Acto De Contrición
Señor Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Creador, ordenador y conservador del Universo, a quien el mundo canta lleno de perfecciones infinitas y a quien el hombre invoca como a su bienhechor, como a su padre y amigo generoso: permitidme que, postrado ante vuestra soberana presencia y lleno del más profundo respeto, al considerar vuestra grandeza y majestad, eleve mi espíritu hasta Vos, para implorar vuestra asistencia en mis necesidades, vuestro consuelo en mis aflicciones, vuestra fortaleza en mis peligros y vuestra gracia en todos los instantes de mi vida.
Lleno de dolor y arrepentimiento por razón de haberos ofendido, digo, Señor, que me pesa de haber pecado por haber pecado contra Vos. Mirad la compunción de mi corazón y , juzgándome por la necesidad de mi oración, atended a mi llamamiento, venid en mi auxilio, sed mi guía y amparo, oid mi plegaria y llenadme de la inmensidad de vuestra gloria, para que ahora, y en todos los días de mi vida, pueda ofreceros suempre un corazón puro y ua conciencia sin mancha, hasta la hora de mi muerte, e que vaya a gozar de vuestra celestial felicidad por eternidades en la gloria. Amén.
Oración
Dignísimo Redentor mío Jesús, por mi amor humanado, crucificado y muerto, y por mi amor inmolado de nyevo diariamente en el sacrificio de los altares; yo el más indigno de los hijos que habéis rescatado con vuestra sangre y predestinado para la bienaventuranza eterna, os pido que me deis gracia para conocer vuestros caminos y para seguir el sendero de las virtudes cristianas, por el cual han marchado tantos siervos vuestros, que hoy forman la corona de vuestra gloria, y son los abogados de los hombres en sus necesidades, y los que os presentan sus oraciones pidiéndoos derraméis vuestros favores a manos llenas.
Por los méritos de vuestra Santísima Madre María, mi Reina y Señora, por los del glorioso Patriarca señor San José, por los de vuestros Santos Apóstoles, Patriarcas, Doctores, Mártires, Vírgenes, Confesores y muy especialmente por los de vuestro siervo, el humildísimo San Martín de Porres, Apóstol de América y gloria de la Religión Dominicana, en cuyo obsequio os dirijo este Ejercicio, alcanzadme la gracia santificante y el don de vuestro perfecto amor para que imitando vuestras virtudes sea contado en el número de los escogidos que con una sola voz os cantan: Santo, Santo, Santo. Amén.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria y Credo
Magnificat Cántico De La Santísima Virgen
Glorifica mi alma al Señor, y mi espíritu está transportado de gozo en Dios mi Salvador.
Porque ha puesto sus ojos en la bajeza de su esclava escogiéndome por Madre de su Hijo; por tanto ya desde ahora me llamarán bienaventurada todas las generaciones.
Y cuya misericordia se extiende de generación en generación a todos los que le temen.
Porque ha hecho en mí cosas grandes el Todopoderoso cuyo nombre es santo.
Dijo muestras grandes del sublime poder de su brazo; desbarató los proyectos que allá en su corazón meditaban los soberbios.
Derribó del soliio a los poderosos y ensalzó a los humildes.
Colmó de bienes a los menesterosos y hambrientos, y a los ricos despidió sin nada.
Acogió a Israel su siervo, acordándose de su misericordia.
Según lo prometió a nuestros padres, Abraham y a sus descendientes, por los siglos de los siglos.
Se finaliza con un Gloria
Hermosa oración, la práctico desde hace muchos años, creo en San Martín de Porres siempre me escucha y viene en mi auxilio.
ResponderEliminarSan Martín fiel acompañante en el caminar, gran providente del hogar
ResponderEliminarSan Martín, ruega por nosotros ��
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