Tú que habitas al amparo del Altísimo, que vives a la sombra del Omnipotente, di al Señor: "Refugio mío, alcázar mío, Dios mío, confío en ti".
Él te librará de la red del cazador y de la peste funesta. Te cubrirá con sus plumas; bajo sus alas te refugiarás, su brazo es escudo y armadura.
No temerás el espanto nocturno, ni la flecha que vuela de día, ni la peste que se desliza en las tinieblas, ni la epidemia que devasta a mediodía.
Caerán a tu izquierda mil y diez mil a tu derecha, a ti no te alcanzará y serás salvo. Nada más mirar con tus ojos, verás la paga de los malvados porque hiciste del Señor tu refugio, tomaste al Altísimo por defensa.
No se te acercará la desgracia, ni la plaga llegará hasta tu tienda, porque a sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos: te llevarán en sus palmas, para que tu pie no tropiece en la piedra; caminarás sobre áspides y víboras, pisotearás leones y dragones.
Se puso junto a mí: lo libraré; lo protegeré porque conoce mi nombre, me invocará y lo escucharé.
Con él estaré en la tribulación, lo defenderé, lo glorificaré; lo saciaré de largos días y le haré ver mi salvación.
Gloria al Padre...
Amen. Asi sea.
ResponderEliminarSeńor mío ayuda a la familia de mi hermana y su relación con su espos
ResponderEliminarHermoso salmo 🙏🏻🙏🏻🙏🏻
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