Novena Al Santo Niño Jesús Doctor De Los Enfermos
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración Para Todos Los Días
¡Oh, Santo Niño Doctor de los Enfermos! A tus pies rogamos por tu valiosa intervención y sabiduría para que encuentres y administres un remedio espiritual que pueda calmar los males que nos afectan en cuerpo y alma. (Hacer la petición).
Imploramos para que bañes con tu rayo de luz nuestro atribulado espíritu, que desnudo ante ti se expone sin ocultar todo cuanto ha hecho en el transitar de esta vida, pero, que hoy, con el gozo que nos embarga a los creyentes al sabernos protegidos por tu bondad te entrega un corazón arrepentido.
Líbranos, Santo Niño Doctor, de todas las enfermedades, de las dolencias, de las mentiras, de las difamaciones, no permitas que suframos de muerte repentina y no nos dejes caer en pecado mortal. Que tu llama se encienda en nuestro corazón para que allí se establezca tu esencia y nuestra alma sea el hogar de todas tus virtudes y tu bienaventuranza. Te lo suplicamos en el nombre de tu Bendita Madre, la Santísima Virgen María. Amén.
Día Primero: Oración de Súplica por la Sanación
¡Oh, Divino Niño Doctor! Eres tú quien nos oye desde lo más alto en los cielos. Es por eso que, congregados a tus pies, suplicantes te imploramos escuches esta oración apremiante y desesperada que hacemos en nombre de (decir el nombre de la persona por la que se realiza la novena).
La enfermedad se ha instalado en nuestras vidas, provoca nuestras tristezas y sufrimientos. Acaba con nuestro cuerpo y el de nuestros seres queridos. Ante tanta desesperanza, acudir a tu llamado es lo único que nos ayudaría a salir de esta vicisitud.
Te pedimos que metas tu mano poderosa, para que gracias a tu intercesión sean desterrados todos los males que acechen estos cuerpos terrenales que nos fueron dados por la gracia de Dios. Ayúdanos a vivir llenos de gozo y salud. No nos abandones, pues, eres la luz que nos mantiene en pie ante la diversidad. Guárdanos y bendícenos. Que así sea. Amén.
Oración Final
Querido Santo Niño Jesús, tu hermoso rostro irradia en este día tanta paz. Venimos hoy ante ti a implorar sanidad, vida abundante y salud absoluta. Confiamos en tus muchas bondades y misericordias. Santo Niño, patrono de todos los enfermos, que no abandonas ni descuidas al que sufre, envía poder de sanidad sobre nosotros, llévate el dolor, la angustia y el sufrimiento, permite que podamos dormir tranquilos cada día confiados en tu dulce protección. Amén.
Día Segundo: Fortalecimiento de la Esperanza y la Salud
Por la señal de la Santa Cruz...
En el nombre del Padre...
Oración para todos los días...
¡Bendito Niño Doctor! En este segundo día te imploramos tus más fervientes devotos para que tu gloriosa intervención celestial se manifieste en la vida de todos nosotros que, reunidos nuevamente rogamos por la gracia de una vida digna y saludable, en especial en el caso de (decir el nombre de la persona por la que se realiza la novena).
Tú que todo lo sabes, estás en conocimiento de nuestras tristezas y luchas, eres consciente de lo mucho que te necesitamos. Te suplicamos compartas un poco de tu magnífica sabiduría con nosotros para poder entender con mayor claridad las enseñanzas de Dios Nuestro Señor, y así vivir dentro de los preceptos de la verdad del Padre.
Bendícenos con tu misericordia, Glorioso Niño, para que podamos ser purificados de todo mal y afianzados en salud y prosperidad en esta Tierra. Amén.
Oración Final
Amado Santo Niño Doctor, tú que eres bueno y misericordioso, Santo Dulce Niño, patrón de los enfermos que atiendes las súplicas de los que sufren, que sanas la enfermedad y el dolor, atiende a mi súplica y escucha esta oración. Pedimos la sanidad y la completa salud de nosotros, llévanos hasta ti para que adoremos, para que exaltemos tu majestad, inundado de gracia ante tu Madre María, Santísima Virgen Inmaculada, que te cargó en sus brazos, cuidando con amor el fruto de la vida. Amén.
Día Tercero: Refuerzo de la Fe y la Esperanza
Por la señal de la Santa Cruz...
En el nombre del Padre...
Oración para todos los días...
Divino Niño Jesús, pequeño Doctor que sana los padecimientos del cuerpo y del alma. Obra sobre nosotros con tu piedad y amor, colmándonos de sanación para que podamos disfrutar de la paz y la tranquilidad de esta vida.
Hoy, en el tercer día de nuestra oración, te imploramos en nombre de nuestra salvación y la de (decir el nombre de la persona por la que se realiza la novena) para que pueda gozar de buena salud y vivir a plenitud el milagro de esta existencia.
Divino Niño Doctor, ayúdanos a aliviar todos nuestros males para poder disfrutar a plenitud este mundo. Te imploramos para que tu compañía y bendición no nos falte, porque eres tú la cura y la salvación de los enfermos y de los pecadores de esta Tierra.
Escúchanos, Niño Jesús Bendito, concédenos esta humilde petición en nombre de tu gloria, hoy y siempre. Amén.
Oración Final
Santo Niño Jesús Doctor de todos los enfermos, ante ti venimos a implorar tu gracia, exaltamos tu santidad y dulce amor, cómo cuidas con esmero al enfermo y al que sufre, tú que sanas el más profundo dolor, acudimos a ti en momentos de angustia y necesidad. Imploramos tu favor en medio del sufrimiento que tus dulces manos, pequeñas y santas nos toquen haciendo que toda enfermedad se desvanezca, que todo dolor desaparezca y que vuelva la paz y la armonía a nuestras vidas. Amén.
Día Cuarto: Invocación de las Tres Virtudes Teologales
Por la señal de la Santa Cruz...
En el nombre del Padre...
Oración para todos los días...
¡Oh, Glorioso Niño Doctor! Amparo de los desvalidos. Consuelo de los que sufren. En este día, realizamos esta cuarta plegaria en nombre de las tres virtudes teologales: la fe, la esperanza y la caridad, implorando tu ayuda para aliviar los tormentos que causan la enfermedad y las dolencias físicas en el cuerpo de (decir el nombre de la persona por la que se realiza la novena).
Tú, nuestro querido Niño Doctor, que con tus manos benditas traes salud sobre los afligidos, solo tú puedes hacer que esta encomienda se vuelva realidad.
Comparte con nosotros tu medicina sagrada y facilita nuestra recuperación ante cualquier acechanza del mal, la muerte y la enfermedad. En ti confiamos plenamente, pues, tu clemencia es infinita y tu amor inagotable porque emana de la fuente bendita del Creador. No nos desampares. Amén.
Oración Final
Niño Jesús, Santo Doctor Defensor del oprimido, sanador del enfermo. Hoy te veneramos y reconocemos tu poder, sanas la herida más profunda, quitas el dolor del afligido, pasas ungüento de sanidad sobre nosotros. Guárdanos del dolor y del sufrimiento, toda angustia causada por los momentos de dolor, líbranos del día malo y de la peste que destruye, guarda nuestras familias haciendo un cerco protector, santifica nuestros corazones y nuestras almas para adorarte y darte mil gracias por tu bondad infinita. Amén
Día Quinto: Renovación de la Confianza en el Niño Doctor
Por la señal de la Santa Cruz...
En el nombre del Padre...
Oración para todos los días...
¡Oh, Niño Doctor Bendito! A tus pies está depositada nuestra confianza, porque eres Eterno, y junto al Padre Celestial nunca nos abandonas. Es por eso que, en este quinto día, suplicantes una vez más, te rogamos para que tu valiosa intercesión le valga la sanación a (decir el nombre de la persona por la que se realiza la novena).
Amado Niño Nuestro, eres tú la salud, la vida, la paz, la redención y la verdad. Otórganos la sanación de nuestros padecimientos contando siempre con la bendición de Dios.
Ante ti acudimos los creyentes en busca de ayuda y salvación, porque nuestra esperanza no se extingue mientras tú estés de nuestro lado. Apegados a tu bondad nos llenamos de las fuerzas necesarias para vivir y para vencer las acechanzas del mal. Te pedimos que nos resguardes hoy y siempre. Amén.
Oración Final
Bendito y santo Niño Doctor, protector del enfermo y del necesitado, acudimos ante ti en esta hora bendita, confiando plenamente en tu dulce corazón, tu vida entregas cada día por amor al que sufre, tu dulce rostro palidece ante el dolor, impartes vida y salud abundante en nosotros, con amor derramas tus favores y tu gracia llevándote el dolor, la angustia y la aflicción, no desamparas al que te busca, responde cuando clamamos por tu santa ayuda por lo que te agradecemos cada día la sanidad recibida y la salud abundante. Amén.
Día Sexto: Petición de Protección Contra el Mal
Por la señal de la Santa Cruz...
En el nombre del Padre...
Oración para todos los días...
¡Oh, Santo Niño Doctor! Clamamos en tu nombre, ahora y por siempre, pues la maldad está por todos en este mundo de sufrimiento y perdición. En este sexto día, elevamos nuestra plegaria hasta tu trono celestial en nombre de (decir el nombre de la persona por la que se realiza la novena).
Divino Niño, que moras en el reino de los cielos y en nuestros corazones, aboga por tus devotos que suplican a tus pies por la sanación de sus aflicciones. No permitas que la enfermedad y el sufrimiento nos consuma.
Ilumina nuestros senderos con tu luz y condúcenos hasta lugares seguros donde podamos estar en paz, armonía y equilibrio con nuestro espíritu y Dios. A ti nos encomendamos, esperando que nos concedas la salud del alma y del cuerpo. Amén.
Oración Final
Amado Santo Niño Doctor, dulce es tu gracia reflejada a través de tus manos que colocas suavemente sobre mí, gracias por tu bondad infinita por cada plegaria respondida cuando humildemente venimos a implorar tu favor: sanas nuestras heridas más profundas, libras nuestras almas del dolor inmenso, fortaleces cada área en nuestras vidas llenando nuestro ser de devoción. Dulcísimo Rey, que aún siendo niño, se conmueve inmensamente por el dolor del afligido, no desamparas, no abandonas, siempre respondes sanando el dolor y la herida, llévate toda enfermedad y sana nuestras vidas. Amén.
Día Séptimo: Súplica por la Sanación y la Paz
Por la señal de la Santa Cruz...
En el nombre del Padre...
Oración para todos los días...
Divino Niño Doctor, cargados de fe pronunciamos esta oración del séptimo día, con la esperanza firme de que serán escuchadas nuestras imploraciones, porque apremiante es nuestra necesidad. Concédenos la gracia de tu oportuna ayuda, en especial, en nombre de (decir el nombre de la persona por la que se realiza la novena) por quien elevamos nuestras peticiones.
¡Oh, Santo Niño Doctor! No cabe duda que tu misericordia es ilimitada. No te cansas de ayudar a todos los hijos de Dios que encarnados sorteamos las tantas dificultades de este mundo lleno de tribulación. Por eso, suplicamos que contestes nuestros ruegos materializados en salud, dicha y tranquilidad.
Te lo pedimos, Señor de los Cielos, en nuestro nombre y en nombre de todos los que sufren, por todos los enfermos que necesitan tu ayuda para que puedan encontrar alivio a sus penas y a Dios en su corazón. Amén.
Oración Final
Querido Niño Santo Patrono de todos los enfermos, hoy te exaltamos desde nuestro corazón, hoy entregamos nuestra vida en devoción a ti. Santo Niño, excelente doctor, que sana con su dulce mirada, con el toque de sus manos santas, que nos defiendes del dolor que nos acecha, que calmas la tempestad y traes paz, que consuelas en medio de la aflicción y la pena, que te llevas el sufrimiento quitando del medio todo lo que estorba a nuestra paz, imparte tu dulce amor en nuestras vidas, brindándonos la bendición de tu presencia. Amén.
Día Octavo: Reafirmación de la Fe y la Devoción
Por la señal de la Santa Cruz...
En el nombre del Padre...
Oración para todos los días...
¡Oh, Glorioso Niño Doctor! A ti clamamos por la fuerza para levantarnos ante las vicisitudes y la enfermedad. En este octavo día, ofrecemos nuevamente una oración para suplicar por la gracia de la sanación, en especial por (decir el nombre de la persona por la que se realiza la novena).
Niño Doctor, eres llamado de esa forma por tus devotos porque somos testigos de tu capacidad sanadora. Tu milagrosa intervención trae la salvación de los que sufren dolencias y males corporales. Sácanos de la adversidad, te lo pedimos de corazón.
Te encomendamos el cuidado de los enfermos que más necesitan de tu compasión. Bendícenos y no nos abandones ante ninguna situación, pues, a tu lado lograremos salir de la agonía y la desesperación. Toma nuestra mano y no la sueltes jamás. Amén.
Oración Final
Altísimo Rey, soberano Señor Defensor del enfermo y del afligido. Santo Niño, doctor de los pobres, que calmas el dolor y sanas la llaga, que curas la herida que infectada por el mal nos causa dolor, sufrimiento y angustia. Venimos para rogarte cada vez por tu santa gracia, que nos sanes y nos llenes de tu paz y de tu amor, que tu gracia no nos falte y tu bendición nos alcance todos los días, restaura y restablece tu dulce paz sobre nosotros. Amén.
Día Noveno: Agradecimiento y Compromiso Espiritual
Por la señal de la Santa Cruz...
En el nombre del Padre...
Oración para todos los días...
¡Oh, Santísimo Niño Doctor! Día tras día a tus pies hemos venido a clamar, hasta llegar al último día de esta novena. Comprometidos estamos a seguir penitentes en oración, implorantes de tu auxilio en nombre de la causa encomendada que es la sanación de (decir el nombre de la persona por la que se realiza la novena).
Niño Doctorcito de nuestro corazón, no nos abandones en esta misión que con tanto apuro te solicitamos, pues, no existe otra manera de hallar la solución más que entregarnos a la piedad de tus misericordiosas manos.
Tú que nos escuchas y nos acompañas, resguárdanos bajo tu abrigo e intercede ante Dios Nuestro Señor por nuestras oraciones.
Gracias por tu amparo y sacrificada bondad. No te olvides de los enfermos de este mundo que aguardan por tu ayuda y salvación, intervén en nombre de todos ellos, especialmente por (decir el nombre de la persona por la que se realiza la novena) por quien hacemos este novenario. Que así sea. Amén.
Oración Final
Hermoso Niño Doctor, dulce es tu rostro lleno de gracia, exáltanos tu santa unción que sana, que libera y que nos lleva a vivir plenamente. Eres el defensor del oprimido, libras del dolor y la pena constante, llévate las cargas pesadas de la angustia, llévate el dolor profundo y el sufrimiento, concédenos el poder ver tu libertad, sácanos del profundo hoyo de la desesperación, socórrenos en el día oscuro, trae paz y abundancia de salud a nuestras vidas, cuida nuestro cuerpo como María cuidó con amor el tuyo. Gracias te damos siempre, porque bueno eres y fiel. Amén.