Oraciones Por Los Difuntos

POR UN NIÑO 

Dios de bondad, por designios de tu providencia amorosa has querido llamar a Ti desde el comienzo de su vida a este niño, hijo tuyo por el baitismo, escucha nuestras plegarias para que, así como creemos que N. ha sido recibido en tu reino, nos concedas también a nosotros participar de la vida eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

POR UN JOVEN 

Dios todopoderoso y eterno, que has llamado de este mundo a tu siervo N., en la flor de la vida, te suplicamos que completes la obra de tu gracia, libres su alma de toda culpa y castigo, y haz que el sacrificio de la vida terrena se convierta para él (ella) en gozo de vida eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

POR UN PADRE O MADRE DE FAMILIA 

Te rogamos, Señor, perdones misericordiosamente a tu siervo N. (a tu sierva N.), y protege con amor constante a tu hijo N. (a tu hija N.) y ya que el amor conyugal los unió fielmente en esta vida, la plenitud de tu amor los una en la eternidad. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

POR UN RELIGIOSO 

Te pedimos, Dios todopoderoso, por tu hijo N., que en su entrega total a Jesucristo siguió la senda del amor perfecto, haz que pueda un día contemplar, lleno de gozo, la manifestación de tu gloria y disfrutar con sus hermanos de la eterna felicidad de tu reino. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

POR UNA RELIGIOSA 

Señor Jesucristo, esposo de la Iglesia, que has querido llamar al reino celestial a tu cierva N., a ti consagrada en la vida religiosa, mira con ojos de misericordia las obras con que te sirvió y bendice la comunidad en la cual vivió en este mundo. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

EN LOS DÍAS DE DUELO 

Padre de todos los hombres, que amas la vida y eres el dueño de la vida. Hoy ha muerto nuestro hermano(a) N. Tú conoces y sabes por qué te lo llevaste, pero a nosotros nos resulta incomprensible la muerte y muchas veces, ante estas situaciones, sentimos la tentación de rebelarnos.

Sin embargo, Señor, queremos aceptar en nuestra vida la realidad de la muerte porque sabemos que nuestro hermano(a) N. vive y vivirá para siempre en tu luz y en tu paz. Acepta, Padre, nuestro dolor, mantén viva nuestra esperanza en la vida eterna y concede a nuestro hermano(a) N., la eterna alegría de los cielos. Amén.

POR LOS HERMANOS, PARIENTES Y BIENHECHORES 

Oh, Dios, dispuesto al perdón y salvador de los hombres, concédenos en tu bondad, por intercesión de Santa María, la Virgen, y de todos los santos, que nuestros hermanos, parientes y bienhechores, que han dejado ya este mundo, alcancen la eterna bienaventuranza. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

POR UN SACERDOTE U OBISPO

Oh, Dios, pastor de las almas, te pedimos en favor de tu siervo N., a quien hiciste sacerdote y pastor de esta comunidad, para que la guiara por el camino de la salvación y la alimentara con el Pan de la vida, Tú conoces sus palabras y sus obras, sus luchas y sufrimientos. Te pedimos que, a la hora de juzgarle, te muestres con él propicio y lo admitas en la gloria de los elegidos, juntamente con los que en el mundo estuvieron encomendados a sus cuidados pastorales. Por Cristo, nuestro Señor. Amén.