EL BEBÉ EN LA CANASTA
ÉXODO 2: 1 – 10
Una esclava en Egipto quiso salvar a su hijito de manos del malvado rey. Ella lo puso en una canasta e hizo flotar la canasta en el río.
Miriam, la hermana del bebé, se quedó a cierta distancia para cuidarlo.
Una princesa se estaba bañando en el río. Ella vio la canasta y la abrió. Al ver al bebé que lloraba, le tuvo compasión. Miriam preguntó: “¿Quiere usted que vaya y llame a alguien para que críe al niño?” ¡La princesa le pagó a la propia madre del bebé para que lo alimentara!
Cuando el niño creció, fue a vivir con la princesa y llegó a ser su hijo.
Ella le puso por nombre Moisés.
Cuando Moisés ya era mayor de edad, se fue de Egipto y llegó a ser pastor de ovejas. Un día Dios le habló desde una zarza que estaba envuelta en llamas. El Señor dijo: “He visto que mi pueblo sufre como esclavos en Egipto. He oído el clamor de ellos. Quiero que tú los saques de Egipto. Yo estaré contigo”. ¡A Moisés le esperaba una gran aventura!
BUSCA Y HALLA
- Cuando los esclavos clamaron a Dios, Él los oyó y les mandó ayuda. ¿Qué ayuda necesitas tú de parte de Dios?
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