¿Qué es contrición de corazón?
Contrición de corazón o arrepentimiento, es sentir tristeza y pesar de haber ofendido a Dios con nuestros pecados.
¿Cuántas clases de contrición hay?
Hay dos clases de contrición: la contrición perfecta y la contrición imperfecta o atrición.
¿Qué es contrición perfecta?
Contrición perfecta es una tristeza o pesar por haber ofendido a Dios, por ser Él quien es, esto es por ser infinitamente bueno y digno por ser amado, teniendo al mismo tiempo el propósito de confesarse y de evitar el pecado.
¿Qué es atrición?
Atrición o arrepentimiento imperfecto es una tristeza o pesar de haber ofendido a Dios, pero solo por la fealdad y repugnancia del pecado, o por temor a los castigos que Dios pueda enviarnos.
¿Cuál de estos dos arrepentimientos es el mejor?
De estos dos arrepentimientos el mejor es la contrición perfecta.
¿En qué momento especial hay que tener arrepentimiento de los pecados?
El momento especial en que necesitamos arrepentimiento de nuestros pecados es cuando nos vamos a confesar, pues si no estamos arrepentidos no quedaremos perdonados. Pero es bueno también arrepentirnos de nuestras faltas todos los días de nuestra vida.
¿Qué cualidades debe tener el arrepentimiento de los pecados?
El arrepentimiento de los pecados debe tener tres cualidades:
- Arrepentirse de todos los pecados sin excluir ninguno (a no ser por olvido).
- Que el arrepentimiento no sea sólo exterior sino que se sienta en el alma.
- Que sea sobrenatural, no sólo por los males materiales que nos trae el pecado, sino porque con él causamos un disgusto a Dios y nos vienen males para el alma y para la eternidad.
¿Qué es el propósito de enmienda?
Propósito de enmienda es una firme resolución que nunca más ofender a Dios.
¿Qué deben hacer para obtener arrepentimiento y propósito verdaderos?
Para obtener arrepentimiento y propósito verdaderos debemos pensar en la Pasión y muerte de Jesucristo, en los favores que Dios nos ha hecho y a los cuales hemos correspondido ofendiéndolo, y en los males y castigos que nos vendrán por el pecado, y rezar una o más veces el acto de contrición.
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