos sectores de nuestra sociedad injusta y a veces perversa que la manipula y maneja sin el menor escrúpulo y dignidad.
Hoy nos unimos a todos los que la engendran, la defienden y la promueven. Ese don frágil, muy frágil, hay que celebrarlo; aclamarlo como fruto de la pascua que es: "fecundidad", "creación", prolongación de Cristo Resucitado, fruto purísimo de María Virgen y Madre.
En este día que la Iglesia celebra el don de las Madres, aclamemos a María digna de alabanza.
- Que la Madre de Jesús y nuestra Madre, nos enseñe a descubrir el don de la vida, amar la vida en profundidad, respetarla y hacer que sea fecunda a nuestro lado. Dios te salve, Madre del Autor de la vida.
- Enséñanos María a cantar y defender el derecho de todo ser, desde el momento de su concepción, hasta su muerte, a vivir, a crecer y ser acogido con cariño, amor y delicadeza. Dios te salve, Madre del Autor de la vida.
- Enséñanos María a ser como Tú, madres de los que sufren, de los indefensos y débiles, de los maltratados y marginados, de quienes se sienten solos, tristes. Dios te salve, Madre del Autor de la vida.
Acudamos a la intercesión de Madre, presentándole nuestras súplicas:
- Oremos por el Papa, los Obispos y los llamados pastores en la Iglesia, para que acompañen al Pueblo de Dios con actitud de servicio desinteresado, tras las huellas del único pastor, Cristo. ¡Oh María, salud de los enfermos! Ave María.
- Para que los jóvenes estén atentos y no sean sordos a la llamada de Jesús. Buen Pastor, y aumenten en la Iglesia las vocaciones de especial consagración. ¡Oh María, salud de los enfermos! Ave María.
- Oremos para que los enfermos puedan tener a su lado personas que les cuiden y les ayuden a descubrir el valor salvífico del sufrimiento. ¡Oh María, salud de los enfermos! Ave María.
Oración
Tú, que del triste mortal eres salud y esperanza de tu Hijo, Virgen, alcanza la curación de mi mal. Y si este bien temporal no conviene al alma mía dame paciencia, oh María, hasta que llegue el momento en que, de males exento, goce la eterna alegría. Amén.
Oración Final
Oh María, Madre del Amor Hermoso, Madre purísima, acompáñanos siempre en esta misión de ser madres (padres) de la humanidad y alcánzanos del fruto de tus entrañas, de tu Hijo amadísimo Jesús, la gracia de seguir siendo, hasta el día de nuestra muerte portadores de amor y de vida. Amén.
Día 5 - María, Esperanza Nuestra
Que María, Salud de los Enfermos, la llena de gracia del Señor, nos proteja a todos.
Canto: Venimos A Ti, María
Reflexión
Madre Soledad, nuestra Santa Madre Fundadora, ama a María, confía en Ella, en su maternal protección. Por eso Ella encomienda la obra de su Instituto, el cuidado de los Enfermos, y la llama con cariño: "Mi querida Madre". Repite con frecuencia: "tengo puesta en María mi confianza". Y se la oía exclamar: "He visto tantas veces hundirse esta barquilla, y sacarla tantas veces a salvo nuestra querida Madre de la Salud".
Nosotras, las Siervas de María, gozosas de esta herencia de nuestra Madre, amamos a María, trabajamos para que los enfermos también la amen, y la invocamos con ellos para que sea consuelo y salud en su dolor.
- María, bajo tu protección, ponemos a la Santa Iglesia de Cristo, a nuestro Santo Padre, el Papa; fortalécelo y ayúdalo en el ministerio que le ha sido confiado para que, con valentía proclame al mundo el Evangelio de Cristo. María, esperanza nuestra, Dios te salve.
- María, Salud de los Enfermos, océano de bondad y de ternura maternal, protege a nuestra familia religiosa, que crezca el número de jóvenes que quieran seguir a Cristo como Siervas de María, continuadoras del carisma de Madre Soledad, nuestra Fundadora. María, esperanza nuestra, Dios te salve.
- María, Salud de los Enfermos, mira con amor de Madre a todos tus hijos, especialmente a los que más necesitan de Ti: los pobres, los ancianos, los enfermos, socórrelos en todas sus necesidades y permanece a su lado en sus horas de soledad. María, esperanza nuestra, Dios te salve.
- En nuestra oración de hoy, encomendamos a todos los enfermos de nuestras familias, amigos, conocidos, que encuentren en María fuerza para llevar su cruz. Salud de los Enfermos.
- Por los enfermos que sufren en soledad, por los que carecen de todos los medios que puedan aliviarles, para que encuentren algún buen samaritano que se compadezca de ellos. Salud de los Enfermos.
- Presentamos a María el dolor de nuestros hermanos que se encuentran en agonía, para que en el momento de su paso a la vida eterna se encuentren con los brazos acogedores del Padre Misericordioso. Salud de los Enfermos.
Presentamos a nuestra Madre de la Salud las intenciones particulares y le suplicamos las gracias que deseamos alcanzar en esta Novena.
Oración
Tú, que del triste mortal eres salud y esperanza de tu Hijo, Virgen, alcanza la curación de mi mal. Y si este bien temporal no conviene al alma mía dame paciencia, oh María, hasta que llegue el momento en que, de males exento, goce la eterna alegría. Amén.
Día 6 - Vocación De María
Que el Señor de todos los dones, el Señor que llenó de gracia a María, nos colme de bendiciones a todos cuantos la honramos. Amén.
Reflexión
La vocación cristiana, es vocación de servicio, a ejemplo de Jesús que vino, no a que le sirvieran, sino a servir. También María, la Servidora, la Esclava del Señor, siempre estuvo dispuesta y disponible para los demás.
A su ejemplo, nosotras, las Siervas de María y cuantos seguimos a Cristo con el título de cristianos, hemos de ayudar y cuidar a nuestros hermanos que sufren, con humilde sencillez y espíritu de servicio, como el Buen Samaritano, con la generosa dedicación a quien ve a Cristo en el enfermo, así aseguraremos en nosotros la disponibilidad de María: "Aquí está la Sierva del Señor, que se haga en mí según tu Palabra". Miremos a María, toda acogida, toda ternura, toda Madre.
María, Madre y Sierva del Señor es, en Cristo y con Cristo, la grande y constante Maestra de la obra apostólico-social de nuestra familia religiosa.
Encomendemos ahora a la que es Salud de los Enfermos, las necesidades más urgentes que laten en nuestro corazón; le pedimos con confianza aquellas gracias que deseemos obtener por su intercesión.
- Por los enfermos que saben que su enfermedad no tiene curación, para que María despierte su verdadera esperanza. Oh María, salud de los enfermos, Ave María.
- Por cuantos ya no tienen ganas de vivir porque no tienen quien les quiera, para que descubran que Dios los ama con preferencia. Oh María, salud de los enfermos, Ave María.
- Para que seamos buenos samaritanos y no pasemos de largo junto a quienes necesitan algo de nosotros. Oh María, salud de los enfermos, Ave María.
Oración Del Papa A La Virgen Del Divino Amor
Oh María, tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y esperanza. Nosotros nos encomendamos a Ti, salud de los enfermos, que ante la Cruz fuiste asociada al dolor de Jesús manteniendo firme tu fe.
Tú, Salvación del Pueblo Romano, sabes lo que necesitamos y estamos seguros de que proveerás para que, como en Caná de Galilea, pueda regresar la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.
Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, que ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos. Y ha tomado sobre sí nuestros dolores para llevarnos, a través de la Cruz, al gozo de la Resurrección. Amén.
Bajo tu protección, buscamos refugio, Santa Madre de Dios. No desprecies las súplicas de los que estamos en la prueba y líbranos de todo peligro, ¡oh Virgen gloriosa y bendita!
Día 7 - María, Mujer Orante
A todos los aquí reunidos en nombre de Dios Padre y de Jesucristo para honrar a nuestra Madre de la Salud, nos conceda el Señor gracia y paz. Amén.
Reflexión
María ocupa en la vida y en la oración de los creyentes, un puesto importante, viento en Ella nuestra Madre y modelo, a quien queremos imitar y a quien recurrimos en cualquier necesidad.
Así como María, en el Rostro amado de su Hijo supo contemplar a toda la humanidad, y en su cuerpo maltrecho y desfigurado en la Cruz, supo acoger a todos sus hijos golpeados por el dolor, así nosotros -recorriendo el camino inverso-, estamos llamados a descubrir, en cada ser humano que entra en contacto con nosotros, el Rostro de Cristo y en cada enfermo, adorar la presencia misteriosa del Crucificado.
Mirando a María aprendemos a trascender las apariencias, dando sentido, desde una fe viva, al mayor de los misterios humanos: el sufrimiento, sirviendo a los más pobres de los pobres -los enfermos-, como si del mismo Cristo se tratara.
Oración
María, si yo me olvido de Ti, Tú no te olvides de mí.
Si me alejo de tu regazo, Tú no te alejes de mí.
Si me despisto y no te rezo, no dejes de hablarme.
María, si me enfrío, llévame a tu encuentro.
Si me aparto, rescátame.
Si dudo, hazme reflexivo.
Si tropiezo, levántame.
María, haz que nunca olvide
que tu grandeza y tu belleza
fue el dejarte moldear por Dios.
Acudamos a María llenos de confianza: Madre de la Salud, llenos de confianza de hijos te exponemos todas nuestras necesidades, seguros de que las remediarás.
- Para que por tu medio obtenga la Iglesia todas las gracias que necesita para cumplir su misión llevando el Evangelio a todos los hombres. Oh María salud de los enfermos, Ave María.
- Por todos los aquí presentes, por cuantos que han pedido nuestras oraciones, por los bienhechores de la comunidad vivos o difuntos. Oh María salud de los enfermos, Ave María.
- Por todos los que sufren tribulaciones y angustias, y de modo especial por los enfermos, Madre de la Salud, míralos con ojos de bondad. Oh María salud de los enfermos, Ave María.
Oración Final
Tú, que del triste mortal eres salud y esperanza de tu Hijo, Virgen, alcanza la curación de mi mal. Y si este bien temporal no conviene al alma mía, dame paciencia, oh María, hasta que llegue el momento en que, de males exento, goce la eterna alegría. Amén.
Día 8 - María Al Pie De La Cruz
María, Madre de la Salud, es Madre de todos los hombres, porque al pie de la Cruz, donde moría Jesús, la encomendó a San Juan y, en él, a todos sus discípulos, convirtiéndose así en Madre de todos los hombres.
Canto: La Canción Del Rosario
Reflexión
La Cruz es el gran símbolo del acontecimiento pascual. Allí está María, como testigo singular de ese acontecimiento. Allí está María, ejerciendo su función maternal.
María, al pie de la Cruz, en contemplación de su Hijo, es la Madre de la Soledad y de los dolores de su Hijo; es también la Madre de la Salud, obtenida por el sufrimiento y el triunfo de su Hijo, para consuelo y esperanza de todos los enfermos de cuerpo o de espíritu.
Porque necesitamos de una razón para estar alegres:
QUE SEAS TÚ, MARÍA, NUESTRA SONRISA
Porque queremos vivir con más ilusión:
QUE SEAS TÚ, MARÍA, LA RAZÓN DE NUESTRO JÚBILO
Porque queremos amar con más tesón:
QUE SEAS TÚ, MARÍA, EL MODELO DE LA ENTREGA
Porque anhelamos buscar a Dios:
QUE SEAS TÚ, MARÍA, UNA PISTA PARA LLEGAR A ÉL
Porque el desconsuelo nos visita con frecuencia:
QUE SEAS TÚ, MARÍA, VIENTO QUE LO ALEJE
Porque constantemente caemos abatidos:
QUE SEAS TÚ, MARÍA, ALIENTO PARA LEVANTARNOS
Ahora vamos a orar a la Santísima Virgen de la Salud, para obtener por su intercesión maternal, las gracias que necesitamos.
- Para que toda la Iglesia, unida a nuestro Santo Padre el Papa, a nuestro Obispo y a todos los fieles, busque con Dios la plena comunión del amor. Oh María, Salud de los Enfermos, ruega por nosotros.
- Oremos por aquellos que sufren enfermedad, abandono o desprecio, y se ven tentados a rebelarse por su suerte, para que recobren la paz, mediante su abandono confiado en manos de Dios. Oh María, Salud de los Enfermos, ruega por nosotros.
- Oremos por la Congregación de Siervas de María para que vean con gozo aumentar el número de sus miembros, que se entreguen con solicitud y alegría al cuidado de los enfermos y de todos los que sufren. Oh María, Salud de los Enfermos, ruega por nosotros.
Oración
Tú, que del triste mortal eres salud y esperanza de tu Hijo, Virgen, alcanza la curación de mi mal. Y si este bien temporal no conviene al alma mía, dame paciencia, oh María, hasta que llegue el momento en que, de males exento, goce la eterna alegría. Amén.
Oración Final
Señor, Tú que quisiste que tu Hijo Jesús se compadeciera y curara a los enfermos, te pedimos por intercesión de nuestra Patrona, María Salud de los Enfermos, que sepamos estar junto a los Hermanos que sufren, siendo portadoras de salvación y paz, de consuelo y amor, para que los enfermos confortados con tu gracia divina y se configuren con Cristo. Él que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Día 9 - María De La Salud, Patrona De La Congregación
Madre Soledad, nuestra Fundadora, nos decía en una de sus cartas:
"Nuestra querida Madre de la Salud, está sin cesar pidiendo a su santísimo Hijo por sus queridas Siervas, siendo esta Señora la Enfermera mayor de la Congregación, por excelencia".
Oración
Ternura de Madre y Virgen, lucero de la mañana, en la noche del dolor, escucha Tú mi plegaria. María, esperanza nuestra, Dios te salve.
Oh Virgen de la Salud, alivia Tú mis pesares, cura mi cuerpo y mi alma, alumbra mis ideales. María, esperanza nuestra, Dios te salve.
Junto a la Cruz de Jesús, supiste qué es el dolor; eres fuente de salud, para el pobre pecador. María, esperanza nuestra, Dios te salve.
Lectura De Un Sermón De Santo Tomás De Villanueva
"Sedientos, venid todos a las aguas; acudid a la fuente de la gracia, a la fuente de la alegría, a la fuente de la suavidad, a la fuente de la misericordia. Lléguese el justo y saque la gracia; el pecador el perdón, la alegría el triste, la curación, el enfermo, y el atribulado el consuelo.
Y Tú, ¡Oh Señora nuestra, consoladora nuestra, nuestra mediadora! mira cómo acudimos todos a Ti, cómo corremos tras Ti al olor de tu fragancia. Todos anhelamos venerarte y alabarte con espíritu devoto y sincero afecto. ¡Oh Señora!, levanta y mira alrededor de Ti. Todos estos se han congregado para venir a Ti; tus hijos, de lejos llegan y tus hijas de todas partes se levantan, acuden a Ti, como a común refugio, como al común remedio. Concédenos que, por el ardor con que te honramos al presente, podamos gozar de tu amable presencia en el futuro".
Manifestemos ahora a María nuestras necesidades, hechas súplica confiada, sabiendo que no puede desoír la plegaria pobre y humilde de sus hijos necesitados:
- Con María, oremos para que se muestre a todo el que sufre, como salud, redención y esperanza nuestra. ¡Oh María, salud de los enfermos!
- Con María pobre y humilde, oremos por los ancianos en soledad, los niños abandonados o maltratados, los que son despreciados por nuestra sociedad. ¡Oh María, salud de los enfermos!
- Con María, oremos al Señor por quienes hemos venido a su encuentro, confiados en su material protección y queriendo manifestarle nuestro cariño filial. ¡Oh María, salud de los enfermos!
Oración Final
Tú, que del triste mortal eres salud y esperanza de tu Hijo, Virgen alcanza la curación de mi mal. Y si este bien temporal no conviene al alma mía dame paciencia, oh María, hasta que llegue el momento en que, de males exento, goce la eterna alegría. Amén.
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