¡Oh, Dios, Padre y Creador nuestro, de quien procede todo bien!, te damos gracias por los auxilios que nos das e el cumplimiento de nuestro trabajo, y por la ciencia, el empuje y la rectitud de nuestros hermanos, de cuyo trabajo depende nuestra vida.
Te pedimos por nuestros amigos y nuestros compañeros, por los que nos dirigen y por los que nos ayudan, y de modo especial por N.N. (pausa de silencio).
Te pedimos por los hombres y las mujeres que trabajan en las fábricas, en los campos, en las oficinas, en las carreteras, en las casas. Sostén a los padres en su trabajo y en sus preocupaciones; ayuda a las madres en sus tareas familiares; guía a los jóvenes en la elección de su vocación y profesión.
Sé Tú la esperanza de los enfermos y el consuelo de los ancianos. Concede a cada uno de nosotros cumplir tu voluntad, trabajando con ánimo y responsabilidad, en la alegría y en el amor fraterno. Amén.
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