Oración De San Alfonso María De Ligorio
Señor mío Jesucristo, que por amor a los hombres estás de noche y de día en este sacramento, lleno de piedad y de amor, esperando, llamando y recibiendo a cuantos vienen a visitarte: creo que estás presente en el sacramento del altar. Te adoro desde el abismo de mi nada y te doy gracias por todas las mercedes que me has hecho, especialmente por haberte dado Tú mismo en este sacramento, por haberme concedido por mi abogada a tu amantísima Madre y por haberme llamado a visitarte en este templo.
Adoro tu Santísimo Corazón y deseo adorarlo por tres fines: el primero, en acción de gracias por este insigne beneficio; en segundo lugar, para reparar las injurias que recibes de tus enemigos en este sacramento; y, finalmente, porque deseo adorarte con esta visita en todos los lugares de la tierra donde estás sacramentado con menos culto y más abandono.
Me pesa de haber ofendido tantas veces tu divina bondad en mi vida pasada. Propongo, con tu gracia, no ofenderte más en adelante, y ahora, miserable como soy, me consagro enteramente a Ti, renuncio a mi voluntad y te la entrego por completo, con mis afectos, deseos y todas mis cosas.
De hoy en adelante, Señor, haz de mí lo que te agrade. Lo que yo solo quiero y te pido es tu santo amor, el cumplimiento de tu voluntad y la perseverancia final. Te recomiendo las almas del purgatorio, especialmente las más devotas del Santísimo Sacramento y de María Santísima. Te ruego también por todos los pecadores. Finalmente, amadísimo Salvador mío, uno todos mis afectos y deseos a los de tu Corazón amorosísimo, y así unidos los ofrezco a tu eterno Padre y le suplico, en nombre tuyo, que por tu amor, los acepte y escuche. Amén.
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