Virgen María, Madre querida: Me consagro a ti y pongo entre tus manos toda mi existencia. Acepta mi presente con todo cuanto hay en él. Acepta mi futuro con todas sus posibilidades.
Te entrego mi inteligencia, voluntad y corazón. Coloco entre tus manos mi libertad, mis anhelos, temores y esperanzas, tristezas y alegrías.
Protege mi vida, vela por mis acciones, a fin de que, siendo fiel a Dios, pueda con tu ayuda alcanzar la salvación.
Te consagro mi cuerpo y mis sentidos, a fin de que se conserven puros y me ayuden a practicar la virtud. Te consagro mi alma a fin de que la preserves del mal. Hazme participar en una santidad como la tuya; hazme conforme a Cristo, ideal de mi vida.
Te entrego mi entusiasmo y mi ardor juvenil; mis estudios y mi trabajo. Que no envejezca nunca en la vivencia de la fe. Te entrego mi capacidad y afán de amar; enséñame a amar como has amado y Jesús quiere que ame.
Te confío mis dudas y congojas. Que halle en tu Corazón Inmaculado seguridad, luz y sostén en todos los momentos de mi vida.
Acepto las renuncias y sacrificios que comporta esta ofrenda y prometo con la gracia de Dios y tu ayuda ser siempre fiel a este compromiso.
María: soy todo tuyo, cuanto tengo es tuyo. Ahora y para siempre. Amén.
0 comentarios:
Publicar un comentario