LA HUIDA A TRAVÉS DEL MAR
ÉXODO 7: 14 – 15: 21
La gente de Egipto trataba muy mal a los israelitas, el pueblo de Dios. Los israelitas eran esclavos. Ellos trabajaban sin recibir ningún pago.
Los israelitas estaban tristes. Ellos oraron a Dios por ayuda.
Dios envió a Moisés a decir al faraón, el rey de Egipto, que dejara ir a los esclavos. “¡No!”, dijo el faraón. Entonces Dios mandó plagas para que los dejara ir. Antes de cada plaga, Moisés dio al faraón otra oportunidad para dejar ir a los israelitas.
Pero el faraón era muy terco. Aún después de las plagas de ranas, mosquitos, tábanos, langostas, animales muertos, úlceras, granizo, y tres días de oscuridad, el faraón dijo: “¡No!”
Cuando su hijo murió en la décima plaga, por fin el faraón dejo ir a los israelitas. Después que se habían ido, se arrepintió. ¡El faraón y su ejército los persiguieron con caballos, carros y jinetes!
Dios abrió un camino para que los israelitas escaparan. Él dividió las aguas del Mar Rojo.
Los israelitas lo cruzaron sobre tierra seca.
Luego cantaron alabanzas a Dios.
BUSCA Y HALLA
- Si hubieras estado allí, ¿cómo te habrías sentido al caminar por el mar? ¿Cómo te ha ayudado Dios a vencer un problema que parecía imposible?
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